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10 películas diferentes de vampiros para ver en octubre

Halloween sin vampiros no es Halloween.

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Vamps.

Octubre es el mes de horror, y lo mejor que se puede hacer este mes (además de ir a fiestas de disfraces y pedir dulces) es ver películas de terror. Hace poco les presentamos 10 películas de zombies que se alejaban de los clichés que solemos ver en esta clase de cine. Pero, ¿Qué pasa si no les gustan los zombies? ¿Si sus monstruos favoritos son otra clase de no-muertos?

Por Julián Ramírez // @Sir_Laguna

Los vampiros son las estrellas de rock del mundo del terror. Los chupasangres se apoderaron de nuestras fantasías; les tememos, queremos ser como ellos, incluso dictaron las tendencias de moda de subculturas enteras. Pero ellos también son víctimas de los clichés. Hemos visto toda clase de vampiros en toda clase de historias posibles. No importa si son antiguos aristócratas del este de Europa, almas atormentadas por la vida eterna, rebeldes que disfrutan su poder sobre el ser humano, o fantasías románticas para adolescentes, hemos visto todo lo que la no-vida de los amos de la noche nos ofrece... ¿o tal vez no?

Aquí tienen un nuevo listado con 10 películas “diferentes” de vampiros. De algún modo u otro estas rompen con los estereotipos implementados por Drácula, Nosferatu, El Show del Horror, Entrevista con el vampiro, Blade, Crepúsculo y tantas otras historias populares. Además, les prometemos que, a diferencia del anterior listado, esta vez la mayoría no van a ser comedias.

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La sombra del vampiro (2000)

Nosferatu, la película expresionista alemana de 1922, es considerada como una de las más importantes obras de terror de todos los tiempos... pero ¿Se han puesto a pensar que el actor Max Schreck, quien interpretó al aterrador conde Orlock, era demasiado horripilante para ser humano?

Esta película protagonizada por John Malkovich y Willem Dafoe nos narra los eventos de la filmación de esta impactante obra, pero con una diferencia; el director F.W. Murnau estaba tan obsesionado con crear un filme realista, que convenció a un vampiro de verdad de participar en su producción.

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Déjame entrar (2008)

Oskar, un niño acomplejado por el abuso que sufre de sus compañeros y por el descuido de sus padres, tiene una nueva vecina; una extraña niña (aparentemente) de su edad con la que comienza una bonita relación de amistad... pero Eli no es una niña normal, y un rastro de cadáveres se va formando a su paso.

Esta película sueca es considerada por muchos como la mejor película de vampiros del mundo; pero más allá de la presencia de un chupasangre inmortal es una película bellísima y violenta sobre un vínculo entre dos personas que resulta tan tierno como aterrador. La escena de la piscina es algo que no se va a borrar de sus mentes en mucho tiempo.

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Vamps (2012)

Esta comedia de la directora de Ni idea nos presenta a dos vampiras que se han convertido en mejores amigas y tratan de disfrutar de la juventud eterna en Nueva York. Pero una de ellas lleva más de 150 años de esta vida y está cansada; quiere dejarlo todo atrás mientras la otra comienza una relación con un humano hijo de un cazador de vampiros.

Aunque Vamps puede parecer una comedia tonta y superficial, en el fondo es una enternecedora mirada a lo que significa vivir y el peso de hacerlo durante mucho tiempo. Los personajes son simpáticos y es probablemente una de las miradas más relajadas que se ha hecho este siglo a las historia de vampiros.

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Thirst (2009)

El director de películas tan impactantes como Oldboy, La Doncella, y Lazos Perversos también hizo su aporte al mito vampírico en Thirst, donde un sacerdote católico se convierte en un ser que debe alimentarse de sangre humana para poder sobrevivir.

Pero lejos de ser una película que explore la culpa religiosa causada por alimentarse de la vida de otros, este filme se va por un lado aún más interesante: el de la lujuria. Sang-hyun, el protagonista, y Tae-Ju, la esposa de su mejor amigo, se enamoran y aprovechan la naturaleza sobrenatural de él para dar rienda a sus pasiones y deseos, desatando tragedias para ellos mismos y para todos los que los rodean.

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Daybreakers (2009)

Si un vampiro muerde a un humano para alimentarse y este a su vez se transforma en vampiro... ¿qué va a pasar en cuando los humanos se acaben? ¿De qué se alimentará la nueva especie dominante? Daybreakers es la película que explora esa clase de mundo. La poca sangre humana que queda es controlada por corporaciones y los científicos buscan desesperadamente un sustituto.

