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Es hora de sacar del clóset el sexo y no sólo el heterosexual

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“Señorita Antioquia, ¿usted cree que la mujer es el complemento del hombre? Yo creo que el hombre se complementa al hombre. Mujer con mujer, hombre con hombre y también mujer a hombre del mismo modo, en el sentido contrario.”

Por: Carmenza Zá @zacarmenza. // Foto: Archivo Shock.

Por allá en el 2008, esta respuesta de la reina antioqueña Verónica Velásquez le quitaba la corona del reinado nacional de belleza y la tiraba, generosamente, al segundo lugar. El país se conmocionó y las burlas a la candidata paisa no se hicieron esperar; la respuesta marcó varias generaciones, no sé si por obvia, por confusa o, simplemente porque en ese entonces, hablar de relaciones entre personas del mismo sexo, seguía siendo un tabú.

Hoy, siete años después y luego de la legalización del matrimonio gay en todo Estados Unidos, una ola de apoyo a esta comunidad se hizo evidente en las redes sociales. Con el hashtag #LoveWins y la opción que dio Facebook para poner la bandera del orgullo gay como filtro en el avatar, se levantaba triunfante la exigencia de igualdad y equidad para todo tipo de orientación sexual.

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Aún así, en Colombia, el reconocimiento de la comunidad LGBTI, sigue siendo pobre. Hace unos meses, la Corte Constitucional tomó una decisión tibia sobre la adopción de niños por parte de parejas gays y, en medio de la controversia, un estudio de la Universidad de La Sabana, aseguraba que la homosexualidad era un tipo de enfermedad.  ¿Los motivos? Todos vinculados al acto sexual, al coito,  al polvo, al folle, al faje, a la tirada, a la culeada.

Y es que, mientras avanzamos en el reconocimiento de los derechos civiles de los gays, seguimos manteniendo como tabú su realidad sexual. En esta nueva ola de apoyo a la comunidad homosexual, tanto como lo que ocurrió mientras se debatía sobre la adopción por parte de los mismos, destacaron los comentarios que exigían mantener en la esfera privada sus manifestaciones sexuales y afectivas.

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Es decir, está bien visto que cambiemos nuestro avatar de Facebook por uno que incluya la bandera gay, pero ojalá a ningún miembro de la comunidad LGBTI se le ocurra publicar la foto en la que se besa con su pareja ¡¿alguien quiere pensar en los niños?! Alguien, además de la Corte Constitucional, claro. Y ni hablar de la fantasía generalizada de ver a dos mujeres teniendo sexo. Pero paradójicamente que aberrante resulta mencionar que la culeada entre dos hombres incluye penetración anal… ¿QUÉ? Si, bebé, como lo lees... se dan por detrás.  ¿Y las mujeres? Bueno, en la follada entre dos viejas hay de todo y, aunque suene increíble,  existen mujeres que no necesitan de una verga para sentirse satisfechas.

Y bien, también están los bisexuales, que todavía se mueven entre los límites de lo aceptado y lo discriminado pero que, sin lugar a dudas, tienen el doble de opciones y que seguro lo pasan el doble de rico que cualquier heterosexual. ¡Qué cochina envidia me da!

Ya es hora de que saquemos del closet el sexo y no sólo el heterosexual; ya nos lo advertía en el 2008 la señorita Antioquia…que el hombre se complementa al hombre, mujer con mujer, hombre con hombre y también mujer a hombre del mismo modo, en el sentido contrario. Y ese complemento, mis queridos, incluye sexo puro y duro, penetración anal, chupadas, caricias, juguetes, sesenta y nueves, perritos, misioneros y claro, demostraciones de afecto y/o arrechera en público, como las de cualquier mortal.

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