Cristiano Ronaldo es uno de los futbolistas más importantes de esta era. De eso no hay duda. En su gaveta acumula más de 600 goles, cinco balones de oro y las pataletas con más cubrimiento mediático de los últimos tiempos. La última: justo después de ganar su tercera Champions consecutiva, en plena celebración, empezó a atizar su relación con las directivas del Real Madrid. Al parecer, o se va o quiere que le rueguen para que se quede (un ruego que incluye, desde luego, más cifras en su contrato). A estas alturas, no es raro escuchar de una nueva pataleta de CR7 en la Casa Blanca. Llegó como uno de los más caros del mundo y hoy todos sabemos que además de ser uno de los delanteros más letales, es también uno de los jugadores que más se mira en las cámaras de los estadios. Entendible, para una figura que se convirtió una máquina hecha a punta de entrenamiento y que creció siendo empujado a querer ser el mejor, a creer y amarse a sí mismo. A él le son indiferentes las críticas, como cuando Koke, rival del Atlético Madrid, le gritó en pleno partido: “¡maricón!” y él respondió “sí, soy maricón, pero lleno de plata”. Para que las criticas le resbalen y para sentirse los mejores, a pesar de que sus vidas demuestren todo lo contrario, tal y como cristiano, recopilamos varias lecciones de su carrera. Tómenlo como una guía de autoayuda. No olvide la confianza en sí mismo Si hay alguien que sabe de tener alta autoestima es él. Reconozca sus fortalezas y capacidades. “Al equipo le doy un 9 y a mí un 10”. La humildad está sobrevalorada Es importante aceptar cuando uno es mejor que los demás. Cristiano sabe cuándo alardear (siempre) y cuando aceptar que el otro es mejor (nunca). “Demasiada humildad es un defecto”. Sea auténtico (pero no siempre) Cristiano rompe la idea de que siempre hay que ser uno mismo. Él sabe que a veces es mejor guardarse opiniones impopulares. “Si digo lo que pienso estaría en la cárcel”. Aliméntese de los comentarios negativos de otros No les ponga cuidado a las críticas. Siga adelante e ignore a quienes no le caen bien. “Tu amor me hace fuerte, tu odio me hace imparable”. Mantenga estándares altos Cristiano nos enseñó a no bajar nuestros estándares y siempre buscar ser el mejor. No se conforme con lo mínimo y esfuércese lo más posible para lograr sus metas. “¿Mi gol? Es normal, cuando se tiene calidad”. Reconozca sus fortalezas Ámese a usted mismo e identifique cuando es el mejor en su campo. Cristiano nos enseña que cuando se trata de ego, “mucho no es tanto”. “Mi futbolista favorito soy yo”. La envidia es mejor despertarla que sentirla “Soy guapo, rico y buen jugador. Me tienen envidia”, dijo alguna vez. Ante las críticas, no olvide que, seguramente, muchos quisieran ser como usted.
En medio de una triste conferencia de prensa Camilo Zúñiga, anuncia su retiro del fútbol profesional. Manifestó que durante los últimos meses ha intentado recuperarse, pero que los inflamatorios ya no funcionan en él. Colombia pierde a uno de los grandes por una lesión que lo saca de las canchas a sus 32 años de edad. Por: Álvaro Castellanos Por las llagas de Jesucristo, ¿qué le pasa a Falcao que siempre se lesiona? Porque además de recaer en problemas de rodilla también le dan en la cabeza, en las costillas o hasta en la ingle, que fue su última dolencia. Es como si la “buena energía” que le enviamos a diario con hashtags tan pendejos como #FuerzaTigre derramaran en él una sal imposible de recoger. Es una sal que, aparte, no merece. A diferencia de otros futbolistas colombianos, Falcao es un tipo ejemplar, buena gente, sacrificado, decente. Eso sí, ha logrado cosas increíbles, triunfos imborrables, pero su maldición impide que hayan sido más. Muchas preguntas caen sobre el Falcao versión 2017. ¿Podrá estar en el Mundial de Rusia? ¿Evitará nuevas lesiones? ¿Le alcanzará para ir a brillar a algún club de elite mundial? ¿Ganará más títulos? ¿Volverá al mejor nivel que le conocimos en el equipo de Cementos Argos? Lejos de saberlo, su historia parece una telenovela dramática de guion predecible. Cada vez que el 9 retoma un buen nivel, se lesiona, se pierde grandes partidos y preocupa a todos. Y luego retoma un buen nivel, pero se lesiona, se pierde grandes partidos, preocupa a todos. Y así sucesivamente. Para la memoria Todos recuerdan la lesión que sacó a Falcao de Brasil 2014. Soner Ertek, un profesor de geografía que jugaba fútbol en sus tiempos libres, le rompió el ligamento cruzado de la rodilla izquierda en un juego irrelevante por la Copa de Francia. Pero pocos recuerdan que, a los 19 años, el ídolo se rompió el ligamento cruzado de su otra rodilla, la derecha, mientras calentaba para un River-Oriente Petrolero por Copa Libertadores. Era apenas 2005, pero Falcao, aun sin enviciarse a la plancha para el pelo, ya sabía qué era lesionarse. Dos años antes, en 2003, se perdió el Mundial Sub-17 de Finlandia por otra rotura de ligamentos: en un tobillo. A pesar de tener la peor lesión del fútbol en ambas rodillas y un reguero de otras molestias físicas que le joden la continuidad y la confianza, Falcao se mantiene vigente en el mainstream del fútbol. Un milagro provocado por él mismo. Su reputación va más allá de su manager Jorge Mendes (que lo llevó sin suerte a Manchester United y Chelsea). Si Falcao sigue siendo una superestrella en Europa, es gracias a virtudes tan poco colombianas como la persistencia, el trabajo, el esfuerzo y la mentalidad ganadora. No quiere «volver a rugir» Cuando Falcao no pudo estar en Brasil 2014, la noticia trajo tristeza, lágrimas y millones de titulares idénticos tipo “El tigre quiere volver a rugir”, los cuales aún leemos cuando el samario recae en líos físicos. Tres años después de su peor lesión, que después no lo dejaría lucirse en Manchester ni en Londres, Falcao se sacudió la sal, botó su plancha para el pelo, modernizó el corte y brilló otra vez. En esta campaña, el goleador histórico de la selección suma más de 20 anotaciones con el Mónaco y le metió una barbaridad de gol al City para sacarlo de la Champions, con gambeta, velocidad y pisadita incluidas. La increíble temporada de Radamel, que nos recordó su mejor versión cuando jodió al Chelsea en una Supercopa Europea, nos alborotó a todos. De ahí que la prensa reencauchara su porquería de titular, ahora convertido en “El tigre vuelve a rugir”. El día que los periodistas abran un libro y dejen ir esos lugares comunes para siempre, a lo mejor Falcao deja de lesionarse. Sin embargo, lo sabemos, tanta efervescencia duró poco. Los colombianos, que vivimos de la ilusión para no morirnos de tristeza, lamentamos la última lesión que colecciona Radamel, en la ingle, y volvemos a inquietarnos sin saber si podrá recuperar su alto nivel. Ya reapareció y hasta anotó en el partido contra el Angers. ¿Cuánto durará esta racha? Masacrar ídolos: deporte nacional Iván Mejía, gran comentarista, aceptable columnista y un mala-leche consumado, dijo en 2015 que Falcao era “un ex-futbolista” por su exceso de lesiones. “Yo quiero mucho a Falcao pero me parece que es un exfutbolista. Él tendría que pensar en dejar de ganar millones y millones para su iglesia. Debe dedicarse a jugar al fútbol en un equipo de media tabla, donde pueda jugar 90 minutos”. Ahora que el goleador postergó su regreso a la selección, imagino al comentarista acariciando su arzobispal barriga, lanzando risas macabras, con una bata de satín y sosteniendo una copa de coñac, al estilo de los malvados clásicos. Lo de Iván Mejía se trata, al fin y al cabo, de una maldad muy colombiana. Ser crítico está bien; ser un cafre, no. Pero es que bajar la caña nos fascina. Es una forma en la que ponemos en evidencia nuestras frustraciones. Nos encanta trapear el piso con los ídolos. Los destruimos con la misma pasión con que los creamos. Y Falcao lo sufre. Cuestionamos sus decisiones deportivas, atribuimos su peor lesión a la codicia de ir a ganar plata a Mónaco, donde no se declaran impuestos, como si fuera tan fácil ir a rechazar sueldos semanales de 1200 millones de pesos colombianos. Francia fue un desacierto deportivo, puede que sí. Pero con el periódico del día siguiente bajo el brazo, cualquiera tiene la razón. En fin. Cracks de cristal Las lesiones son un palo en la rueda que se atraviesa en el éxito de un deportista. Es el efecto colateral de saltar a una cancha, así que no sufrirlas es casi imposible. Es