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Jimena Angel la logró sin venderse

Shock: A pesar de que ya lleva 15 años de carrera en la música, ¿encuentra este momento como un empezar de cero para usted? Jimena: Por un lado sí es como si estuviera empezando de cero porque se trata de mi primer disco como solista, y porque también es mi primera vez fuera de Colombia como Jimena Ángel. Pero por otro, creo que este álbum es el resultado de todo el trabajo que vengo haciendo desde Pepa Fresa. Yo nunca paré de trabajar. Cuando ese proyecto se acabó yo seguí haciendo canciones y demos, tocando puertas aquí, tocando puertas allá. Mi sonido de hoy tiene una historia que recoge todo el recorrido de estos 15 años. A los 16 años empezó el encarrete con todo esto, pero en esa época adolescente todo era pura rebeldía. Pero total. En esa época a mí no me importaba mucho quién me iba a escuchar, lo único que me interesaba era expresarme y ya. Pero a medida que fui creciendo empecé a entender que una de mis metas sí era poder cantarle a todo el mundo. En el camino aprendí que uno puede llegar a ese punto en el que es posible hacer música muy buena que le guste a mucha gente. De unos años para acá estoy en la búsqueda de ese equilibrio, y pienso que con este disco he llegado a un buen lugar. ¡Y sin tener que venderme, que es lo mejor de todo! Estoy muy contenta con el resultado de este disco. Un poco más pop. Obviamente este trabajo tiene su elemento pop, eso no puede negarse. Pero es que el pop a mí no me molesta para nada. Creo que ser rockero es más una actitud que cerrarse a un estilo de música. Hablemos de las composiciones de este disco, de las letras. ¿De qué hablan esas 11 canciones? Las letras son lo que a mí más me cuesta trabajo hacer, y en lo que más me esmero porque nunca me ha gustado decir estupideces. Hablo del amor, pero más que todo del desamor, que siempre es un tema recurrente en mis canciones. Como que las letras cortavenas me han perseguido toda la vida. Aunque también tengo en el disco, por ejemplo, una canción súper paranoica que se refiere a todo lo plástico, superficial y como del reality show que vivimos en el mundo actual. Además hablo sobre las relaciones personales, no solamente de amor entre hombre y mujer. Incluso sobre lo difícil que ha sido para mí sacar esta carrera adelante. ¿Qué fue todo lo que se desencadenó después de su presentación en los Premios Shock de la Música del año 2005? Esa noche, antes de subirme al escenario a cantar, me encontré con Juanes, que estaba ahí porque ustedes le iban a hacer un homenaje. Él me dijo: “Qué hubo, parce, qué ha pasado”. Yo le conté en qué andaba y le pedí que me pillara. Intercambiamos mails, teléfonos y al día siguiente me llamó. Me dijo que le mandara mi música porque iba a crear una disquera con el respaldo de Universal Music México. Con eso de la disquera finalmente no pasó nada, pero él sí intercedió mucho por mí en Universal y me firmaron. ¿Cómo fue todo ese proceso de acercamiento con la disquera? Yo tenía como 50 canciones para mostrarles, pero los demos no les funcionaban. Así que todo lo que a ellos les gustó tuve que volver a grabarlo solo con voz y guitarra. Para que las escucharan en pelota. Luego de eso me mandaron a Miami a grabar dos canciones con Sebastián Krys. Que resultó ser un man súper rockero. Me gustó, no me sentí para nada mal trabajando con él. De hecho, sentí que mi música subía a otro nivel. Puede decirse que sí, que todo se volvió más comercial en el sentido que empezó a ser más fácil de entender, como más organizado. ¿Y cómo podría definirse este disco? Es un disco rock pop. Y de las influencias presentes, ¿qué podríamos mencionar? ¡Ufff!, un poco de todo. Algo de blues, obviamente, porque yo empecé cantando blues; mucho de Gustavo Cerati, quien es mi máximo ídolo. Siempre que compongo una canción él está ahí presente. Robi Draco Rosa, Björk… También hay una canción muy latina que es como un son pero está arreglada con jazz y rock. ¿La base de las canciones está en bajo, batería, guitarra y voz? ¡Muuuuchas guitarras y bajos! Aunque por ahí también hay uno que otro loop y sintetizadores. Eso sí, cero folclor. Ni acordeones, ni tambores, nada de esas cosas. Es rock lo que a mí me nace hacer. No me sale del corazón componer una canción con folclor. De hecho es un gran privilegio que además de haber sido firmada por una disquera como Universal México, haya podido mantener esa esencia rockera. Total. No saben lo feliz que me siento de no haber tenido que ceder frente a eso especialmente. Yo llevo muchos años en