Con este interesante planteamiento tenemos a una película de ciencia ficción como muy pocas; y lo mejor es que no descuida el horror ni la violencia. Algunos vampiros se convierten en seres monstruosos y no falta la presencia de la sangre... de mucha sangre.

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Cronos (1993)

La primera película de Guillermo del Toro (director de La Forma del Agua y El Laberinto del Fauno) también es una revisión interesante de lo que significa ser un vampiro. Aquí conocemos a Jesús Gris, un anticuario que descubre un extraño mecanismo que le “infecta” con la vida eterna, pero a cambio de una insoportable sed de sangre.

Cronos explora, de una forma mucho más seria que Vamps, la reacción de las personas ante la vejez y la perspectiva de una vida eterna, pero también permite reflexionar sobre la vanidad y la importancia de la familia; La relación entre Jesús y su nieta es el centro de esta película que muestra el vampirismo de una forma realmente original.

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Una chica vuelve a casa sola de noche (2014)

Ahora estamos entrando en el terreno del cine-arte. En esta película de la directora Iraní Ana Lily Armipour conocemos a una vampira que deambula por las calles de una “mala ciudad” entre traficantes de droga, asesinos, ladrones y prostitutas. La trama se toma su tiempo y los personajes son complejos, por lo que puede ser una película que aburra a muchos.

Sin embargo, Una chica vuelve a casa sola de noche es una película hipnótica, con una fotografía en blanco y negro bellísima y una protagonista memorable, aunque solo cierta clase de público podrá apreciarla por completo.

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Byzantium (2012)

Neil Jordan, el director de la genial Entrevista con el Vampiro regresa para contar una historia de bebedores de sangre con un enfoque muy diferente, específicamente femenino.

En Byzantium las protagonistas son una madre y su hija, vampiras que viajan de un lugar a otro huyendo de otros seres de la noche que quieren destruirlas. Ambas tienen aproximaciones diferentes hacia su condición; a la madre no le molesta alimentarse de los criminales y escoria de la sociedad, mientras la hija decide servir de ayuda a aquellos que sufren y desean acabar con su vida.

Aunque a simple vista parece una película más sobre “la pena de los inmortales que sufren por tener que alimentarse de la vida de otros”, esta tiene un fuerte subtexto sobre el sufrimiento de las mujeres a causa de la manipulación de la sociedad patriarcal. Además, cuenta con uno de los mitos sobre el origen de los vampiros más interesantes y misteriosos.

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Solo los amantes sobreviven (2013)

El director independiente Jim Jarmush nos cautiva con esta historia de dos amantes vampiros con una relación que ha durado cientos de años. Adán y Eva, magistralmente interpretados por Tom Hiddleston (Loki en Thor) y Tilda Swinton (La Antigua Maestra en Doctor Strange), no podrían ser más diferentes; él es un artista atormentado que está harto de todo, mientras que ella está cada vez más fascinada por el mundo y los humanos.

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No hay una gran aventura en el desarrollo de esta película, solo una exploración fascinante y muy personal de la vida (o más bien, la “no-vida”), la forma en que se complementan, y la sed de sangre de estos dos seres eternos.

Lo que hacemos en las sombras (2014)

Si van a ver una sola película de este listado, que sea esta por favor.

Esta fantástica comedia de Taika Waititi (el director de Thor: Ragnarok) pretende ser un documental sobre cuatro vampiros que comparten un hogar en Wellington, Nueva Zelanda. Cada uno de ellos representa un arquetipo vampírico (el dandy romántico y elegante, el antiguo aristócrata sanguinario, el monstruoso “nosferatu”, y el chico “malo” y rebelde) y la forma en que se relacionan entre ellos y con el mundo exterior es hilarante.

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Pero esto no es una burla contra las películas de vampiros; al contrario, es una verdadera demostración de amor hacia este tipo de personajes y todo lo que ha hecho que los amemos y temamos a través de los años.

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El subgénero de los vampiros es inmortal. No importa cuántas veces lo demos por muerto, siempre regresa a los pocos años más fuerte que nunca y con nuevos fanáticos y fanáticas dispuestos a dejarse morder. Mientras sigan existiendo películas tan inteligentes, aterradoras o divertidas como estás, Drácula y su prole pueden dormir tranquilos en sus ataúdes.

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