Después de pasar una temporada para olvidar en el Real Madrid y una presentación aceptable en la Copa América, James Rodriguez por fin está de vacaciones. Ahora que está a la espera de un milagro que lo ponga entre los planes de Zidane para el próximo once titulares de la Casa Blanca y de recuperar su mejor nivel, parece que ha empezado a gestionar desde ya su versión 2016-2017.
En una publicación del Instagram de su esposa, Daniela Ospina, aparece el jugador colombiano con un nuevo color de pelo que bien podría ser una estrategia para congraciarse con Sergio Ramos y su no tan prodigiosa aparición con el tinte rubio en su cabeza o de una movida de motivación personal que le recuerda la fase supersayayin de los personajes de Dragon Ball Z.
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