difícil pensar en futbolistas profesionales que no se hayan lesionado con algún grado de complejidad. Y todos, desde el tercer arquero de Fortaleza, hasta Messi y Cristiano, están en constante riesgo de que les machaquen los músculos, los huesos o ambos. Cuando las lesiones son constantes, al futbolista le llega un problema endémico, recurrente. Una sombra de la que se hace imposible desmarcarse. Volver, jugar, recaer, recuperarse, volver, jugar, etc. Es la pesadilla de Falcao, pero también la de muchos futbolistas reconocidos y hasta legendarios. Leyendas opacadas Si Ronaldo Nazario de Lima, el real, el brasileño, no se hubiera lesionado tanto, hoy podría ser considerado el mejor futbolista de la historia. Igual fue tan bueno que le alcanzó para meterse entre los seis o siete mejores. A comienzos de 2000, cuando comenzaba a ponerse gordo, volvió con luego de seis meses de una lesión de tendón rotuliano. Inter de Milán jugaba la final de la Copa Italia contra la Lazio, un equipo súper poderoso en ese tiempo y, poco después de entrar a la cancha, haciendo una gambetica sobre el balón, el fenómeno se desplomó solo, se rompió del todo el tendón de la rodilla y su forma de jugar cambió para siempre. Cuando volvió, un año después, se convirtió en 9 de área. Ya no tomaba el balón y apilaba rivales. Se volvió un definidor. En 2002, ganaría el Mundial, y luego iría al Real Madrid de los “galácticos”. Pero, como si el azar no hubiera sido lo suficientemente cruel con él, jugó su último partido como profesional visitando el glamuroso Murillo Toro de Ibagué en un juego de Copa Libertadores en que su equipo, Corinthians, quedó eliminado a manos del Deportes Tolima. Algunos escalones debajo de Ronaldo, no tantos, está el holandés Marco Van Basten. Los que lo vieron jugar ratifican que todo lo hacía bien. Era delantero, pero podía arrancar desde la mitad de la cancha y crear sus propias opciones de gol. Dúctil, lírico, definidor. Hacía que lo imposible pareciera fácil. El holandés, campeón de la Euro en 1988 e figura de ese AC Milan perfecto de finales de los ochentas, dejó de jugar a los 29 y se retiró a los 31 por una avalancha de lesiones en sus tobillos que se los dejaron de cristal. De no haberse lesionado tanto y haber jugado más tiempo, pudo llegar a estar casi al nivel de Johan Cruyff. Real Madrid, experto consumado en marchitar futbolistas, arruinó la carrera de Kaká y la dejó en un declive que el brasileño no pudo revertir. Luego de ganar el Balón de Oro en 2007, último trofeo que no fue para Messi o Cristiano, Kaká salió de Milán a Madrid en 2009 con la expectativa de pasar a la historia, pero una pubalgia mal llevada (lesión producida por exceso de cópula) y operarse mucho después evitaron que brillara junto a Cristiano, Benzema y compañía. Cuatro años después, cuando Kaká logró escapar de Madrid, todo estaba consumado, física y emocionalmente para su carrera, que hoy concluye en la pusilánime MLS. Goleadores, pese a todo Si juntamos al francés Just Fontaine y al argentino Gabriel Batistuta tendremos, más de 650 goles en conjunto. El francés, dueño del récord de más goles en un Mundial (13 en Suecia-58), se tuvo que retirar a los 28 años. En una época de cuidados médicos nulos, el goleador del Stade de Reims no se pudo reponer de una fractura de rodilla y terminó su carrera muy joven, pero con casi 300 goles: una monstruosidad de cifra para la edad que tenía. El mítico Batistuta, que metió 356 goles en su carrera, dice que en su tramo final (Inter de Milán y el fútbol de Qatar) casi no podía correr. Famoso por ver el fútbol no como una pasión, sino como un trabajo donde quería ser el mejor, Bati-gol dijo hace unos años, medio en broma medio en serio, que a veces quería que le cortaran las piernas para evitar el dolor. Andar lesionado En esta categoría, en la que podría ir Falcao, hay dos jugadorazos aún jóvenes que han visto estacadas sus carreras por andar lesionándose: Sergio Agüero y Marco Reus. El “Kun”, ídolo consumado de Manchester City, lleva varios años dando tumbos y cayendo en baches futboleros por culpa de pequeñas lesiones musculares y de ligamentos que no lo dejan jugar con el potencial de Independiente y Atlético Madrid, que lo tenían casi al nivel de Messi. En tanto, el delantero del Borussia Dortmund fue uno de los mejores de la selección alemana de los últimos años, pero su lluvia de lesiones (desgarros, rotura de ligamentos de tobillo, distención de ligamentos) ha caído con furia y con el peor timing posible: apenas para perderse el Mundial de 2014 y la Euro de 2016. En tres años, el crack del Dortmund ha sufrido más de 10 lesiones oficiales. Pese a todo, Reus sigue jugando al fútbol aferrado a su voluntad y su talento. Sebastian Deisler, otro alemán, tuvo que retirarse en 2007, con 27 años, luego de cinco operaciones de rodilla que le produjeron una depresión de nivel psiquiátrico. Olvidados lentamente Bayern Múnich conserva dos cracks “dosmileros” que poco a poco han ido desapareciendo de la recordación de los hinchas. El holandés Arjen Robben y el francés Franck Ribéry. Del primero uno ya no se acuerda ni de sus piscinazos porque juega muy poco. Tuvo más suerte que Kaká, porque si bien en Real Madrid acumuló nueve lesiones musculares en dos años y casi no jugó, pudo saltar al Bayern, donde ha sido figura y sumado toda cantidad de títulos durante ocho temporadas. Su lista gigante de lesiones, que van de serios problemas de rodilla, pasando por desgarros y dolencias en meniscos e ingle hacen que el holandés de revejido semblante no interese más a otros equipos por su propensión a las lesiones. Tal vez más olvidado está Ribéry que en 2014 estuvo fuera seis meses, se perdió el Mundial, y en 2015 no pudo jugar en casi todo el año por romperse los ligamentos de un tobillo y recaer en pequeños resentimientos. En la última temporada no se ha lesionado, pero es poco lo que jugó por la superpoblación de talento de su equipo. Ser olvidado poco a poco es algo que sufrió Pablo Aimar, el argentino mundialista en 2002. En 2015, después de ir diluyéndose y de pasar por destinos tan serie B como Malasia, el “payaso”, con su aspecto juvenil de siempre, no alcanzó a regresar oficialmente con River Plate. Luego de diversas operaciones de tobillo decidió frenar su vuelta, agradeció por todo y dijo adiós. En Colombia Detrás de la ausencia de Falcao de Brasil 2014, también se quedaron fuera otros jugadores como Edwin Valencia, un jugador de cristal que poco le sirve su posición de volante central. Lugo de vivir lesionado en Fluminense y Santos, su llegada a Atlético Nacional en 2017 tuvo toda la repercusión, pero a la fecha apenas ha jugado unos minutos por culpa de diferentes percances físicos como desgarros. Otro nombre de selección Colombia que ha jugado oficialmente poco en los últimos años es Camilo Zúñiga. En Watford ha tenido lesiones reiteradas de tobillo, pero que siga jugando en la actualidad es medio milagroso, porque durante su época en Napoli, llegó a considerar el retiro del fútbol por «osteofitos», la aparición de una especie de hueso en la articulación de una rótula, que lo hizo jugar 24 partidos a nivel de clubes entre 2013 y 2016. Más que una lesión, era una enfermedad que casi lo saca del fútbol. Paradójicamente Zúñiga sí fue al Mundial y hoy busca jugar más en un fútbol inglés, que poco favorece a los colombianos. El peor de todos Se llama Abou Diaby, es francés y hace más de una década era un interesante prospecto que salió del Auxerre con rumbo al Arsenal. El quijotesco volante, que llegó a ser comparado con Patrick Vieira por su calidad como mediocampista de largos recorridos, llegó a los Gunners en 2006, pero semanas después de su fichaje sufrió una fractura horrorosa de tobillo que lo forzó a ser operado tres veces para poder jugar de nuevo. La reacción en cadena de su tobillo roto derivó en un número inconcebible de lesiones: 40 (cua-ren-ta, en serio), en las siguientes siete temporadas. Dolores abdominales, contusiones en la cabeza, problemas de espalda, desgarros, lesiones de muslos, esguinces y la lista sigue. El pobre Diaby casi debe permanecer en una urna de cristal sellada al vacío para no lesionarse. En el presente, «salchicha», como lo apodó el narrador Bambino Pons por lo endeble, tiene 30 años y juega en el Olympique de Marsella. «Juega» es un decir, porque, claro, hace meses está lesionado.