esto, y sí puedo decir que hubo varias oportunidades de firmar otras cosas, pero no lo hice. Por fin todo se dio como yo quería. ¿En algún momento pensó en desistir y dedicarse a otra cosa? Muchas veces. De hecho en una época me metí a estudiar diseño gráfico y también estuve actuando un buen rato. Hubo muchos momentos en los que dije: “Yo qué voy a hacer de mi vida si esto de la música no me revienta”. Pero es lo que siempre me gustó y es lo que de verdad sé hacer bien. Esta es su primera vez como solista. ¿Se siente extraño? Pero claro. Me hace mucha falta tener otras cuatro o cinco cabezas aportando cosas. Eso para el proceso creativo es algo bien importante, porque siempre salen recetas muy interesantes de los aportes de todos. Igual espero que cuando se arme la banda podamos 'jamiar' y sacar canciones entre todos. ¿Y temores también debe haber muchos? No solo ahora. Siempre. Yo he tenido épocas en las que he estado completamente bloqueada y no he podido componer una sola canción. De hecho, antecitos de que me reencontrara con Juanes en los Premios Shock ya no sabía qué hacer. Había tocado tantas puertas y había hecho tantos demos que ni sabía si lo que estaba haciendo era bueno o no. Incluso para poder volver a componer cuando Juanes y Universal me pidieron las canciones, al comienzo me tocó recurrir a la coautoría. Yo necesitaba a alguien que me dijera que lo que estaba haciendo iba por buen camino. El primer sencillo del disco, Día azul, que ya se lanzó en México, refleja un poco lo que ha pasado con su carrera. Es una canción muy esperanzadora que habla de cómo cuando uno se ha caído tantas veces en la vida sólo espera que llegue ese día azul. “Te lo ruego, Diosito, que llegue, para poder seguir adelante” (risas). Habla de ese tener que volver a levantarse después de haber caído tantas veces, de la perseverancia y de la fe. Hablando de personajes que en el mundo de la música hayan tenido alguna influencia en su carrera, ¿a quiénes podemos mencionar? A Iván Benavides, que es mi maestro. Él me enseñó a cantar. Todavía hoy está a mi lado como consejero, como músico, como compositor. Es alguien a quien admiro mucho. Teto Ocampo me enseñó a tocar guitarra, se dedicó completamente, sin que yo le pagara nada. Ellos dos fueron mi verdadera universidad. Ellos me dieron canto, composición, guitarra, apreciación musical. Me ponían a escuchar de todo. Fue lo máximo. Juanes obviamente ha sido muy importante. Lo conozco desde Pepa Fresa porque teníamos la misma mánager cuando él estaba en Ekhymosis. Y, por supuesto, todos los músicos con los que he trabajado todos estos años. ¿Por qué tan pocas mujeres en la escena rockera, no sólo en Colombia sino en Latinoamérica en general? El rock es una cosa un poco agresiva, dura, y no muchas mujeres se le miden, no muchas aguantan, porque estar rodeada de hombres todo el tiempo no es fácil, y de hombres rockeros mucho menos. Aparte de que es un medio duro y oscuro a veces, también es muy machista. ¿Que se copie sus canciones todo el que quiera? Me parece que mientras más medios haya para difundir la música, mucho mejor. Estoy en pro de la distribución gratuita. Hoy en día uno gana por los toques, por las composiciones, no por la venta de discos. Nadie es profeta es un tierra, ¿es por eso que decidió arrancar este plan de promoción por México? Se trata más bien de que estamos pensando este proyecto en grande y porque México es la plaza ideal para mi lanzamiento. Si yo logro pegarme ahí, me va a ser mucho más fácil llegar a todos los demás países. México definitivamente sí es una muy buena plaza para el rock. Exacto. Tiene un mercado rockero más alternativo con muchas posibilidades. Hay varias bandas mexicanas que me gustan, como Café Tacvba, Molotov, Natalia Lafourcade, Julieta Venegas, Belanova; Ximena Sariñana me tiene impresionada; también me encanta Zoé... y Control Machete. Siempre he tenido una cercanía con el rock mexicano, desde la época de Maldita Vecindad. ¿Cómo será la puesta en escena? Voy a tocar guitarra en algunas de las canciones. Siempre había querido hacerlo. A pocos días de su lanzamiento, ¿qué cosas se le cruzan por la cabeza, sueños, pesadillas? Pesadillas todo el tiempo (risas). La ansiedad es muy tenaz, y ha habido semanas en las que no puedo dormir. Todo el tiempo me siento como “en sus marcas...”. Y sí, tengo muchos nervios. No de lo que voy a dar, porque me he preparado tanto que estoy segura de estar muy, muy lista… Pero es que por fin se me va a dar la oportunidad y ¡de qué manera! El reto es muy grande. Llegó el gran momento. ¡No puedo fallar!

