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Aterciopelados nos lleva de viaje por La ciudad de la furia en 2019

La banda bogotana cerró un ciclo que tenía pendiente con esta canción, que unió a sus miembros con Soda Stereo desde el 12 de marzo de 1996.

Andrea Echeverri recuerda que a finales de los 80 no había muchos conciertos y muchos artistas no venían a Colombia, por la violencia e inseguridad que generó el narcotráfico. Andrea recuerda que vio a Soda Stereo por primera vez en la Plaza de Toros en Bogotá. Desde ese momento se volvió fan y seguidora del rock argentino. La disquera de ambos en esa época (BMG) hizo el enlace para que las dos bandas se conocieran y propuso a Aterciopelados para que compartieran tarima con Soda en una gira por Estados Unidos. La propuesta tuvo la bendición de los argentinos, fue un gran inicio para Aterciopelados acompañar a una banda que ya se había hecho grande en la industria musical.

Después de esa gira, surgió la grabación del MTV Unplugged donde Soda invitó a Andrea para cantar En la ciudad de la furia, una versión que se inmortalizó y que hoy en día continúa como una de las colaboraciones favoritas de la banda. En algunos shows, cuando coincidían, cantaban una canción que hoy todavía los fans le piden a Andrea en los conciertos.

Aunque Aterciopelados llevaba 22 años resistiéndose a cantar esta canción, este año eso cambió. Lo primero que decidieron fue montar la canción para tocarla en vivo, y sumarse al homenaje por los cinco años de fallecimiento de Gustavo Cerati, pero no alcanzaron a lanzarla en septiembre. Fue un reto grande para ellos, y la produjeron con toda la dedicación con la que hacen su música. No solo reconocían la importancia de hacer una versión para todos los fans, sino que también buscaban lograr un equilibrio entre la versión del unplugged y la original.

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Ninguna ciudad podía enmarcar mejor la canción que Buenos Aires. Convencidos que el lanzamiento tenía que ser con un videoclip, encontraron un aliado y fan para hacerlo: Agustín Núñez, que ya había hecho un videoclip para el trabajo en solitario de Héctor (Conector). Agustín tomó como referencia, entre muchos otros, el video de la canción original del 88. Con la idea clara de ambientarlo por la noche con muchas luces empezó el rodaje, que se vio afectado por el clima. La idea inicial era hacerlo en la calle, pero en Buenos Aires llovió y no pudieron grabarlo como habían planeado. Grabaron en una noche en la calle y el resto en una bodega. Tres días duró la grabación del videoclip producido por Ojo urbano films.

Hacer esta canción llevó a Aterciopelados por una cantidad de sentimientos encontrados, había una historia que compartieron junto a los argentinos. Están convencidos de que hacer esta versión fue hermoso e importante. Encontraron su lugar, con el que sellaron esa conexión que unió a dos grandes del rock iberoamericano.

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