El sistema político más popular de occidente es la democracia. Las personas eligen a los ladrones que los gobiernan y aunque es un modelo torpe (porque prima la voz de las mayorías y las mayorías siempre se equivocan), es tal vez el menos peor que existe. Y una de las características de la democracia (casi siempre) son las transiciones en el poder. Visto así, el Balón de oro suele ser democrático porque premia por medio de unas votaciones al mejor futbolista del mundo (en 2016 lo eligen 193 periodistas). Y aunque durante mucho tiempo el premio cayó en diferentes manos, la alternancia democrática se vino abajo en 2008 porque llegaron Messi y Cristiano a convertir al Balón de oro en una “dictadura compartida”. Por Álvaro Castellanos | @alvaro_caste / Foto: Getty “Dictadura compartida” suena contradictorio, pero explica el reinado de ambos extraterrestres en la última década. Además porque Messi y Cristiano no son tan diferentes como los pintan. Los dos mejores futbolistas de este tiempo generan máxima idolatría, juegan asquerosamente bien, son estrellas pop y hasta evaden impuestos con la misma efectividad con la que hacen goles. Eso sí, por lo bien que juegan merecen levantar todos los trofeos que existen y merecidamente han escriturado los máximos reconocimientos futboleros que existen. Si Cristiano Ronaldo y Lionel Messi no existieran, en 2016 el Balón de Oro sería tan democrático que podría ganarlo Antoine Griezmann. El francés, casi un desconocido para los hinchas de ocasión que aplauden cuando ven un saque de banda, es un súper crack y lo demostró en el último año como goleador de Atlético Madrid y su selección. De igual forma, en los últimos años el Balón de oro lo habría ganado Ribéry, Neuer, Neymar, Xavi e Iniesta dos veces, y hasta el niño Torres, que llegó a jugar muy bien, pero por momentos pudo reforzar la banca de cualquier equipo colombiano. La mentalidad hollywoodense del “bueno” y el “malo” ha hecho que pongamos a Messi y a Cristiano en esquinas opuestas. Dividen más que la pizza hawaiana. Uno es un muchacho introvertido, suramericano, solidario, que representa al Barcelona y supera la ficción cada tres días con sus jugadas y sus golazos. Y el otro, un atleta ultra-competitivo, europeo, prepotente, que representa al Real Madrid y el único capaz de hacerle sombra a Messi en su pedestal de extraterrestre. Futbolísticamente, Messi le da sopa y seco a Cristiano. A Cris lo comparan con Leo, pero a Leo lo comparan con Maradona y Pelé. Sin embargo, en cuestión de actitudes, ni el argentino es tan bueno como lo pintan, ni el portugués es tan malo. Son más los personajes que han construido en torno a ellos. Al final, Cristiano y Messi son tan diferentes que terminan pareciéndose. El ganador del Balón de Oro este año será Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro. Indiscutiblemente. El portugués ganó la Champions League y la Eurocopa con Portugal, en contraste con un año en que Messi perdió la final de la Copa América Centenario y hasta tuvo que “renunciar” por unos meses a la selección para cambiar críticas por ruegos de que volviera. De todos modos, el rosarino sigue rompiéndola cada tercer día con el Barcelona e incluso con su selección. Cuantitativamente, este año estuvo detrás que Cristiano, pero muy por encima de los demás. Resulta muy fácil para los 193 periodistas que eligen al Balón de Oro poner en el 1-2 a Messi sobre Cristiano, o viceversa, y no hay que ser Juan Pablo Varsky para llegar a esa conclusión. Jorge Valdano, un tipo muy cercano al Real Madrid, dijo alguna vez que “El mejor del mundo es Messi y el segundo, Messi lesionado”. Según Fabio Capello, que dirigió a los merengues, “Cristiano sabe inglés, Messi, fútbol”. “Messi es un jugador de Play Station. Las cosas que son imposibles, él las hace posibles”, declaró Arsenne Wenger, entrenador del Arsenal. Incluso Karl-Heinz Rummenigge, exgoleador alemán, va un poco más allá: “Nunca vi a nadie tan maravilloso. Ni Pelé ni Maradona”. Pero justo por eso Cristiano Ronaldo es tan crack. Porque ha evitado que Messi gane 9 balones de oro seguidos y ya le arrebató 4. Sin embargo, por más que ambos sean futbolistas increíbles, en un mundo tan desigual es cuando menos insultante que valgan tanta plata. Con su renovación hace unas semanas, CR7 ganará 26,3 millones de euros libres hasta 2021. Es decir, 118 millones para asegurar la vida hasta de sus tataranietos. Eso, sin contar que la mayoría de sus ganancias vienen de contratos publicitarios y derechos de imagen. Sobre Messi, en tanto, dicen que se está haciendo el difícil para renovar, y que el Inter y el PSG están al acecho, pero es casi seguro que extienda su contrato hasta 2022 con un aumentico de sueldo que esté bien por encima de los 34,9 millones de euros anuales que gana en este momento. La plata que están ganando los mejores futbolistas del mundo es una locura, pero no tanta si la comparamos con los fichajes de Pogba (110 millones) e Higuaín (95 millones). Esa cantidad de plata no tiene presentación. Y ahora, para seguir exprimiendo las ganancias, el nuevo Presidente de la FIFA quiere hacer un Mundial de 48 equipos con 16 grupos de tres selecciones. ¿Qué tipo de idiotez es esa? De razón el fútbol es una religión, porque de sentido común, tiene poco y nada. La codicia parece ser la constante del fútbol en el presente. Las vacas sagradas de la FIFA han sido retirados de sus cargos, llevados a prisión y otros están de soplones para bajar sus condenas (como Luis Bedoya expresidente de la Colfútbol). Y mientras tanto, se volvió costumbre que los mejores futbolistas del mundo evadan impuestos. Messi y Cristiano encabezan esta lista. La contabilidad creativa de quienes manejan al argentino ha provocado una defraudación de más de 4 millones de euros a la hacienda pública española. Por esto, la Fiscalía de delitos económicos de Barcelona pide para Jorge Messi (su padre) una pena de 18 meses en la cárcel. Y sobre Ronaldo, las acusaciones de desfalco son recientes por haber desviado a las Islas Vírgenes (léase, paraíso fiscal) al menos 150 millones de euros para ocultar ingresos por derechos de imagen. Lo dicho. No son tan diferentes. Cris y Leo son noticia todos los días. Se convirtieron en ídolos pop. Messi, menos mediático que su rival, se pinta las mechas de amarillo o se tatúa una pierna y los medios del mundo salen a documentarlo como si se tratara de la llegada del hombre a Júpiter. Por eso, sale uno a un parque, ve a un grupo de niños jugando y ninguno quiere ser Orlando Berrío o Ayron del Valle. Algunos emulan a James o Falcao por asuntos geográficos, y otro más hipster, a Luis Suárez o Zlatan, pero Messi y Cristiano son el ideal de casi todos. Y al menos por los próximos cinco o seis años la tendencia parece que será la misma, aunque con razón. Afortunados nosotros, los futboleros de esta época, quienes pudimos ver en plenitud a este par de extraterrestres que protagonizan la dictadura más democrática jamás vista en la historia del fútbol.
