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A pesar de la tristeza, acá seguimos creyendo en la paz

Nuestro manifiesto Shock en un día triste para muchos, alegre para otros.

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Nuestro manifiesto Shock en un día triste para muchos, alegre para otros.

Hoy esperábamos otra cosa. Para qué les vamos a decir que no, si sí. Pero ya fue. No tiene sentido echarles ahora la culpa a otros por el resultado. Lo que pasó hoy, la división nacional que mostraron las votaciones, es nuestro punto de partida y nuestra convicción para que, desde la cultura joven, construyamos otro país. Nuestro país.

Así como queríamos que respetaran nuestra convicción por el “sí”, también es hora de respetar y de entender la convicción por el “no”. Si no estamos de acuerdo con ellos, dialogar, escucharlos, convencerlos. Una vez más se nos recordó que una cosa es la burbuja en la que muchos vivimos y otra el país que ha sufrido, que son muchas las realidad y visiones del país por ahí rondandon. Ahora hay que pedirles a los que no creían en este acuerdo derrocado que nos contagien de su optimismo en que sí se puede renegociar y que nos convenzan que sí se puede hacer un trato diferente. Hay que recordar que, a fin de cuentas, todos somos colombianos y eso de hacer pequeños países solo con los que estamos de acuerdo no funciona para nada.

¿Será mucho pedirles a las FARC (y al ELN y a las Bacrim también, que no se hagan los locos) que demuestren que sí quieren la paz, que sí quieren desmovilizarse, y que no desistan en sus planes de volver a la sociedad para sacar RUT, afiliarse a la EPS y comprar tv a cuotas? ¿Será mucho pedirles que desmonten la idea del rayo homosexualizador por un rato y lideren esta nueva etapa del diálogo?

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Por nuestra parte seguimos convencidos de que los jóvenes tienen que construir un país en paz y liderar el cambio. El país a fin de cuentas no es de las clases políticas que van regando mentiritas por ahí sino de esta nueva generación que entiende que entiende que hay que buscar nuevos caminos. Por nuestra parte seguimos convencidos que desde la cultura se comienza; que desde el respeto por lo que oye, ve y le gusta al otro, se pone el primer paso por la paz. Entender que es nuestro deber celebrar y festejar la diferencia. Youtubers, reggaetoneros, punketos, metaleros, tropipoperos. raperos, hipsters, vallenateros, rockeros millenials, emos, no tan emos, y tantos otros “-eros”, son igual de necesarios en una sociedad que, como la nuestra, es rica y diversa como pocas. Foto: EFE.

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