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Premios Oscar 2021: ¿Y ese final qué?

Si la ceremonia nos desanimó, el cierre ni se diga. Una crónica de una noche desabrida y soporífera.

93rd Annual Academy Awards - Show
Nomadland, ganadora a Mejor Película en los Oscar 2021
// Handout/A.M.P.A.S. via Getty Images

Va terminando la entrega 93 de los premios de cine más importantes del mundo, los Oscar 2021. Una larga noche que pudo ser una reunión en Teams o una presentación en Power Point, pues el Coronavirus se encargó de empobrecer la pompa a la que nos tiene acostumbrados la ceremonia. Y cuando faltan los tres premios más importantes, llegan las sorpresas. Y no serán buenas.

Por Álvaro Castellanos | @alvaro_caste

Los galardones a Mejor actriz yMejor actor son entregados al final, después del de Mejor película. Entonces nos preparamos para un alto homenaje póstumo en forma de estatuilla para el fallecido Chadwick Boseman. El destinatario tendría sentido, además, porque el hilo conductor de esta edición ha apuntado a premiar historias e intérpretes diversos. Pero no.

El Oscar a Mejor actor se lo lleva Anthony Hopkins por su papel impresionante en The Father. El problema es que Sir Anthony no está en el lugar. Tampoco está conectado. Probablemente ya está durmiendo. No lo sabemos. El caso es que ni siquiera hay un video de él recibiendo el galardón.

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Joaquin Phoenix, que entrega el premio, se nota incómodo al decir que la Academia lo felicita y acepta el Oscar en su lugar. Y la transmisión termina de golpe. Como si estuviéramos en una fiesta y prendieran las luces y el tipo de seguridad nos pidiera agilizar la salida. Entonces todos nos vamos a dormir más aburridos que los 170 asistentes al Dolby Theater de Los Ángeles, a quienes ni un traguito les pusieron en sus mesas durante las tres horas y pico que duró la ceremonia.

El anticlimático cierre de estos Premios Oscar fue, a fin de cuentas, consecuente con toda la función. La asistencia estuvo limitada como prevención al Covid-19. El escenario se limitó a tres claustrofóbicos niveles rodeados por unas escaleras. Y pocas superestrellas ajenas a la premiación de este año estuvieron presentes. Joaquin Phoenix, Halle Berry, Harrison Ford y Brad Pitt, por dar unos ejemplos. Y eso que este último fue Productor Ejecutivo de Minari.

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Sin embargo, de ahí podríamos rescatar uno de los momentos menos guionizados y más entretenidos de la noche. Lo protagonizó la coreana Youn Yuh-Jung cuando ganó el premio a Mejor actriz de reparto y le reclamó a Brad por no haberlo visto ni una vez en el set de la película.

Hubo también un segmento musical relativamente gracioso a cargo del músico Questlove: una trivia musical, donde corchó a Daniel Kaluuya (Mejor actor de reparto por Judas and the Black Messiah) y puso a Glenn Close a sacudir su vestido azul con lentejuelas plateadas, haciendo más llevadera la noche en que, por octava vez, no se llevó el Oscar.

¿Salvaron la noche los discursos? Si no lo hicieron, acaso la embellecieron. Frances McDormand, al recibir su tercera estatuilla como Mejor actriz, habló sobre el año difícil que vivió la industria del cine por culpa de la pandemia. «Un día, muy pronto, lleva a todos los que conozcas a un cine y, hombro con hombro, en ese espacio oscuro, mira todas las películas que aparecieron esta noche».

Por su parte, Travon Free, director del cortometraje Two Distant Strangers, dio un discurso poderoso sobre la brutalidad policial en Estados Unidos. «Hoy, la policía matará a tres personas. Y mañana, la policía matará a tres personas. Y el día siguiente, la policía matará a tres personas. Porque, en promedio, la policía en EE.UU. mata cada día a tres personas. Lo que promedia unas mil personas cada año. Y esas personas son desproporcionadamente negras. La cosa más inaceptable que una persona puede hacer es ser indiferente con el dolor de otros. Sólo les pido que no sean indiferentes con nuestro dolor».

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En tanto, Mia Neal, que recibió el premio a mejor maquillaje por Ma Rainey's Black Bottom, hizo un llamado a la inclusión en unos premios históricamente blancos y machistas. «Puedo visualizar a mujeres trans paradas acá y a hermanas asiáticas, latinas e indígenas. Sé que un día no será inusual o revolucionario, sólo será algo normal».

Por tercer año consecutivo, los Premios Oscar no tuvieron anfitrión: otro aspecto que poco habría ayudado para librarnos de los bostezos. Jimmy Kimmel, Billy Crystal, Chris Rock, Ellen Degeneres, Jimmy Kimmel, etc. Los presentadores, siempre cómicos y armados de rutinas con buen humor gringo, han ayudado a desautomatizar la solemnidad de las entregas de los Premios Oscar que, como este año, resultaron pasmosos.

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Pero luego de que cancelaron a Kevin Hart como anfitrión en 2019 por unos tuits viejos con comentarios homofóbicos, la Academia ha prescindido del recurso. En tiempos del Me Too Black y el Lives Matters, esta decisión podría ser entendible para evitar comentarios hirientes contra víctimas y minorías. Sin embargo, para 2022 bien podría considerarse el regreso de un host que colabore con la causa de sacarnos unas buenas risas, sin caer en el riesgo de excederse en pesadez, como le ha pasado Ricky Gervais cuando presenta los Globos de Oro.

Salvo el Oscar a Mejor sonido, que se llevaron los mexicanos Michelle Couttolenc, Jaime Baskt y Carlos Cortés por Sound of Metal, América Latina no tuvo demasiada relevancia, pues El agente topo de Chile no ganó el premio a Mejor película documental. Y otra decepción fue la de Laura Pausini, nacida en Italia, pero adorada en estas latitudes por quienes somos población de riesgo. Bellísima e inmune al paso del tiempo, la cantautora italiana vio cómo el Oscar a Mejor canción original fue a parar a otras manos.

Volviendo al cierre de la función, no hay mucho que discutir sobre el Oscar a Mejor actor para Anthony Hopkins. La leyenda de 80 años se merece todos los premios, claro. Lo que no funcionó es que la Academia corriera esta nominación para el final, sin tener siquiera un soporte del actor recibiendo la estatuilla. Para esa gracia hubieran dejado de último el premio a Mejor película (que ganó Nomadland), como siempre se hace.

Queda la impresión de que la Academia no sabía quién iba a ganar el Oscar a Mejor actor. Es como si todavía hubiera detalles que la producción de los premios no controla y esta inconsistencia, aunque levemente, nos recuerda al papelón de la ceremonia de 2017, cuando se anunció el Oscar a Mejor película para La La Land y, después de históricos segundos de confusión, la estatuilla cambió de manos y fue entregada al equipo de Moonlight.

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En síntesis, después de los Premios Oscar 2021 parece que hay motivos importantes para asegurar que la ceremonia desanimó y el cierre ni se diga. Algún usuario en Twitter comentó que fue un peor final que el de Game of Thrones. Sin embargo, convengamos que es una entrega de premios que no está exenta de equivocaciones. Si Hitchcock y Kubric murieron sin ganar el premio a Mejor director, cualquier otra torpeza suena irrelevante.

¡El lado S del cine!

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