Que Islandia tenga buenos resultados no es ninguna sorpresa, así algunos se rasgen las vestudiras por la imposibilidad de Portugal de ganar el partido. Islandia clasificó de segunda en su grupo, eliminando a Holanda y solo teniendo a República Checa por encima.Que Ronaldo no tenga un buen partido tampoco es una sorpresa y mucho menos que abra su boca para hacer uno que otro comentario polémico. Aunque nadie le custiona su calidad, no es un jugador que aparece siempre en los partidos importantes y al final siempre termina con una perla. Esta vez dijo que Islandia había celebrado como una equipo con mentalidad pequeña. A pesar de eso nadie le quita lo bailao y menos con las victorias que lleva sobre sus hombros.Pero como era de esperarse, lo decíamos ayer con el matoneo a Piqué (ver reacciones), los Hooligans de las redes sociales volvieron a aparecer y aquí no se le perdona nada a nadie, muchos menos a este genio y figura, que lo único que ha hecho es celebrar sus goles calmando al públio rival, mostrar sus abdominales, afeitarse las cejas y posar para la foto. No olvidemos las decenas de goles que mete todas las temporadas, sus Balones de Oro y el descache de hoy.Seleccionamos una buena dosis de odio tuitero, para ver si dibujamos una sonrisa con la amargura de los culés, fanáticos de Messi y el resto del parche que adora al portugués:
No es secreto que las estrellas de la música, el deporte y el cine son algunos de los principales usuarios con los que cuenta una red social, aun cuando estos no suelen tener participación en la compañía dotan de un inmenso valor solo con su presencia, sobre todo cuando se lanza una red. Por Ängel Navas Rosal // @AngelNavasIM Más inforamción Facebook es la red social en la que las estrellas del entretenimiento acumulan mayor número de fans, pero ¿quiénes son los que logran congregar mayor cantidad de seguidores, las estrellas de la música, el deporte o el cine? Shakira, Eminem, Ronaldo, Messi, Vin Diesel y Will Smith son los que lideran en sus campos, logrando en algunos casos más de ¡100 millones de fans! ¡Veamos juntos cómo se distribuye el top 10 de los deportistas, actores y músicos más influyentes en Facebook a nivel mundial! En el top de toda la red social se encuentra Cristiano Ronaldo con más de 109 millones de fans, lo que lo convierte en la tercera cuenta con mayor cantidad de seguidores solo por detrás de las cuentas oficiales de Facebook y Facebook for Every Phone, siendo así la personas con más fans en Facebook en todo el mundo. En segunda posición (no como suele ser en la entrega del Balón de Oro) figura Leo Messi con casi 83 millones de seguidores y reclamando la 5ta posición como la persona con mayor cantidad de fans, le sigue en la lista del deporte el también jugador del Barcelona FC Neymar Jr con 55 millones de fans. En total el Top 10 de los deportistas más influyentes acumula más de 491 millones de seguidores en Facebook y en la lista encontramos jugadores retirados como David Beckham o Michael Jordan, así como jugadores en el ocaso de su carrera como Ronaldinho y Kakà que aún son súper estrellas de talla mundial. El cine es una industria que genera estrellas de alcance mundial, en una entrevista Chris Martin (Coldplay) en sus años de “Viva La Vida” comentaba que él era consciente que era muy famoso, pero que al caminar por la calle junto a su entonces esposa Gwyneth Paltrow, se daba cuenta que no lo era tanto, que las estrellas de Hollywood tenían otro nivel de fama. Si Facebook fuera el termómetro de fama, Vin Diesel se llevaría el trono entre los actores con sus casi 97 millones de fans, siendo así la 3ra personas con mayor cantidad de seguidores en la red de Mark Zuckerberg. En segundo lugar encontramos a Will Smith con 75 millones de seguidores, por delante de Jackie Chan con 64 millones y llama la atención como en el top 10 no figura Robert Downey Jr quien en los últimos 3 años ha sido el actor mejor pagado de todo Hollywood. En total las diez estrellas de cine con mayor cantidad de fans acumulan casi 557 millones de seguidores (por cierto entendemos que entre los acumulados de todas las categorías hay muchos usuarios duplicados). El deporte y el cine tienen un gran alcance en redes sociales, pero si hay un sector del entretenimiento que ha sido motor de las redes es la música. La música controla las primeras posiciones del Top 10 en múltiples plataformas (Twitter, YouTube, Instagram…) y Facebook no sería la excepción. Tal es así que los músicos reclaman 6 de las 10 primeras posiciones entre las personas más famosas en la red con Shakira a la cabeza y sus 104 millones de seguidores siendo así la 2da personas con más fans en el planeta. Pero Shakira no está sola, un poco más atrás le sigue Eminem con 92 millones de fans y Rihanna con 81 millones. Así como el deporte cuenta con figuras retiradas, el legado de Michael Jackson y Bob Marley siguen muy vigente, tanto como para congregar a más de 76 millones y 74 millones de fans respectivamente. Curiosamente entre ellos se encuentra Justin Bieber en la 5ta posición, quien junto con Adele es la estrella del momento. ¡En líneas generales el alcance e impacto de las estrellas de música en Facebook es avasallador, con 777 millones de fans! No solo las estrellas de la música acumulan más de 220 millones de fans que el cine o 286 millones más que el deporte, sino que en líneas generales la media de alcance es mucho más elevada y la diferencia entre el primero de la lista y el décimo no es tan diferente de los otros casos. Fíjense que la diferencia de volumen de fans entre Shakira y Beyoncé es del 39%, mientras que la diferencia entre Cristiano Ronaldo y Michael Jordan es del 76% y entre Vin Diesel y Taylor Lautner del 69%. Lo que quiere decir que el impacto global está menos distribuido en el deporte y en el cine. Al final del día todos son estrellas de alcance mundial y tal es así que pongamos eso en cifras: si sumamos el número de fans de los 30 aquí presentes encontramos una audiencia de 1.825 millones de fans, o lo que implica más del 100% de los usuarios de toda Facebook (sí, hay unos cuantos fans duplicados, solo sumar los fans de Messi y Neymar Jr que también les gusta Shakira y así…)
Tanto fanáticos como contradictores podrían estar de acuerdo con que no cualquier 'pelagato' logra ganar por cuarta ocasión en su carrera el Botín de Oro por parte de la asociación de medios en Europa.Esta premisa sumada a los 40 goles de la pasada temporada con el Real Madrid hacen incuestionable el olfato de gol de Cristiano Ronaldo. Lo bailado no se lo quita ni los chismes de operaciones estéticas en sus cejas.Por eso consideramos justo que la marca de zapatos que el portugués representa le rinda un nuevo homenaje con el diseño de unos nuevos botines personalizados inspirados en sus habilidades.Estos son los 'Mercurial Super Fly CR7 324K Gold', que saldrán a la venta en la App de 'Nike Football' a partir de enero del próximo año.¿Qué tal?
En la historia quedará que Colombia y Uruguay se enfrentaron un martes 13 en su duelo número 17 por las eliminatorias rumbo a la Copa del Mundo de Rusia. Los antecedentes, hasta ahora, no han sido favorables para la tricolor. Desde 1957 Colombia solo le ha podido ganar una vez a Uruguay en el estadio Monumental: fue un 5 de julio de 1973, previo a la Copa Mundo de Alemania. El artífice del triunfo, en ese entonces, fue Willington Ortiz, quien anotó el único gol del encuentro. Si usted es de los que no confía en la selección y sufre de trezidavomartiofobia, es decir, fobia al día martes 13, y es de los que prefiere no viajar, embarcarse, casarse, ni de su casa apartarse, por temor a viejo adagio que se aplica a este día, acá recolectamos algunas de las filigranas extrafutbolísticas que tienen los jugadores para enfrentar cada encuentro. Agüeros que sugerimos a los integrantes de la Selección Colombia para acabar con la mala suerte que nos ha acompañado en territorio charrúa durante los últimos 58 años. En este martes 13 le vamos a prender velas al espíritu del gol del “profe” Willy en el 57 y haremos uso de todas las cábalas posibles para que Colombia obtenga su segunda victoria en las eliminatorias. -Los calzoncillos de la suerte: El arquero colombiano René Higuita utilizaba cada partido, ineludiblemente, calzoncillos de color azul. En una entrevista a Fifa.com el anterior guardameta de Colombia explicó: "A fines de los 80', el Atlético Nacional no podía ganarle al Millonarios. En eso llegó Carlos Perea y fuimos juntos a ver a una señora que leía la suerte. Nos dijo que nos habían hecho alguna brujería y nos envió una correa y calzoncillos azules para todos los jugadores. Anduvimos bárbaro: ganamos todo y llegamos a conquistar la Copa Libertadores. Desde entonces aún los uso", No dice si eran los mismos calzoncillos a los que les prolongó su vida útil o si cambiaba de calzoncillos del mismo color. -Cábala intelectual: El mediocampista italiano Gennaro Gattuso tenía una gran variedad de rituales antes de cada partido. En la Copa del Mundo de 2006 Utilizaba cada día el mismo suéter así estuviera sucio o sudado. Pero lo más extraño era que no podía iniciar un partido sin leer algunas páginas de un libro de Dostoyevski. -Goles guardados: Gary Lineker, Hugo Sánchez y Ronaldo compartían la misma fórmula cabalística para mantener su amorío con las redes rivales. Antes de cada partido ninguno de ellos remataba al arco “para no gastar goles”. Tal vez por eso Falcao no ha vuelto a hacer goles, puede que los esté gastando antes de cada partido.-La banda sonora de la victoria: El central inglés John Terry tiene una cantidad de agüeros que nos hacen pensar que padece de trastorno obsesivo compulsivo. Siempre ocupa el mismo lugar en el estacionamiento, repite el mismo puesto en el bus que lo lleva hacia los partidos y siempre utiliza el mismo orinal en los estadios. Durante cada concentración, también, tiene un cd con la misma música que no puede olvidar. El equipo francés campeón del mundial de 1998 compartía también un ritual musical: escuchaban en el vestuario la canción de Gloria Gaynor "I Will Survive". Dicen también que la plantilla del Colo Colo logró la Copa Libertadores de América en 1991 bajo la rigurosa disciplina de hacer el calentamiento escuchando "Sopa de Caracol", de Banda Blanca. La Selección Colombia podrá escuchar canciones como el Ras Tas Tas para recordar el júbilo mundialista. -Cabeza de buda: El capitán de la selección anfitriona en Francia 1998, Laurent Blanc, besaba antes de cada encuentro la cabeza calva del portero Fabien Barthez. En ese año fueron campeones de la cita mundialista. En el equipo colombiano no tenemos calvas prominentes, pero podrían adaptarse a la cábala acariciando el afro de Cuadrado o de “La Roca” Sánchez.
Anthony Wonka, es el encargado de dirigir este filme documental (Fire in the night, The Battle for Marjah), la clave detrás del proyecto son sus productores Asif Kapadia (director de los gloriosos Senna y Amy) y James Gay-Rees (principal productor de esas dos películas). El estreno está previsto para el 9 de noviembre en salas de cine mundial.Durante 14 meses siguieron al crack portugués en su intimidad con imágenes nunca antes vistas. Messi aparece en el film, pero no para ser rival sino para sumarse al éxito que han cosechado ambos. Es como un regalo para todos los fans de Ronaldo que nunca lo han visto tan relajado ante la cámara.Universal Picture es la encargada de la distribución, también participa Mediapro, la productora de Jaume Roures que contrató a Álex de la Iglesia para dirigir el documental sobre Messi. Los dos mejores futbolistas del mundo trasladan ahora su rivalidad del campo de fútbol a la pantalla gigante.
