No queremos ser como el Grinch, pero después de ver estas películas quisiéramos que mandaran todas las navidades al traste. Los clichés más empalagosos de diciembre, tramas repetitivas y moralejas insufribles han hecho de estas las peores piezas del cine navideño, del cual tampoco hemos esperado nunca nada bueno.
El Grinch (2000}
En una de las peores apariciones de Jim Carrey en pantalla, interpretó al pintoresco y antipático personaje con un trauma infantil y un odio profundo a las festividades. La película, desde luego, termina de la forma más empalagosa posible: una niña le da fuerzas al Grinch para que salve la navidad, o sea los regalos.