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Shock: A pesar de que ya lleva 15 años de carrera en la música, ¿encuentra este momento como un empezar de cero para usted?
Jimena: Por un lado sí es como si estuviera empezando de cero porque se trata de mi primer disco como solista, y porque también es mi primera vez fuera de Colombia como Jimena Ángel. Pero por otro, creo que este álbum es el resultado de todo el trabajo que vengo haciendo desde Pepa Fresa. Yo nunca paré de trabajar. Cuando ese proyecto se acabó yo seguí haciendo canciones y demos, tocando puertas aquí, tocando puertas allá. Mi sonido de hoy tiene una historia que recoge todo el recorrido de estos 15 años.

A los 16 años empezó el encarrete con todo esto, pero en esa época adolescente todo era pura rebeldía. Pero total. En esa época a mí no me importaba mucho quién me iba a escuchar, lo único que me interesaba era expresarme y ya. Pero a medida que fui creciendo empecé a entender que una de mis metas sí era poder cantarle a todo el mundo. En el camino aprendí que uno puede llegar a ese punto en el que es posible hacer música muy buena que le guste a mucha gente. De unos años para acá estoy en la búsqueda de ese equilibrio, y pienso que con este disco he llegado a un buen lugar. ¡Y sin tener que venderme, que es lo mejor de todo! Estoy muy contenta con el resultado de este disco.

Un poco más pop.
Obviamente este trabajo tiene su elemento pop, eso no puede negarse. Pero es que el pop a mí no me molesta para nada. Creo que ser rockero es más una actitud que cerrarse a un estilo de música.

Hablemos de las composiciones de este disco, de las letras. ¿De qué hablan esas 11 canciones?
Las letras son lo que a mí más me cuesta trabajo hacer, y en lo que más me esmero porque nunca me ha gustado decir estupideces. Hablo del amor, pero más que todo del desamor, que siempre es un tema recurrente en mis canciones. Como que las letras cortavenas me han perseguido toda la vida. Aunque también tengo en el disco, por ejemplo, una canción súper paranoica que se refiere a todo lo plástico, superficial y como del reality show que vivimos en el mundo actual. Además hablo sobre las relaciones personales, no solamente de amor entre hombre y mujer. Incluso sobre lo difícil que ha sido para mí sacar esta carrera adelante.

¿Qué fue todo lo que se desencadenó después de su presentación en los Premios Shock de la Música del año 2005?

Esa noche, antes de subirme al escenario a cantar, me encontré con Juanes, que estaba ahí porque ustedes le iban a hacer un homenaje. Él me dijo: “Qué hubo, parce, qué ha pasado”. Yo le conté en qué andaba y le pedí que me pillara. Intercambiamos mails, teléfonos y al día siguiente me llamó. Me dijo que le mandara mi música porque iba a crear una disquera con el respaldo de Universal Music México. Con eso de la disquera finalmente no pasó nada, pero él sí intercedió mucho por mí en Universal y me firmaron.

¿Cómo fue todo ese proceso de acercamiento con la disquera?

Yo tenía como 50 canciones para mostrarles, pero los demos no les funcionaban. Así que todo lo que a ellos les gustó tuve que volver a grabarlo solo con voz y guitarra. Para que las escucharan en pelota. Luego de eso me mandaron a Miami a grabar dos canciones con Sebastián Krys. Que resultó ser un man súper rockero. Me gustó, no me sentí para nada mal trabajando con él. De hecho, sentí que mi música subía a otro nivel. Puede decirse que sí, que todo se volvió más comercial en el sentido que empezó a ser más fácil de entender, como más organizado.

¿Y cómo podría definirse este disco?

Es un disco rock pop.

Y de las influencias presentes, ¿qué podríamos mencionar?

¡Ufff!, un poco de todo. Algo de blues, obviamente, porque yo empecé cantando blues; mucho de Gustavo Cerati, quien es mi máximo ídolo. Siempre que compongo una canción él está ahí presente. Robi Draco Rosa, Björk… También hay una canción muy latina que es como un son pero está arreglada con jazz y rock.

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¿La base de las canciones está en bajo, batería, guitarra y voz?
¡Muuuuchas guitarras y bajos! Aunque por ahí también hay uno que otro loop y sintetizadores. Eso sí, cero folclor. Ni acordeones, ni tambores, nada de esas cosas. Es rock lo que a mí me nace hacer. No me sale del corazón componer una canción con folclor. De hecho es un gran privilegio que además de haber sido firmada por una disquera como Universal México, haya podido mantener esa esencia rockera. Total. No saben lo feliz que me siento de no haber tenido que ceder frente a eso especialmente. Yo llevo muchos años en esto, y sí puedo decir que hubo varias oportunidades de firmar otras cosas, pero no lo hice. Por fin todo se dio como yo quería.