Les presentamos uno de los videos más virales de la semana. Para variar, tiene que ver con el fútbol, aquel familiar juego de pelota que nos enloquece a todos. Esta vez el protagonista es un muchacho, a quien apodaron Gordihno, que demuestra en pocos minutos su técnica para los tiros libres. Ya quisieramos tener su talento, comparable sin exagerar a Ronaldo. Bueno, guardando las proporciones y entendiendo la ayuda de la edición. Como dicen por ahí, la magia de la televisión.
Tras la pasión por el juego, oscuros señores han manchado el deporte arreglando partidos, usando el fútbol como cortina de humo o vendiendo a los jugadores al mejor postor. Esta es la historia de cómo Ronaldo, el “fenómeno”, jugó un partido que no debía por la presión de unos billetes. Por: Fernando Araujo Vélez Para la edición impresa Shock Limited. RONALDO LLEGÓ AL VESTUARIO TOMADO DE LA MANO DEL DOCTOR JOAQUÍN DE MATA, 45 minutos antes de que se iniciara la final de la Copa del Mundo de 1998. Miraba a lo lejos, hacia todas partes y hacia ningún lado. Caminaba como un autómata, aunque se esforzaba por disimularlo. Cuando lo vieron, sus compañeros se le fueron encima para preguntarle cómo estaba, cómo se sentía, qué había pasado. Él decía “bem, tudo bem”, e intentaba sonreír. “¿Estás para jugar?”, le preguntaban. Él volvía a decir “bem, tudo bem”. Cuando se encaminó hacia su locker para cambiarse, vio pegada en la pared la alineación con la que Brasil se enfrentaría a Francia en la final del Mundial. En su lugar estaba el nombre de Edmundo. Edmundo o “animal”, como lo llamaban, jugaría en vez de él. Ronaldo calló. Observó de nuevo el vestuario y a sus compañeros y tomó su camiseta, la número nueve, y luego sus botines Nike, diseñados para él. La vida le había cambiado mucho a Ronaldo Nazario da Lima en los últimos tiempos. Tal vez, demasiado. Tenía 21 años apenas. Y, sin embargo, parecían cincuenta. A los ocho firmó su primer contrato con un equipo de Río de Janeiro, el Valqueire. Luego pasó por el Flamengo y por el Cruzeiro. A los quince, ya formaba parte del PSV Eindhoven de Holanda. Pocos años más tarde, estaba en el Barcelona. Entrevistas, autógrafos, presiones. En el 94 fue el niño mimado de Brasil. Lo llevaron al campeonato de Estados Unidos 94 para que supiera qué era una Copa del Mundo, cómo habría de comportarse, cómo tendría que responder a las presiones, cómo serían los entrenamientos y cómo reaccionaría ante las críticas de los periodistas. Ronaldo pasó la prueba. No jugó, pero aprendió y comprendió. En Francia, la selección de Brasil dependía de él. La selección; su patrocinador, Nike; la Confederación Brasileña de Fútbol; los dirigentes, los periodistas y los hinchas. Recomendado: Neymar no es el único sobreactuado: deportistas que exageran más de la cuenta Y en Francia, Ronaldo apenas tenía veintiún años. De niño, muy niño, jugaba para el Flamengo. Entrenaba con varias docenas de niños como él, surgidos de las favelas. El fútbol, para ellos, era mucho más que un juego. Era la única posibilidad de salir de la miseria. Un día Ronaldo, el “garotinho” de los dientes separados, le preguntó a su entrenador si habría una posibilidad de que le facilitaran el dinero para los pasajes desde su casa. “Ese es su problema”, le respondió el técnico. Ronaldo, entonces, probó en otro equipo, el Sao Christovao, que le quedaba más cerca y, fuera de eso, le pagaba unos cuantos cruzados para su transporte. El “garotinho” de los dientes separados brilló, pero su equipo cayó en un desastre casi imposible de solucionar. En uno de aquellos partidos casi de barrio, aunque tuvieran el pomposo ribete de Segunda división, lo vio Jairzinho, aquel legendario Jairzinho de la Copa de México 70. Jairzinho pagó 10.000 dólares por los derechos del niño. Lo compró, como a los esclavos. Le dijo algunas cosas, le enseñó otras, y en unos cuantos meses, lo vendió al Cruzeiro por 100 .000 dólares. Allí jugó algunos años y allí se retiraría del fútbol en el 2009. Antes de cumplir quince años fue transferido a Holanda por una cifra diez veces superior a la que el Cruzeiro había pagado. Su carrera era una espiral de millones de dólares con la que se hacían ricos los clubes, los intermediarios, los entrenadores, los descubridores de talentos, los periodistas adeptos a ciertos sobornos para halagarlo, los dirigentes del fútbol y sus patrocinadores. Todos, de una u otra manera, formaron parte del cónclave que se creó a su alrededor, 45 minutos antes de que se jugara la final de Francia 98. Y todos, de una forma o de otra, fueron responsables de que arriesgara la vida ante miles de millones de personas en una cancha de fútbol, el 12 de julio de 1998. Cuando salió a la cancha del estadio de Saint Dennis, en París, ya corría el rumor de que había padecido una fuerte convulsión. Con las horas, algunos dirían que fue la noche del 11 de julio. Otros, que ocurrió después del almuerzo del domingo 12, siete horas antes de la final ante Francia. Ronaldo había llegado a la Copa como la gran figura de su equipo y del torneo. Todas las cámaras y los flashes y los hinchas lo buscaban. Nike había firmado un contrato multimillonario para que fuera su imagen, y más que eso, había suscrito con la CBF (Confederación Brasileña de Fútbol) un negocio exclusivo por 40 millones de dólares para ser la marca de la Selección. Una de las cláusulas estipulaba que Ronaldo debería jugar los noventa minutos de los partidos que Brasil disputara si se encontraba en buenas condiciones médicas. El 12 de julio, luego de haber estado en la clínica, el doctor Lidio Toledo dictaminó que estaba en condiciones para jugar. “Debido al estrés, lo llevé al hospital y pedí un examen completo, una electrografía y un electrocardiograma”, dijo Toledo, el jefe médico de la delegación. Días más tarde, expresó que “probablemente”, Ronaldo había sufrido un ataque epiléptico. Lo cierto fue que el domingo 12 de julio Ronaldo Nazario da Lima fue llevado al hospital Lilas por el doctor Joaquín de Mata. Regresó a las 7:45, algo más de una hora antes de la final del mundo. “La decisión que tomé de decir que Ronaldo estaba en forma es la peor decisión que he tomado en mi vida”, diría Toledo pasadas varias semanas, cuando los medios de comunicación y algunos médicos no dejaban de cuestionarlo. Toledo se había excedido en sus dosis de analgésicos con Ronaldo, y él lo admitió, más allá de que negara que lo había inyectado. Leonardo y Carlos Alberto, testigos del momento en el que su compañero convulsionó, declararían que sí lo habían inyectado. El cuadro clínico indicaba que una mezcla de analgésicos y anticonvulsionantes había derivado en el ataque. Más allá de teorías, acusaciones, y del drama que se vivió en el vestuario de Brasil, Ronaldo quería jugar. Era el sueño de todo niño. Su sueño y el de sus padres. La oportunidad de quedar en la historia, un momento único que, quizá, no se repetiría jamás. Él quería jugar. Por eso se puso la franela número nueve de su equipo y los botines Nike, indiferente a las discusiones que se suscitaban en el camerino sobre la pertinencia de que jugara ante Francia. El equipo se dividió. Por una parte, un grupo liderado por el capitán, Dunga, consideraba que el titular debía ser Edmundo, que no podrían arriesgar a Ronaldo. Otro, encabezado por Leonardo, quería que el “9” fuera Ronaldo. Zagalo, el técnico, y Zico, su asistente, argüían que la decisión ya estaba tomada y firmada: Edmundo sería el centro delantero. Sin embargo, mientras el vestuario se caldeaba cada vez más, y a pocos minutos del partido más trascendente de los últimos cuatro años, un delegado del grupo avisó a Ricardo Teixeira lo que ocurría. Teixeira, presidente de la CBF y yerno de quien hasta veinte días atrás fuera el máximo dirigente de la FIFA, Joao Havelange, bajó de inmediato al camerino para “ordenarle” a Zagalo que alineara a Ronaldo. Él había suscrito el millonario contrato con Nike, aquel de los 40 millones de dólares y de la cláusula según la cual Ronaldo debía jugar siempre, mientras estuviera en condiciones médicas para hacerlo. Teixeira dijo que el informe de los doctores era positivo, y cuando le informaron que, según las reglas, no podría cambiarse ningún nombre de la planilla entregada, contestó que él era Ricardo Teixeira, y que él lo solucionaría. “No sean tontos, recuerden quién soy”. Teixeira llegó al fútbol de la mano de Joao Havelange, quien lo involucró en el deporte cuando tomó las riendas de la FIFA, en 1974, luego de oscuros episodios de chantajes, regalos millonarios, e