Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

El evangelio según Edward Snowden

515051_snoeden.jpg
snoeden.jpg

Por Álvaro Corzo V. - @Corzo360

La próxima semana se cumplen dos años de la crucifixión del último de los discípulos de la verdad.  Sin duda el más famoso y arriesgado informante de todos los tiempos, Edward Snowden, quien literalmente se bajó del cielo y de su sueldo de cerca de medio millón de dólares para revelar al mundo la red de espionaje más grande de toda la historia. La misma que aun hoy permite al gobierno estadounidense, acceder a las comunicaciones pasadas de gran parte del planeta.

Después de trabajar en Hawaii como contratista de inteligencia para el gobierno americano, de vivir a tope y lleno de posh junto a su novia, la guapísima modelo Lindsay Mills, Snowden, de 29 años lo entregó todo. Se puso la sotana y se auto proclamó mesías de la privacidad digital. Aun sí eso significara convertirse en el enemigo número de los Estados Unidos. Confinado por siempre quizás, a vivir en asilo político en la fría Rusia de Vladimir Putin.

Muscular, Mystic o Prism, X-Key Score no son nombres de burdeles. Son los programas que Snowden reveló sobre los esquemas de recolección de información privada por parte de la Agencia Central de Inteligencia Americana (NSA) con la ayuda de los principales barones de las telecomunicaciones como Google, Apple, Microsoft, Yahoo, Facebook así como de empresas de telefonía como AT&T, T-Mobile, Verizon, Sprint entre otras.

Publicidad

Evidencias de una gigantesca red de vigilancia omnipresente, especie de gran hermano en esteroides que llevó al mundo entero a escandalizarse en 2013 cuando se destapó la olla prendiendo por primera vez el debate sobre nuestra privacidad y hasta donde estamos realmente dispuestos a comprometer por estar cada vez más interconectados digitalmente.

Aunque ya han pasado dos años desde que se sacudió el mundo por del destierro de este evangelista 3.0 junto con su fábula apocalíptica de un futuro donde las autoridades podrán predecir nuestras acciones a partir de nuestras comunicaciones  y demás boronas digitales en la red. Aún así, más y más usuarios de todo el mundo siguen llegando a diario a sumar las filas de Twitter, Instagram y Facebook sin cuestionar nada.

Publicidad

La resurrección de Snowden no ha sido en vano a pesar de no cotizar el mismo número de feligreses que una celebridad de un reality show. Su evangelio, el cual es más apegado a la supervivencia que a la soberbia no es más que una hoja de ruta por la protección de nuestra privacidad. Una tarea que debería ser muy fácil de alcanzar sí se siguen estos simples pasos.

En la red use Tor, la plataforma que la va poder permitir conectarse al internet de forma anónima, pasando así el primer gran filtro. Una vez adentro y con una conexión que cambia su dirección IP incasablemente olvídese de Google, Yahoo o Bing como buscador, utilice DuckDuckGo o Torch plataformas que no guardan las búsquedas de los usuarios, permitiendo navegar la red sin dejar rastro. Sí de comprar mercadería en los mercados del Dark Web se trata, sea drogas para dopar caballos, pasaportes falsos o cuentas de usuarios de UBER use Grams.

Para intercambiar información de forma segura, aléjese de servicios de mail como Gmail, Hotmail o Yahoo, pues todos estos comparten información con el NSA, cámbiese a MailPile, ProtonMail, sucesores de Lavabit los cuales encriptan la salida y entrada de cada mensaje al igual que la información del mismo, haciéndonos menos vulnerables. Sí quiere un paso más de protección cree su propia red VPN con ProXPN o Security Kiss la cual le permitirá tener una red de computadores totalmente segura. 

A la hora de hablar por teléfono, parta del hecho que cualquier aparato con sistema  GPS conectado al internet transmite las 24 horas todos sus movimientos, lo que usted busca en la agenda,  sus fotos, la red, con quien habla, su localización, todo.  Un teléfono sin conexión a la red o el BlackPhone, el único Smartphone 95% seguro bastará para aquellos que lo requieran. Porque como dijo el propio Snowden:  el día que dejemos de ser libres dejaremos de ser humanos. Amén!!.

Publicidad

  • Publicidad