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Santogold: Santogold (2008)

A finales de 2007 ya no quería saber de Amy Winehouse, pero todavía faltaban más noticias sobre esta anti-diva: dijo “yes, yes, yes” cuando la llevaron a rehabilitación, armó polémica en los Grammy porque no le dieron visa para presentarse en Estados Unidos por ser un mal ejemplo para una sociedad tan correcta, y un montón más de escándalos alrededor de su vida disoluta y perdida. “Estos jóvenes de hoy en día”, dijeron en el noticiero. O los mojigatos, que necesitan siempre un chivo expiatorio para mostrar que los que están mal son los demás, no ellos. En fin, todo esto me llevó a saturarme un poco de estas cantantes pseudo soul, medio retro y medio rap, algo pelanduscas, pero con pose de artistas verdaderas, unas más que otras: Alicia Keys, Macy Gray, M.I.A., Imani Coppola, Joss Stone, Erykah Badu y todas las que dicen admirar a Aretha Franklin y ser eclécticas, llegaron a saberme a cacho por pura sobre exposición mediática. Luego dio la casualidad de que amanecí en la casa de una amiga (sin consecuencias eróticas) que acababa de recibir un pedido de Amazon. Entre otras cosas, estaba esta portada de una negra vomitando oro. Pensé “esto debe ser punk”. Y casi. Es algo como “soul-punk”. Es Santogold, una cantante que coincide con toda la definición del párrafo anterior (retro, rap, pelandusca y artista), pero verdaderamente ecléctica, con un sonido pop absorbente pero agresivo y una voz que no sólo parece admirar a Aretha Franklin y que, para su ventaja financiera, cuenta con el gentil auspicio de Converse. Abriendo el álbum homónimo con la excelente “L.E.S. Artistes” (con un video que le hace justicia), este debut va desde un techno discotequero-ochentero hasta el rock dominado por guitarras, pasando por baladas nada melosas como “Lights Out”. Después de investigar, supe que a la negra de la portada, que se llama Santi White, la acompaña siempre un DJ y que casi todas sus canciones son realizadas a partir de bases electrónicas, pistas y samples, y que grabó todo eso con una banda real apoyada por gente de Spank Rock y Bad Brains, entre otros. Muy al estilo trip-hop y con un toque reggae-dub que le da muy buen equilibrio. Para mayor placer, a mi revelación del año resulta que le gustan los Pixies, lo que explica su capacidad de componer pequeñas canciones perfectas, que siempre suenan familiares pero que son capaces de sorprender. De lo mejor que ha pasado en el pop durante el 2008. A todas estas, ¿ya se murió Amy Winehouse?   Santogold, Santogold Downtown – Atlantic Records, 2008 Escúchelo aquí

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A finales de 2007 ya no quería saber de Amy Winehouse, pero todavía faltaban más noticias sobre esta anti-diva: dijo “yes, yes, yes” cuando la llevaron a rehabilitación, armó polémica en los Grammy porque no le dieron visa para presentarse en Estados Unidos por ser un mal ejemplo para una sociedad tan correcta, y un montón más de escándalos alrededor de su vida disoluta y perdida. “Estos jóvenes de hoy en día”, dijeron en el noticiero. O los mojigatos, que necesitan siempre un chivo expiatorio para mostrar que los que están mal son los demás, no ellos. En fin, todo esto me llevó a saturarme un poco de estas cantantes pseudo soul, medio retro y medio rap, algo pelanduscas, pero con pose de artistas verdaderas, unas más que otras: Alicia Keys, Macy Gray, M.I.A., Imani Coppola, Joss Stone, Erykah Badu y todas las que dicen admirar a Aretha Franklin y ser eclécticas, llegaron a saberme a cacho por pura sobre exposición mediática.

Luego dio la casualidad de que amanecí en la casa de una amiga (sin consecuencias eróticas) que acababa de recibir un pedido de Amazon. Entre otras cosas, estaba esta portada de una negra vomitando oro. Pensé “esto debe ser punk”. Y casi. Es algo como “soul-punk”. Es Santogold, una cantante que coincide con toda la definición del párrafo anterior (retro, rap, pelandusca y artista), pero verdaderamente ecléctica, con un sonido pop absorbente pero agresivo y una voz que no sólo parece admirar a Aretha Franklin y que, para su ventaja financiera, cuenta con el gentil auspicio de Converse.

Abriendo el álbum homónimo con la excelente “L.E.S. Artistes” (con un video que le hace justicia), este debut va desde un techno discotequero-ochentero hasta el rock dominado por guitarras, pasando por baladas nada melosas como “Lights Out”. Después de investigar, supe que a la negra de la portada, que se llama Santi White, la acompaña siempre un DJ y que casi todas sus canciones son realizadas a partir de bases electrónicas, pistas y samples, y que grabó todo eso con una banda real apoyada por gente de Spank Rock y Bad Brains, entre otros. Muy al estilo trip-hop y con un toque reggae-dub que le da muy buen equilibrio. Para mayor placer, a mi revelación del año resulta que le gustan los Pixies, lo que explica su capacidad de componer pequeñas canciones perfectas, que siempre suenan familiares pero que son capaces de sorprender. De lo mejor que ha pasado en el pop durante el 2008.

A todas estas, ¿ya se murió Amy Winehouse?

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Santogold, Santogold
Downtown – Atlantic Records, 2008
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