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Hoy despedimos al gran Calixto Ochoa. Adiós al Maestro

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El cantante, acordeonero y compositor Calixto Ochoa, creador de hits como ‘El Africano’, ‘La Plata’ o ‘Los Sabanales’ falleció hoy, a los 81 años, dejando un inconmensurable legado.

Por: Jenny Cifuentes //@Jenny_Cifu
Fotos: William Rosado

Adiós a 'El Negro Cali'  

“El día que 'El Negro Cali'  muera, qué sentirá el pobre difunto, me llorara mi morena, mi acordeón queda de luto. Todo el público comenta tan bueno que fue el difunto”, reza la estrofa de la canción ‘Sueño Triste’ de Calixto Ochoa que grabó Diomedes Díaz con Colacho Mendoza en 1980. Una de las tantas, quizá más de tres decenas de composiciones del maestro, que El Cacique de la Junta interpretara. 

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Calixto fue una máquina de hacer canciones. Un cerebro de versatilidad prodigiosa. Una mente desbocada de música, proveedora de temas de diversos estilos para grandes ejecutores. 'El Negro Cali' (como le decían), el campesino sencillo, con voz profunda y estilo inconfundible, dotado de picaresca, con sonrisa de dientes de oro, colmó de prestigio nuestro folclor. Lo enriqueció, lo surtió de hits y  lo hizo pasear por el mundo. 
 
Ochoa, nacido en Valencia (Cesar) en 1934, entre muchos oficios de juventud fue ordeñador. En sus correrías sembró maíz, fue ayudante de “un circo malo” que iba de pueblo en pueblo, se enganchó a tocar dulzaina, y según su propia versión fue autodidacta aprendiendo en un acordeón averiado que tomaba a escondidas de sus hermanos, hasta que en Pueblo Bello logró comprar su primer instrumento y a partir de entonces despegó el compositor. El creador súper dotado que hizo miles, sí señores, ¡miles! de canciones. 

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El Verdadero Calixto Ochoa

Como se lee en una de las portadas de sus discos “El Verdadero Calixto Ochoa”, en sus inicios fue errante y su peregrinación por los pueblos de la sabana, lo nutrió de sonidos y melodías. Su trasegar lo enriqueció con los ritmos que se sienten en los Montes de María y ocasionó una simbiosis en su cabeza entre la música de banda y la música de acordeón. Calixto fue genio. No solo compuso paseos, merengues, puyas y sones. Hizo currulao, cumbia, fandangos, charangas, porros, ritmo de guararé, etc. y fue creador del "paseaito" y otros estilos. No por nada se convirtió en un gurú que lleva detrás suyo una fila de creyentes y alumnos que siguen su rastro.

Su primera grabación (que se ha escuchado en las emisoras hasta nuestros días) fue el tema ‘Lirio Rojo’ registrado en 1956, en Sincelejo bajo el sello ECO. “Mi carrera la inicié en 1957.  Salimos de Valencia con un amigo que tocaba guitarra y nos fuimos de pueblo en pueblo”, dijo en una entrevista. Calixto, pieza esencial de los sonidos locales contribuyó a organizar en 1960 una de las agrupaciones íconos de la música tropical colombiana: Los Corraleros de Majagual. Un combo aplastante que se desbordó en éxitos que aún se siguen coreando en el inconsciente y en el consiente  nacional, y que tuvo  coequiperos insignes durante temporadas como Alfredo Gutiérrez, Chico Cervantes, Eliseo Herrera, Lisandro Mesa, Fruko, etc. “La idea de armar el grupo fue de Antonio Fuentes. Él vio que estábamos  Cesar Castro,  Eliseo Herrera,  Lucho Pérez, Alfredo, Chico Cervantes, etc.  Y  dijo: ¿por qué no hacen una agrupación así como la Sonora Matancera? Cada quien tiene su grupo. Hagan una banda y le ponen un nombre. La verdad no sabíamos cómo ponerle, hasta que se hizo la grabación del long play y luego sí bautizamos la agrupación”, afirmó Ochoa en una de sus declaraciones. 