incluso, sucesos de espionaje. “El mayor talento de Ricardo Texeira es ser el yerno de Havelange”, le comentó alguna vez Guido Tognoni, jefe de comunicaciones de la FIFA, a David Yallop, para su libro Cómo se robaron la copa. Estudió derecho y trató de formar algunos negocios que terminaron en el fracaso. Con el fútbol, todo empezó a cambiar. Teixeira asumió el déficit que había dejado Havelange en la CBF, sus secretos, y se hizo rico. Aliado con las sucesivas dictaduras en Brasil, con personajes subterráneos del fútbol, con jueces, ministros, periodistas y demás a quienes les pagaba con boletas de Mundial sus favores. Heredó el reino del fútbol brasileño y las turbias maneras de su predecesor. Compró lo que se podía comprar, que era casi todo, con dineros de la Federación, como lo hizo su suegro. Partidos, árbitros, sedes, denuncias, columnas de opinión. Compró, por ejemplo, a los directivos de la Federación Ecuatoriana para jugar su partido de eliminatorias 94 en Guayaquil, en lugar de hacerlo en Quito, como lo habían anunciado. “Cuando el arreglo de cooperación se filtró en Quito —escribió Yallop—, fue ultrajante. Miembros del Congreso ecuatoriano iniciaron una investigación. Hubo una profunda sospecha de que el arreglo fue más allá de cambiar ilegalmente la jurisdicción y cubría una garantía para no ganarle a Brasil. Preguntado para responder sobre la ira en Ecuador, Teixeira se quedó perplejo. ‘¿Cuál es el problema? ¿Si era bueno para nosotros y bueno para ellos? Es válido romper las normas si creemos que debemos ganar’”. Compró con miles de dólares su cargo en la CBF y ahí multiplicó su dinero por cientos de millones. Como decía a finales de los 90 el presidente de Flamengo, Marcio Braga. “Es obvio que su dinero sale del fútbol. Cuando se posesionó en la CBF venía de un negocio de inversiones bastante malo, llamado Minas Investimento. Se vendió en un dólar después de quebrar. El frustrado abogado y hombre de negocios ahora es propietario en Río de una concesionaria Hyundai, dos clubes nocturnos y un restaurante. Con su finca ha hecho una fortuna que se remonta a 100 millones de dólares. En todo está protegido por Havelange”. Braga intentó luchar contra Teixeira y Havelange durante más de veinte años, pero siempre fue vencido. Acudió a la justicia ordinaria para demandar a Teixeira, pero La FIFA, es decir, Havelange, proscribió a su equipo. “El fútbol en Brasil está en manos de la mafia y es de lo peor que uno se pueda imaginar”. Teixeira llevó a 33 amigos con todos los gastos pagos a las finales de la Copa del Mundo de Italia 90, y a otros 100 a Estados Unidos 94. Allá, bajo la conducción de Carlos Alberto Parreira, Brasil obtuvo su cuarto título del mundo. Havelange y Teixeira se encargaron de enviarles regalos de distintas cuantías a quienes controlaban la Copa. Desde los patrocinadores, con quienes habían firmado contratos de millones de dólares, hasta los organizadores, llegando, por supuesto, al comité de arbitraje. De cualquier forma, Brasil ganó. Romario brilló, y Bebeto lo secundó. Pese a las críticas por el estilo europeizado del scratch, venció en la final a Italia. La copa era todo. Fue todo. Siempre fue todo, desde 1930, cuando Mussolini envió a dos de sus esbirros para que intimidaran al argentino Luis Monti y perdiera la final ante Uruguay, hasta la final del 98, la de Ronaldo. Desde que en el “El duce” amenazó al staff general de la FIFA, al técnico Vittorio Pozzo y a sus jugadores para que Italia ganara, hasta el 66, cuando Stanley Rouss, barajó las cartas y los árbitros y las sedes y los rivales para que Inglaterra triunfara en un Mundial. Desde el 78, cuando la cúpula militar argentina compró a algunos futbolistas de Perú para que fueran a menos contra su país, y perdieran para que el equipo de César Luis Menotti llegara a la final, hasta el 82, cuando don Joao Havelange decidió romper lo que se había firmado y, en asocio con multinacionales de ropa deportiva, le arrebató la sede de la Copa del 86 a Colombia, pues, decía (decían) “en Colombia nadie compra zapatillas deportivas, y el 50% de la gente anda descalza”. En el 90 los brasileños creyeron que por una victoria el mundo dejaría de girar. Se llevaron toneladas de electrodomésticos en el vuelo 1035 de Varig a Río de Janeiro, y pretendieron llevarlas hasta sus casas sin pasar por aduana. “El evento, que debió ser una razón para estar orgullosos y con júbilo para toda la nación, resultó ser una serie de malos manejos con el fin de encubrir actos ilegales que consistieron en la admisión en el territorio nacional de mercancías extranjeras sin el pago de los impuesto debidos”, rezaba una investigación judicial contra la Selección. El responsable legal de aquellos sucesos era Teixeira, quien en medio de la euforia, las cámaras y los cánticos de miles de hinchas, se negó a permitir que las autoridades de aduana revisaran el equipaje, aduciendo que dos millones de personas los aguardaban en la calle para celebrar. “¿Cómo puede usted atreverse a decirme eso?”, le gritó, según David Yallop, al jefe de aduanas de turno, un señor de apellido Belson, quien le había sugerido que salieran con sus bolsos de mano esa noche y regresaran a la mañana siguiente, una vez fuera debidamente revisado el resto del equipaje. “Soy campeón del mundo. Le exijo la entrega inmediata del equipaje sin ninguna inspección. Tenemos camiones afuera que nos están esperando para transportarlo todo y nadie lo va a impedir. Qué atrevido, hablarme a mí así. ¿No me reconoce? ¿No sabe quién soy?” Los gritos y los improperios subieron de tono. Teixeira amenazó con ordenarles a sus muchachos que se bajaran del camión en el que recorrerían Río. Los jugadores se solidarizaron con él. De a pocos, se fueron sumando a la discusión. Branco le dijo al señor Belson, “tome la Copa, quédesela usted”. Romario añadió: “Si usted no entrega el equipaje, no habrá desfile”. Algún otro jugador botó su medalla al piso y la pisoteó. Carlos Alberto Parreira y Zagallo le dijeron “Bien, si quiere una inspección, hagámosla ahora mismo. No nos preocupan las multas, pero no se olvide que pasaremos la noche aquí. Me gustaría saber qué va a hacer usted con toda esa gente allá afuera”. Las presiones lograron que Belson y sus subalternos claudicaran. Desde la presidencia de Brasil, hasta ministros, jueces y periodistas, intercedieron por los jugadores, a quienes consideraron héroes nacionales. El equipaje tenía un exceso de doce toneladas en neveras, televisores, juegos, computadoras, muebles e incluso, de acuerdo con la fiscalía, narcóticos. “Este departamento está convencido de que el fútbol se está utilizando para lavar dinero proveniente de la droga”, diría cuatro años más tarde una fiscal de Río. Aquel Ricardo Teixeira, socio de Havelange y de Castor de Andrade, uno de los capos de las mafias brasileñas; aquel Teixeira, amigo de quienes deciden qué es justo en Brasil y qué no, de quienes toman las decisiones y a quienes invita a partidos de fútbol y a Copa y copas, fue el que dispuso que Ronaldo Nazario jugara la final del 98. “No sean tontos, recuerden quién soy”, dijo entonces, y cambió las planillas oficiales, enviando al garotinho de los dientes separados a una batalla en la que no podría combatir, arriesgando su vida. Meses más tarde, Nike le declararía al periodista Luciano Wernicke: “La compañía nunca opina en qué jugadores deben integrar un equipo, ya que dicha decisión es responsabilidad de los cuerpos técnicos. En la previa de la final, Nike no tuvo conocimiento de la condición física de Ronaldo y de su inclusión en el equipo, hasta que fue anunciado públicamente”. Ronaldo, por su parte, dijo: “Cuando llegué al estadio estaba bien y tenía ganas de jugar. No sé qué me pasó. Roberto Carlos habló de mucha presión. Puede ser, como puede ser cualquier otra cosa. Algunos periodistas escribieron que tuve miedo, pero esa es una de las tantas mentiras que se escriben sobre mí. ¿La verdad? Sí sentí un miedo terrible. Perdí la Copa del Mundo, pero gané la copa de la vida. Estoy triste por la final, pero la vida cuenta mucho más”. Brasil perdió aquel partido, 3-0, por razones que iban mucho más allá de lo que Ronaldo hiciese o no sobre el campo del Saint Dennis de París. Perdió porque Francia lo apabulló, porque Zinedine Zidane sacó a relucir su capacidad cuando más se lo necesitaba y anotó dos goles, fuera de dirigir a su equipo, y porque el fútbol de Brasil se condenó mucho antes de salir a la cancha. Se condenó cuando priorizó los dólares sobre el juego.
La Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor de México) y la tiquetera Ticketmaster llegaron a un acuerdo para poner fin a una demanda colectiva que involucra a más de 500 consumidores, con un total de reembolsos que supera los 3.4 millones de pesos mexicanos (cerca de 693 millones de pesos colombianos). Profeco instó a los consumidores afectados por la cancelación unilateral de boletos por parte de Ticketmaster durante todo el año pasado a presentar su documentación para reclamar sus reembolsos pendientes, según reportó El Economista, que calificó la demanda como inédita para el entretenimiento. Se acordó que aquellos que demostraran la cancelación de sus boletos recibirían el reembolso completo, incluidos los cargos por servicio, además de una bonificación del 20% según lo estipula la ley. No es la primera vez que Ticketmaster enfrenta una demanda de consumidores. En 2023, la empresa tuvo que reembolsar a más de 2,155 personas por problemas en los conciertos de Bad Bunny, donde muchos fanáticos no pudieron ingresar debido a fallas en el sistema. En total, Ticketmaster tuvo que devolver más de 18 millones de pesos mexicanos a los seguidores del artista.Antes de iniciar el show de Bad Bunny en diciembre de 2022, el estadio no se veía lleno, pero no era por falta de venta: los conciertos de Bad Bunny en México se agotaron en cinco minutos hace más de 10 meses.Lo que resultó fue que TicketMaster México tuvo fallas en su sistema y contó como falsos o duplicados algunas entradas que fueron adquiridas de forma legal. Los encargados de logística no permitieron la entrada al estadio a nadie que su tiquete no arrojara luz verde. Miles de personas se quedaron sin ver a Bad Bunny a pesar de haber adquirido su boleta de forma directa.La demanda a Ticket Master del Departamento de Justicia de Estados Unidos El Departamento de Justicia de Estados Unidos planea presentar una demanda antimonopolio contra el promotor de conciertos Live Nation, propietaria de la tiquetera Ticketmaster, de acuerdo con un reporte de The Wall Street Journal. Las acusaciones específicas siguen sin estar claras y el momento de presentar una demanda es incierto. El Departamento de Justicia se negó a hacer comentarios,según el medio.¿Por qué las críticas a Live Nation y Ticketmaster?Desde hace varias décadas, varias voces en la industria de la música han considerado que Live Nation ejerce un poder desmesurado en el entretenimiento en vivo.Live Nation y Ticketmaster se fusionaron en 2010 y ahora se anuncia como la "compañía de entretenimiento en vivo más grande del mundo".Las críticas alcanzaron un punto alto en noviembre de 2022 después de que el sitio web de Ticketmaster colapsara debido a una demanda extraordinaria de entradas para la gira Eras de Taylor Swift. En ese momento, el Departamento de Justicia estaba investigando a la empresa.Los legisladores estadounidenses interrogaron a los ejecutivos de Live Nation en una audiencia en enero de 2023 que unió a demócratas y republicanos sobre el dominio de la industria de la compañía que, según los críticos, está perjudicando a rivales, músicos y fanáticos.Posteriormente, los fanáticos de Swift demandaron a Live Nation por “conducta ilegal” en la caótica venta de la gira de la artista, y los demandantes alegaron que el gigante de la venta de entradas violó las leyes antimonopolio, según CNN.
Entre todas las tendencias de redes sociales, por estos días hay una que llama la atención: "Mira entre las letras de tu teclado". La idea es dar algún mensaje dentro de las letras en el rango descrito. Uno d elos ejemplos más frecuentes es el de "mira entre la h y la l en tu teclado" para decir "jk" o "just kidding" (solo bromenado en inglés). De momento, los usuarios señalan letras para las iniciales de nombres de personajes memorables, celebridades o figuras públicas, sin embargo, no ha sido del todo claro para muchos. ¿De dónde viene la tendencia de Mira entre las letras de tu teclado?De acuerdo al sitio Know Your Meme, que rastrea los orígenes de memes y tendencias en Internet, un usuario de la plataforma 4 chan posteó el 11 de mayo del 2021 una imagen con la figura de Yui Hirasawa, protagonista del anime K-On!.Esta imagen solo venía acompañada con un texto que decía “Mira entre la t y la o en tu teclado”. Con eso, se forma Yui, el nombre de un personaje.Sin niguna razón aparente, el post volvió a X (Twitter), en referencia a personajes de My Hero Academia: Izuku (Midoriya) y Uraraka (Ochaco). Entre el 17 y el 19 de abril se ven las primeras publicaciones al respecto.El trend también está Reddit, Twitter y otras plataformas y en distintos idiomas. Sobre K-On!K-On! es una serie de manga que comenzó a serializarse en la revista seinen Manga Time Kirara desde mayo de 2007. Una adaptación a serie de anime de 12 episodios se emitió originalmente entre abril y junio de 2009.La serie narra la historia de 4 jóvenes de colegio que buscan hacer su propia banda. El apellido de Yui está basado en el guitarrista de la banda japonesa de techno-pop P-Model, Susumu Hirasawa.
Para los y las que les gusta leer un libro y después verse la adaptación en película o serie, les tenemos el parche. En Netflix muchas de las producciones más populares han sido inspiradas en libros. Producciones que han llegado a ser número uno, como Secuestro del vuelo 601, nacieron de investigaciones o novelas de grandes autores. De hecho, las adaptaciones de Netflix están impulsando las listas de libros más vendidos y, a mi forma de ver, le han dado vida a historias icónicas como lo veremos este 2024 con Cien años de soledad, la novela más reconocida del autor colombiano Gabriel García Marquez. Así como es cierto que muchas adaptaciones no le son fiel a los libros y decepcionan a sus fanáticos, también es un hecho que Netflix ha logrado reconocimientos muy grandes con estas producciones. Por ejemplo, en los Oscar 2024, La sociedad de la nieve, película basada en el libro que cuenta la historia de los sobrevivientes de los Andes, fue nominada a Mejor Película Extranjera. Amantes de los libros, les digo que se pueden llevar gratas sorpresas con esta ola de adaptaciones que está llegando a la plataforma de Netflix. Acá les dejamos seis opciones que sí o sí tienen que leer y ver. SECUESTRO DEL VUELO 601Esta miniserie colombiana de Netflix ha dado mucho de qué hablar. La historia, protagonizada por Monica Lopera, Angela Cano, Valentín Villafañe y Christian Tappan, está inspirada en el secuestro del avión HK–1274 de la Sociedad Aeronáutica de Medellín en mayo de 1973. En cada episodio se deja claro que, aunque la serie está basada en hechos y personajes reales, por efectos de la dramatizaciones, algunos personajes, incidentes, lugares y diálogos son ficticios. Lo que pocos saben es que la serie se inspiró y basó específicamente en Los Condenados del Aire, el libro del periodista italiano Massimo Di Ricco. En este trabajo, Di Ricco reconstruye el fenómeno de aeropiratas que actuaron en Latinoamérica. La historia del secuestro del vuelo 601 no fue única y tampoco está aislada. Como explica el periodista en su libro, entre 1967 y 1973 hubo alrededor de 90 secuestros de aviones en Latinoamérica y cerca de 30 de ellos ocurrieron en Colombia.LA SOCIEDAD DE LA NIEVEA principios del 2024, la película de Netflix La sociedad de la nieve dejó sin palabras a más de uno. Esta es una excelente producción en la que, durante dos horas y veinticuatro minutos, se retrata la experiencia de los 16 sobrevivientes del equipo de rugby que se extravió en los Andes después de un accidente de avión. Los sucesos reales son crudos y desoladores y la película, sin irse por el lado del morbo usando descripciones demasiado gráficas, es fiel al infierno que tuvieron que pasar los sobrevivientes. Esto, además de lograrse gracias a la producción en sí, fue también gracias a Pablo Vierci (escritor, periodista y guionista uruguayo) el autor del libro homónimo publicado en el 2008. Para serle fiel a los hechos, Vierci viajó con un grupo de sobrevivientes a la montaña y escuchó como cada uno recordaba los setenta y dos días que estuvieron a la deriva en la cordillera. La sociedad de la nieve se empezó a escribir desde 1973 y se publicó muchos años después. Un libro que recoge muy bien, no solo los hechos y las batallas que tuvieron que afrontar los uruguayos, sino los sentimientos de cada uno en el limbo. La película fue nominada a Mejor Película Extranjera en los Oscar 2024. LA LUZ QUE NO PUEDES VEREsta historia está ambientada en Francia durante la Segunda Guerra Mundial. La luz que no puedes ver narra en paralelo dos experiencias. Por un lado, la de una joven francesa ciega que, junto a su padre, huyeron de París cuando los Nazis invadieron la ciudad. Por el otro, la vida de un joven alemán reclutado por el ejército para rastrear emisiones de radio ilegales y así derrocar a la Resistencia Francesa. La producción se basó en novela homónima, escrita por Anthony