Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Oscars 2022: el problema no es el host, es que los premios pierden relevancia

¿Estamos ante el fin de los premios tal y como los conocemos?

90th Annual Academy Awards - Rehearsals
Actor sostiene una estatuilla de los Premios Oscar en Hollywood
// Christopher Polk/Getty Images

Tras 3 años en los que lospremios Óscar no tuvieron ningún host, en 2022 conocimos que para su próxima edición, los premios más conocidos del cine sí tendrán presentador. Asílo confirmó Craig Erwich, presidente de ABC, citado por Variety. La ceremonia será el próximo 27 de marzo.

Si bien hasta ahora suenan nombres como Tom Holland o Pete Davidson para ser hosts, hasta el momento no está confirmado nadie para este rol.

Aunque hace algunos años ser el host de los Óscar era algo que muchas celebridades en Hollywood deseaban, hoy es todo lo contrario: las redes sociales no perdonan y puede resultar contraproducente ser el blanco de críticas para quien decide presentar la ceremonia.

“Mira, es un trabajo que tiene todos los ojos puestos sobre ti”, declaró a EW Seth Macfarlane, quien fue host de los premios en 2013. “Y cuando estás haciendo algo que está tanto en el centro de atención, con tanto enfoque, tanta intensidad, vas a tener muchas opiniones de mucha gente. Estoy tratando de pensar en la última vez que leí una reseña de los Óscar al día siguiente donde todos estaban entusiasmados con ella, ha pasado mucho tiempo”.

Publicidad

El último host que tuvieron los premios Óscar fue Jimmy Kimmel en 2018. En 2019 estaba opcionado el comediante Kevin Hart, quien se retiró por algunos tuits considerados homofóbicos de hace varios años atrás.

Tras la negativa de Hart, los premios se mantuvieron sin host y, sorprendentemente, al público le gustó, argumentando que la ceremonia se sintió más ágil y no tan larga.

Publicidad

La fórmula sin host se repitió en 2020 y 2021, pero en esta última oportunidad el rating cayó en un 58%, probablemente la razón por la que la Academia busca regresar a su fórmula original para 2022.

El problema no es de host

A la pérdida de la audiencia de los Óscar se le atribuyen varias razones. Algunos afirman que nuestros hábitos de consumo han cambiado, y ya nos cuesta un poco más gastar más de 3 horas para ver una entrega de premios (o cualquier cosa, en realidad).

Otros especulan que, en el caso de los Óscar específicamente, cuando las películas nominadas no son tan conocidas por el público, se hace más difícil que la gente vea la ceremonia.

Publicidad

Los datos de la firma Nielsen muestran que en los años en que ciertas películas más populares comercialmente fueron nominadas, más personas sintonizaron. La ceremonia de 2019, que alcanzó a 29,6 millones de espectadores, contó con nominados de películas populares como Black Panther, Spider-Man: Into the Spider-Verse, Bohemian Rhapsody y A Star is Born.

Igualmente, hace una década, cuando Avatar, Up, Inglorious Basterds, District 9, The Hurt Locker y The Blind Side fueron nominadas a mejor película, los índices de audiencia alcanzaron los 41,6 millones de espectadores, según anota CNBC.

Publicidad

Eso podría explicar en parte el declive de audiencia en los Óscar. Pero no son los únicos premios que están en crisis: Grammys y Emmys también han visto un récord negativo de rating en sus transmisiones. Los Golden Globes de 2022 no tuvieron ceremonia: los ganadores fueron anunciados a través de redes sociales.

Algunos creen que la caída del rating es cíclica y obedece a la difícil situación que vive el mundo a causa de la pandemia. “Enfurecerse porque Chadwick Boseman perdió el Oscar al Mejor Actor ante Anthony Hopkins es algo que al 99% de los estadounidenses simplemente no les importa”, opina Jordan Rumi en World of Reel.

“En 2021, ¿quién realmente quiere ver a las élites en sus vestidos de noche de $ 30.000 dólares aceptando un premio por teatro de fantasía? Es una forma de acariciar el ego, y es parte del egoísmo de Hollywood que transmitían”, agrega.

Seas cuales sean las causas, es un hecho que las ceremonias de premios deben cambiar si quieren sobrevivir. “Lo que pasa con los programas de premios en general es que es un formato un poco antiguo”, dice Seth MacFarlane. “Es un formato que es tan actual como el formato de programa de variedades de la década de 1950. Siempre hay un esfuerzo por hacerlo interesante y emocionante para los espectadores que están acostumbrados a un panorama de entretenimiento muy diferente en la era moderna, y muchas veces se trata de colocar una clavija cuadrada en un agujero redondo”.

Publicidad

La pandemia fue la oportunidad perfecta para explorar formatos distintos: en los Emmy 2020 conocimos las casas de los artistas, en los BET cada presentación fue una especie de video musical. Sin embargo, se pensaron más como una solución provisional, no como un cambio necesario en la experiencia de ver el show.

Más allá del host, el gran reto de los premios es lograr un experiencia que guste a distintos públicos de diferentes generaciones. Que se sientan que están viendo algo especial y diferente a lo que ya se ha visto en las décadas anteriores. Naturalmente, no será tarea fácil, pero el hecho es que los tiempos en que las entregas de premios eran el evento en vivo más importante quedaron atrás. ¿seguirán perdiendo relevancia o lograrán salir adelante?

  • Publicidad