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'Scream 3', Harvey Weinstein y el abuso sexual en Hollywood

La cinta tiene una subtrama que habíamos ignorado y que ha cobrado mucha relevancia en los últimos años.

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Scream 3 tiene una subtrama que hoy cobra más vigencia: el abuso sexual en Hollywood.
Foto: Dimension Films.

Con la llegada de la quinta película de Scream a los cines, no fuimos pocos los que decidimos repasar de nuevo todas las entregas de esta saga de terror ‘slasher’. De este modo íbamos a tener fresca en nuestra mente la historia de Sidney y los múltiples asesinos que han usado la máscara de ‘Ghostface’.

Por Julián Ramírez // @Sir_Laguna

Valió la pena no solo porque pudimos entender todas las referencias que hace el nuevo film a la historia de la franquicia, sino porque nos encontramos con una subtrama que habíamos ignorado y que ha cobrado mucha relevancia en los últimos años: Scream 3 habla sobre el abuso sexual en Hollywood.

Esta serie de películas de terror es principalmente conocida por lo autorreferencial que es. La primera entrega, estrenada en 1997, aceptó sin vergüenza los clichés por los que su género era tan criticado y demostró por qué estos seguían resultando entretenidos. Las películas que siguieron hicieron lo mismo con los tropos comunes de las secuelas, las trilogías, los ‘remakes’ y finalmente las llamadas ‘recuelas’, que tratan de reiniciar las franquicias sin perder la continuidad.

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Gracias a esto, Scream sobresalió en un momento en el que Jason Voorhees, Freddy Krueger y Michael Myers estaban perdiendo la gracia. De hecho, muchos consideran que —junto a El Proyecto de la Bruja de Blair— “salvó” al cine de terror del hueco en que se encontraba en los años noventa.

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Scream también es una de esas raras sagas que “no tienen presa mala”. En mayor o menor medida, las cinco películas tienen buena calidad y resultan entretenidas. Si hay una oveja negra en esta familia, es Scream 3. No es realmente una mala película, pero definitivamente es la más débil del quinteto. Su trama es demasiado absurda y sus escenas de terror resultan un poco repetitivas.

Esta también es una de las entregas más ‘meta’ o autorreferenciales de la serie. Su historia está relacionada con la filmación de una película basada en los hechos de los asesinatos “reales” de ese mundo. El nuevo Ghostface se dedica a cazar y asesinar a los actores de dicha película en el orden en el que morirán en el filme.

Debido a este planteamiento, la trama se traslada a Hollywood, donde descubrimos que Maureen Prescot, la madre de la protagonista Sidney, fue actriz de películas de horror serie-B durante un par de años en su juventud. Su afán de convertirse en estrella la llevó a encontrarse con uno de los aspectos más horripilantes de la llamada ‘Meca del cine’: los favores sexuales en los estudios.

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En el año 2000, esta subtrama no recibió atención especial por parte de la crítica ni de las audiencias. Ahora, más de dos décadas después la situación es diferente. No solo por los efectos del movimiento #MeToo en Hollywood, sino porque Harvey Weinstein, protagonista de varios casos de abuso sexual, fue uno de los productores ejecutivos de Scream 3.

El “sexo transaccional” de Hollywood en Scream 3

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A lo largo de la película hay varios ejemplos de actrices que hablan sobre acostarse con directores y productores “por el bien de sus carreras”. El caso más grave de todos está relacionado con el productor de la película dentro de la película: John Milton, interpretado por Lance Henrikssen. Él acepta que realizaba fiestas en las que las aspirantes a actrices conocían a los productores que podían “ayudarlas a hacer sus sueños realidad”. Aunque no dice directamente que había sexo de por medio, es claro a qué se refiere. Milton habla de esta situación como si fuera lo más normal del mundo. Como se supone que debían funcionar las cosas.

Lo verdaderamente perturbador es que la misma película parece estar de acuerdo con él. No presenta al productor como un villano, sino como alguien que hace las cosas como siempre se han hecho en Hollywood. Más adelante se revela que fue él mismo quien abusó de Maureen Prescot a cambio de papeles en sus películas y que sigue haciendo lo mismo con las nuevas aspirantes a roles protagónicos.

A lo largo de Scream 3 hay más ejemplos de esto. Jennifer, el personaje de Parker Posey, revela que se acostó con el director del filme. También hay un curioso cameo de Carrie Fisher como una actriz que iba a interpretar a la Princesa Leia en Star Wars, pero perdió el papel a manos de “otra actriz que se acostó con George Lucas”.

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Lo peor es que la mayoría de estos elementos no están en la película para criticar a Hollywood, sino como chistes a costa de las mismas mujeres.Ver Scream 3 hoy en día resulta especialmente perturbador si consideramos que su productor permitió estas referencias a sus mismas acciones sabiendo que nunca iba a pagar por ello porque “así es como son las cosas”.

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Afortunadamente, se equivocó.

El caso contra Weinstein

En 2017, más una docena de mujeres acusaron a Harvey Weinstein de acoso sexual y violación. Esto desató un escándalo que reveló que el famoso productor había estado abusando de decenas de mujeres, especialmente actrices de sus películas, desde los años setenta. El tema era un secreto a voces en las calles de Hollywood, pero el poder de ese hombre y la absurda creencia de que “así es como son las cosas”, llevó a que muchos de sus colaboradores callaran y toleraran estas acciones. Muchos de ellos simplemente temían por sus carreras si hablaban.

Finalmente, Weinstein fue declarado culpable de “violación y abuso sexual” contra dos mujeres a comienzos de 2020. Fue sentenciado a 23 años de cárcel y actualmente se encuentra en prisión. Está esperando ser juzgado por más acusaciones que podrían aumentar su pena.

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Para conocer las víctimas de abuso sexual por parte de Harvey Weinstein ni siquiera tenemos que alejarnos de la saga Scream. Una de las actrices de la primera película acusó al productor de violación y de ofrecerle 100.000 dólares para que estuviera callada. Estas horribles historias fueron recopiladas en el documental Untouchable, que se encuentra disponible en el servicio de ‘streaming’ Hulu.

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Este es uno de los tristemente raros casos en los que hay justicia contra hombres poderosos como él. Las acusaciones animaron a otras víctimas a revelar lo que sufrieron a manos de otros famosos como Kevin Spacey, Louis C.K., Casey Affleck y muchos más. Algunos de ellos han visto sus carreras afectadas. Otros siguen trabajando como si nada hubiera pasado.

Es una verdadera lástima que Scream 3 no hubiera aprovechado su planteamiento para hacer una verdadera crítica al abuso sexual, pero tomando en cuenta que Harvey Weinstein era su productor, probablemente no lo hubiera permitido. Como suele ocurrir, hay obras independientes, hechas por fuera del sistema tradicional de estudios, que sí pueden tocar este tema sin tapujos. Un buen ejemplo es la interesante película de horror Starry Eyes.

Pero sobre todo, esperamos que esa horrible “tradición” de Hollywood termine de una vez por todas. Los estudios han aprovechado su dominio patriarcal para abusar de los y las aspirantes a estrellas durante mucho tiempo.

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