Doerr, ganadora de un Premio Pulitzer en el 2015. Un libro muy alabado por los jurados del premio ya que, en sus palabras, "“es una novela imaginativa e intrincada sobre los horrores de la Segunda Guerra Mundial, escrita en capítulos breves y elegantes que exploran la naturaleza humana y el poder contradictorio de la tecnología". La adaptación para Netflix de este libro estuvo en manos de Shawn Levy, director, productor y guionista canadiense detrás de producciones como Stranger Things. ORANGE IS THE NEW BLACK Muy pocos saben que serie que revolucionó al público, entre el 2013 y el 2019, con la historia de Piper Chapman, una joven que debe pagar tiempo en prisión por los delitos de su ex novia, Alex Vause, está inspirada en un libro. La trama, que sigue la vida de todas las reclusas en la prisión de Litchfield, Nueva York, explora la violencia, el arrepentimiento, el amor y la importancia de las relaciones. Aunque Chapman y Vause son las protagonistas de la serie, cada capítulo cuenta la historia de una de las reclusas evidenciando como, muchas veces, una vida dura e injusta lleva a malas decisiones. El libro que inspiró la serie es Orange Is the New Black: Crónica de mi año en una prisión federal de mujeres, una crónica en donde Piper Kerman cuenta su propia experiencia con el narcotráfico, el lavado de dinero y, como consecuencia, su condena en una prisión federal de mujeres. Una crónica fiel de la reclusión: los retos que se deben enfrentar a diario y la transformación que conlleva estar privada de la libertad. LA MUJER EN LA VENTANAAnna Fox es una psicóloga infantil que sufre de agorafobia (un trastorno de ansiedad) por una experiencia traumática. Ese pánico la hace vivir sola, en su apartamento en Nueva York, desde donde le toma fotos a sus vecinos y espía sus vidas. Todo cambia cuando escucha un grito que viene desde la casa de los Russell. Anna presencia un aterrador acto de violencia que la hará preguntarse si lo que vio realmente sucedió. Si son amantes de los libros, este seguro lo vieron en los estantes principales de las librerías. La mujer de la ventana fue la primera novela de A.J. Finn que no tardó mucho en convertirse en un best seller. Se publicó en más de cuarenta idiomas y se adaptó a la pantalla con la actuación de Amy Adams, Julianne Moore y Gary Oldman. THE SINNEREsta es una de las mejores series que he visto en Netflix y es muy poco conocida. Cada temporada es un caso de misterio bien bizarro que el detective Harry Ambrose debe resolver. Cada historia es un cuestionamiento que, aunque se exagera por función a la dramatización, nos lleva a pensar en los humanos, las sociedades, las culturas y, sobre todo, los extremos a los que hemos llegado. Petra Hammesfahr escribió la novela homónima de thriller psicológico, que se convirtió en un bestseller internacional, en la que se basó la serie. En una tarde de verano, Cora Bender mata a puñaladas a un completo desconocido en la playa. ¿Por qué lo hizo? Aunque la joven se declara culpable, el policía Harry Ambrose sabe que hay algo detrás de este crimen sin motivo aparente. Por eso, se niega a cerrar la investigación hasta entender por qué Cora mató a alguien enfrente a su familia. Una historia que termina revelando la psique de Cora y su traumático pasado. ***Les recomendamos: Las 30 mejores series para ver en Netflix en 2024
La creadora de contenido mexicana Wendy Guevara compartió escenario con Madonna durante el show en México de la reina del pop.Guevara fue la invitada principal en la pasarela de Madonna donde interpretó su emblemática Vogue, uno de los hits más importantes de Madonna. ¿Quién es Wendy Guevara?Wendy Guevara es la ganadora de La casa de los famosos México. Es la primera mujer trans en ganar este reality, y de hecho, cualquier reality mexicano en televisión abierta.Desde los primeros episodios, Wendy cautivó al público con su carisma y espontaneidad. Fue una de las participantes favoritas a lo largo del programa, que otorga un premio de cuatro millones de pesos mexicanos, cerca de 235.000 dólaresSu triunfo ha sido celebrado como un hito para la representación trans mexicana y latinoamericana.Wendy Guevara es una creadora de contenido mexicana. Se dio a conocer por un video que llegó a las redes sociales en 2017, cuando ella y su amiga Paola Suárez piden ayuda tras ser “abandonadas” en un cerro en León, Guanajuato. De ahí surgió un audio que decía “estamos perdidas, perdidas, perdidas”, y se hizo viral.Más tarde, se unió a ellas Kimberly Irene, y juntas formaron un grupo conocido como “Las Perdidas”.También se hizo conocida por un meme que ganó fuerza en 2022. La foto nació por un video que ella misma publicó en su canal de YouTube, donde está hablando a la cámara mientras su amiga toma un baño. Su gesto de desagrado se conviritó en uno de los memes más populares de 2022.Nació en agosto de 1993, y desde chiquita, una de las novelas que más le gustaban era Amigas y Rivales, fue el personaje que interpretaba Angélica Vale, el cual se llamaba Wendy Nayeli.“Yo crecí con todos esos programas, con las novelas de Amigas y rivales y todo eso. Es bien linda la Michelle Vieth. Yo me sentía Michelle Vieth en la novela, yo decía que yo era ella, y yo estaba chiquilla”, comenzó. “Pero me pusieron ‘Wendy Nayeli’ por el personaje de Angélica Vale que hacía de sirvienta. Yo le barría a una amiga su estética, y se me quedó Wendy Nayeli, por la culpa de Angélica Vale, te lo juro. Todos me decían ‘Wendy’”.En un episodio de La casa de los famosos, Wendy también narró que fue víctima de abuso sexual cuando era menor de edad."Cuando me violaron sí fue distinto, fue un muchacho ya mayor de edad wey (...) Cuando me llevó la policía fue lo peor, yo temblaba del miedo". También contó que fue revictimizada durante la revisión médica.¿Por qué Vogue fue tan importante para el pop? Esta canción llevó al “mainstream” el vogueing, un estilo de baile que se originó en los salones de baile (“ball rooms”) en Nueva York que nacieron desde los 60. En estos espacios alternativos, afros y latinos podían expresar libremente su orientación sexual o identidad de género, sin temor a ser discriminados o estigmatizados.El vogueing consiste en imitar los movimientos de las modelos posando como en la revista Vogue. Junto al documental Paris is Burning, Vogue de Madonna visibilizaron una de las manifestaciones culturales más representativas del movimiento LGBTI, que aquel momento luchaba por un anhelado y necesario reconocimiento en la sociedad.Además de Vogue, sus declaraciones a favor de la lucha contra el SIDA, cuando nadie más lo estaba haciendo, hicieron de Madonna un icono gay, y así se mantiene hoy. Pero Madonna no se limitó a copiar los pasos del vogueing ni mucho menos a apropíarselo. Para las coreografías de la gira, la reina del pop recurrió a Luis Camacho y José Gutierrez (conocidos como José y Luis Xtravaganza), 2 figuras prominentes de la escena “ball room”.
Con motivo de los 25 años del estreno de Star Wars: Episodio I -La Amenaza Fantasma, la película regresará a las salas de cine, según lo confirmó Cine Colombia en su cuenta de Instagram. De momento se sabe que la película estará disponible a partir del 2 de mayo, aunque no se conoce en qué salas. La película se estrenó originalmente en cines colombianos en junio de 1999. Star Wars: Episodio I -La Amenaza Fantasma es la cuarta película de la serie de películas de Star Wars, la primera película de la trilogía precuela y el primer capítulo cronológico de la Saga Skywalker. Ambientada 32 años antes de la trilogía original (13 años antes de la formación del Imperio Galáctico), durante la era de la República Galáctica, la trama sigue al Maestro Jedi Qui-Gon Jinn y su aprendiz Obi-Wan Kenobi mientras intentan proteger a la Reina Padmé Amidala de Naboo con la esperanza de asegurar un final pacífico a una disputa comercial interplanetaria. Junto con Anakin Skywalker, un joven esclavo con poderes naturales inusualmente fuertes de la Fuerza, simultáneamente se enfrentan al misterioso regreso de los Sith.El legado de Star Wars: Episodio I -La Amenaza FantasmaEpisodio 1 fue un éxito de taquilla. Con un presupuesto de 115 millones de dólares recaudó más de 1000 millones en todo el mundo y fue la más exitosa en su año de estreno. Sin embargo, muchos de los más fieles fans no quedaron del todo satisfechos. En su momento, la película fue elogiada por sus efectos especiales, pero, como recuerda Luke Holland en The Guardian, los meses posteriores al estreno de la película, la opinión cambió. Pero, como agrega Holland, "La amenaza fantasma, sin embargo, no está nada mal. Liam Neeson y Ewan McGregor son excelentes. Cuenta una historia satisfactoria y cerrada. Su acción se maneja con rapidez y estilo. Y, desde la muerte de Qui-Gon hasta que la madre de Anakin lo abandonó, ocasionalmente incluso logra tocar la fibra sensible del viejo corazón. A pesar de los Gungans, es una película de Star Wars muy sólida".