Balancer lanza su álbum ‘Tipsoo’ en Bogotá

Balancer es la historia de dos colombianos y un puertorriqueño que se juntaron en Boston, están viviendo  en Nueva York y este mes estarán en Colombia para presentar en vivo y en directo su álbum debut (Toda la información del lanzamiento AQUÍ)

Por: Nadia Orozco @Cornfake 

Los tres estudiaban música en Berklee, Francisco necesitaba baterista para su proyecto, ahí llegó Gabriela para ser la baterista y encantada por la música de Francisco, comenzó a llevar a Felipe a los ensayos. El ingeniero, amigo de Francisco los escuchó, y les propuso grabar un EP: ‘House in the Clouds’.

Desde entonces se dedicaron a tocar y tocar. Casi tres horas haciendo eso que los apasiona y luego grabando. Al parecer estaban destinados a seguir juntos ese camino y tuvieron la suerte de grabar su segundo EP ‘Transitions’. La cosa no paró ahí, ahora tienen bajo el brazo una placa discográfica. 

Tipsoo 

(pueden escuchar el álbum completo en el home principal de shock.co)

El primer disco de larga duración nació gracias a una campaña en Kickstarter (la plataforma que ayuda a financiar en masa proyectos creativos y fue grabado en un lugar utópico. Su productor Garrett Reynolds había construido un estudio en un granero abandonado en Seattle, y ese fue precisamente el lugar donde germinó este disco. 

“Fue muy diferente, muy intenso y hermoso porque eso es como el sueño de toda las bandas. Las bandas antes querían irse de la ciudad, se iban meses a grabar sus discos. Fue increíble porque estábamos viviendo en un lago, en una casa en un suburbio donde las familias alrededor nos adoptaron, era un ambiente hermoso, un lugar mágico. Fue un proceso muy intenso, porque aunque nos llevamos muy bien trabajando los cuatro fue una prueba, crecimos mucho”, explica Gaby.

Poco a poco, sin buscarlo, sin quererlo y aceptando lo que fuera llegando el sonido con el que se sintieron cómodos lo embistió. Como baterista Gabriela tenía claro que quería estar lo menos posible en la ecuación, que quería melodía.

“No pensar como baterista sino como escuchar la música entera y eso también es de los tres; la forma en como la hacemos es muy comunitaria, es por el bien de la música, y yo creo que eso se nota mucho en el disco”

Diez son las canciones que componen este álbum, un disco que es un viaje por diferentes universos sonoros, que se pasea por el indie, el synth pop, el rock y que a su paso pinta un panorama psicodélico y experimental que poco se ciñe a reglas. 

Hablamos con Gabriela, la baterista de Balancer.  

¿Cómo dos colombianos y un boricua terminan cantando en inglés?

Nunca lo pensamos, y es confuso porque somos dos colombianos y un puertorriqueño, pero Francisco ha vivido toda su vida acá. Sí, pensamos en escribir en español pero nos nació así y nunca pensamos en el público sino en ser muy honestos con lo que hacemos y eso es muy confuso,  pero esperamos que ese sea el lenguaje universal, la música. 

Después de dejarlo reposar qué piensan al volverlo escuchar 

Dejé de oírlo un rato, pero me parece muy emocionante porque oigo los meses que estuvimos allí y  huele a lo que olía el estudio, es muy bonito porque está untado de todo lo que fue la experiencia, huele a libertad, a campo, a no pensar en nada sino estar tocando. La última canción define muchas cosas: es una canción para la música porque dice que estamos dejando mucho por ella, pero al mismo tiempo hay mucha paz porque estamos haciendo lo que queremos.

Después de todo el proceso de hacer el disco, llega también el momento de pensar en el show. 

Yo toqué el disco en mi recital de grado completo y las reacciones fueron increíbles, me pareció absurdo sentir eso porque me dijeron que era música honesta. Nosotros hemos penado mucho en el show y nos hemos matado penado en eso. 

Hace poco vimos a Dirty Projectors y a The Flaming lips, ambos absurdos; pero el de The Flaming Lips era solo show en cambio el de Dirty Projectors no tenían nada, era solo música y uno no podía ni parpadear, llegaba perfecto. Entonces vimos los dos caminos por los que uno se puede ir, pero nosotros pensamos que este disco es música y tenemos que recostarnos en la esencia.

¿Qué están escuchando ahora?

Dirty projectors, St. Vincent, Elsa y elmar, amamos Puerto Candelaria nos parece el mejor grupo, son los que más me gustan. La última vez que estuvimos en Colombia compramos vinilo de música llanera, queremos estudiar cosas del Pacífico y empezar a conectarse con esas raíces.

¿Por qué crees que de repente llegó esa conexión con las raíces?

Yo en Berklee hice muchas conexiones de la identidad de un músico. Empecé a conectarme con mis ancestros, con lo que uno lleva en la sangre e intentar sacar el potencial del ser humano. Empecé a ver conexiones, y tal vez yo no hubiera pasado por ese proceso si no me hubiera ido.

¿Cómo se reflejan esas nuevas búsquedas musicales en el disco?

Yo quiero tocar solo tambores, cada vez quito más y eso suena en el disco,  estoy intentado oír esas cosas y empaparme de eso, y Francisco es muy puertorriqueño solo que él tiene un Lennon adentro.

Fruto de la independencia

Necesitaban 30 millones para sacar el disco adelante, pero estaban firmes en el propósito de cimentar una carrera sin el espaldarazo (atadura) de una disquera “Queríamos hacerlo solo, que nadie nos jodiera”. La luz al final del túnel fue Kickstarter.

Con el convencimiento pleno de que la música tiene todas las armas para comunicar algo, se lanzaron al vacío, con expectativas apenas normales. Necesitaban la mitad de ese dinero y en menos de un mes ya habían cumplido la meta. Así que cuando se sentaron a componer el disco ya sabían que había 110 personas interesadas en el disco.

“El arte es de mucha incertidumbre, nunca se sabe qué va a pasar; pero esta vez ya sabíamos que había gente desconocida interesada. Kickstarter nos cambió todo, fue un proceso que nos hizo darnos cuenta que si es posible hacer cosas grandes, de manera independiente y que sí sigue existiendo gente que quiere pagar por la música.

Haga CLIC AQUÍ para asistir al lanzamiento de Tipsoo