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El músico prolífico, fiero acordeonero y además técnico de acordeones, con todo el curso hecho, se coronó Rey Vallenato en 1970, en el Festival de la Leyenda Vallenata en el que se enfrentó a duros como Emiliano Zuleta y Náfer Durán. Fue invitado a la primera edición Rey de Reyes del Festival (en el que hay duelo de acordeón entre Reyes) en el año 87 y homenajeado en la versión número 45 del Festival. Tuvo varias agrupaciones. Grabó bajo nombres como Calixto Ochoa y su Combo Bravo, Calixto Ochoa y su Conjunto, Los Papaupas con Calixto 8´A, etc. Publicó álbumes con sus amigos: Los inseparables con Alfredo Gutiérrez o El Mano a Mano Vallenato con Lisandro  Meza. Y según palabras de Toño Fuentes fue junto con Eliseo Herrera de los más vendedores en Discos Fuentes. Anécdotas cuentan que llevó a Alfredo a Discos Fuentes y luego Alfredo lo llevó a él al sello Costeño. Como lo cantó en una puya: “El que llevó, llevó. El que aguantó, aguantó”.

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El Niño Inteligente 

Calixto fue El Niño Inteligente que encantó con sus temas. En Colombia le grabaron muchos: Diomedes, Los Betos, Los Hermanos Zuleta, Jorge Oñate, Farid Ortiz, Rafael Orozco. Trató de expandir afuera su obra y anduvo por México, Venezuela, Panamá y Estados Unidos. Contó décadas atrás al veterano locutor Carlos Melo Salazar que no solo hacía vallenato sino música tropical buscando lo internacional y que su mayor éxito fue El Africano que dio la vuelta al mundo  con decenas de versiones, y le narró a Jaime Pérez Parodi, también locutor y cultor del vallenato, que una vez se fue de polizón con Cesar Castro a Panamá y los iban a botar al mar, pero el capitán se enamoró de su música y los perdonó.  Es que Calixto tuvo una mente volada. Fue el hombre que pensó: Si el mar se volviera Ron y lo plasmó en un disco. El creador de “por eso la plata que cae en mis manos, la gasto en mujeres bebida y bailando” célebre La Plata. El romántico que compuso Todo es Para Ti, (que luego dejando el romance su música apareció en un mundial como un canto para la Selección Colombia). El rompecorazones que escribió bellezas como Diana, Palabra Sagrada o Miriam.  El negro de la sabrosura que armó Mi Biografía o La Sanguijuela. El de Playas Marinas, el de Los Sabanales.

El compositor colmado de picardía, añoranza, sentimiento, historias jocosas y sencillas, cuentos,  paisajes y personajes que se volvieron  parte del imaginario popular del Caribe como Compae Menejo, (el del  Calabacito Alumbrador) que por primera vez sale del monte a la ciudad y al ver la luz eléctrica,  los bombillos, descrestado piensa que son  calabacitos alumbradores; o  Remanga,  o el famoso El Pirulino que hasta en novela resonó. “Esos son  personajes que existen  y yo les cambio el nombre. Son algo que veo y  me inspira a esas composiciones cómicas como Remanga. Hacen muchas de las cosas que digo en los discos. Por ejemplo, si yo veo un tipo que se arrancó una uña, digo que se arrancó hasta el talón” decía.  Calixto que hasta a la tecnología le escribió en temas como Los Doctores, La Cirugía, o Los Científicos en la que se escuchaba: “Porque falta mucho que descubrir, yo creo que de aquí al año dos mil, hasta el que se muere lo hacen vivir”, mantuvo su humor hasta el final (recientemente sobre su caminador decía que ahora  se movía con un burrito mecánico). El maestro a quien sí hay que llamar maestro, además de un legado invaluable nos dejó alegría.

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Su obra contagia nuevas generaciones: En 2011 se publicó un álbum llamado Homenaje a Calixto en el que participaron junto al acordeón de su hijo Rolando Ochoa, los cantantes Martín Elías, El Churo Díaz, Peter Manjarrez y Silvestre Dangond entre otros. El repertorio de los nuevos Corraleros de Majagual en cabeza de Dino,  hijo de Alfredo Gutiérrez es en su mayoría de Calixto, y desde hace unos meses el Ministerio de Cultura y la Gobernación del Cesar al lado de Rolando Ochoa están realizando un trabajo dedicado a la obra de Calixto con las voces entre otros de Jean Carlo Centeno, El Gran Martin Elías, Orlando Liñan, Los K Morales etc. 

Hoy despedimos al gran Calixto Ochoa recordando lo gigante que fue y seguirá siendo.  Oyendo su música, con todo el respeto, la admiración y el cariño decimos como su canción “Listo Calixto”.

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