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La moda no incomoda, menos en el Estéreo Picnic

Por Mayra Hernández @mayaelectrik y Tomás Martínez @laperamala

Fotos por María Fernanda Espitia

Producción: Oh Margot @_Ohmargot

La moda es el elemento que permite a las personas recobrar la seguridad que se pierde en el día a día, debido a la lluvia publicitaria que nos sugiere constantemente como “deberíamos” ser, y también a la critica que nuestros mismos amigos y familiares hacen de lo que somos. Sin embargo, una vez cumplida esa necesidad del ego, se convierte también en una herramienta de comunicación, que nos permite expresar nuestras actitudes, sintiéndonos cómodos con ello. Precisamente por eso es que el mundo de la moda carga con la cruz de ser un paraíso para las divas y los personajillos icónicos de nuestra cultura pop. Porque es un círculo con ganas de relucir,  donde las personas se reafirman a diario con la imagen que adoptan y se mezclan con eso otros que encuentran en la ropa un medio artístico y su vehículo de expresión. De allí deriva también el cambio constante y lo que es “estar de moda” y lo que no. No por ello la moda es algo negativo, no por ello deja de ser importante tomar decisiones a la hora de vestirnos, al contrario: es un imperativo, es una necesidad, no podríamos salir de nuestras casas si no tomáramos decisiones que nos permitan caminar con la frente en alto. Este fin de semana, Bogotá se dio un baño fashionista y de seguridad. 

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La bipolaridad del clima bogotano fue todo un reto tanto para productores como asistentes del festival Estéreo Picnic. Una bienvenida con una  inclemente lluvia, unas nubes el segundo día que nos recordaron lo que aguantamos por amor a la música, y un último sábado de sol de verano obligó a cada uno de los que pisaron la república independiente a lucirse con combinaciones armadas con las mejores piezas de sus ajuares aptas para sobrevivir y disfrutar el festival sin insolarse ni morir de frío. Y es que finalmente es el clima el que determina la forma de vestir y llevar la ropa. No en vano, en la industria de la moda se presentan las colecciones y pasarelas  más importantes por temporadas otoño-invierno y primavera-verano. Precisamente, es esa extrañeza climática la razón que pintó a Estéreo Picnic con una variedad de estilos. Descomplicados o muy preparados, pero siempre con sello personal, inundaron un pastal al norte de Bogotá en donde la música, la buena onda y el estilo fueron protagonistas en una sociedad que está empezando a reconocerse y de esa forma a ser un elemento influenciador en el mundo entero. Cada día que pasa, la sociedad capitalina sigue en un proceso de “redescubrimiento” de la moda, que los ha convertido en una referencia para el resto del país. Así como alguna vez nuestros abuelos vivieron una Bogotá teñida de negro y gris, coronada por sombreros, hoy vivimos una bacatá de personajes en sintonía con los estilos internacionales, pero que nunca pierden su identidad. Si querían ver gente bien vestida, tenían que haber ido al Estéreo Picnic.

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