¿En algún momento pensó en desistir y dedicarse a otra cosa?

Muchas veces. De hecho en una época me metí a estudiar diseño gráfico y también estuve actuando un buen rato. Hubo muchos momentos en los que dije: “Yo qué voy a hacer de mi vida si esto de la música no me revienta”. Pero es lo que siempre me gustó y es lo que de verdad sé hacer bien.

Esta es su primera vez como solista. ¿Se siente extraño?

Pero claro. Me hace mucha falta tener otras cuatro o cinco cabezas aportando cosas. Eso para el proceso creativo es algo bien importante, porque siempre salen recetas muy interesantes de los aportes de todos. Igual espero que cuando se arme la banda podamos 'jamiar' y sacar canciones entre todos.

¿Y temores también debe haber muchos?
No solo ahora. Siempre. Yo he tenido épocas en las que he estado completamente bloqueada y no he podido componer una sola canción. De hecho, antecitos de que me reencontrara con Juanes en los Premios Shock ya no sabía qué hacer. Había tocado tantas puertas y había hecho tantos demos que ni sabía si lo que estaba haciendo era bueno o no. Incluso para poder volver a componer cuando Juanes y Universal me pidieron las canciones, al comienzo me tocó recurrir a la coautoría. Yo necesitaba a alguien que me dijera que lo que estaba haciendo iba por buen camino.

El primer sencillo del disco, Día azul, que ya se lanzó en México, refleja un poco lo que ha pasado con su carrera.

Es una canción muy esperanzadora que habla de cómo cuando uno se ha caído tantas veces en la vida sólo espera que llegue ese día azul. “Te lo ruego, Diosito, que llegue, para poder seguir adelante” (risas). Habla de ese tener que volver a levantarse después de haber caído tantas veces, de la perseverancia y de la fe.

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Hablando de personajes que en el mundo de la música hayan tenido alguna influencia en su carrera, ¿a quiénes podemos mencionar?
A Iván Benavides, que es mi maestro. Él me enseñó a cantar. Todavía hoy está a mi lado como consejero, como músico, como compositor. Es alguien a quien admiro mucho. Teto Ocampo me enseñó a tocar guitarra, se dedicó completamente, sin que yo le pagara nada. Ellos dos fueron mi verdadera universidad. Ellos me dieron canto, composición, guitarra, apreciación musical. Me ponían a escuchar de todo. Fue lo máximo. Juanes obviamente ha sido muy importante. Lo conozco desde Pepa Fresa porque teníamos la misma mánager cuando él estaba en Ekhymosis. Y, por supuesto, todos los músicos con los que he trabajado todos estos años.

¿Por qué tan pocas mujeres en la escena rockera, no sólo en Colombia sino en Latinoamérica en general?
El rock es una cosa un poco agresiva, dura, y no muchas mujeres se le miden, no muchas aguantan, porque estar rodeada de hombres todo el tiempo no es fácil, y de hombres rockeros mucho menos. Aparte de que es un medio duro y oscuro a veces, también es muy machista.

¿Que se copie sus canciones todo el que quiera?
Me parece que mientras más medios haya para difundir la música, mucho mejor. Estoy en pro de la distribución gratuita. Hoy en día uno gana por los toques, por las composiciones, no por la venta de discos.

Nadie es profeta es un tierra, ¿es por eso que decidió arrancar este plan de promoción por México?
Se trata más bien de que estamos pensando este proyecto en grande y porque México es la plaza ideal para mi lanzamiento. Si yo logro pegarme ahí, me va a ser mucho más fácil llegar a todos los demás países.

México definitivamente sí es una muy buena plaza para el rock.

Exacto. Tiene un mercado rockero más alternativo con muchas posibilidades. Hay varias bandas mexicanas que me gustan, como Café Tacvba, Molotov, Natalia Lafourcade, Julieta Venegas, Belanova; Ximena Sariñana me tiene impresionada; también me encanta Zoé... y Control Machete. Siempre he tenido una cercanía con el rock mexicano, desde la época de Maldita Vecindad.

¿Cómo será la puesta en escena?

Voy a tocar guitarra en algunas de las canciones. Siempre había querido hacerlo.

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A pocos días de su lanzamiento, ¿qué cosas se le cruzan por la cabeza, sueños, pesadillas?
Pesadillas todo el tiempo (risas). La ansiedad es muy tenaz, y ha habido semanas en las que no puedo dormir. Todo el tiempo me siento como “en sus marcas...”. Y sí, tengo muchos nervios. No de lo que voy a dar, porque me he preparado tanto que estoy segura de estar muy, muy lista… Pero es que por fin se me va a dar la oportunidad y ¡de qué manera! El reto es muy grande. Llegó el gran momento.
¡No puedo fallar!

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