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'Emily in Paris', la experiencia de Instagram resumida en una serie

La serie de Netflix que tiene al mundo hablando.

648593_Foto: Netflix.
Foto: Netflix.

El pasado 2 de octubre, la serie Emily in Paris se ha convertido en una de las más exitosas y comentadas de Netflix en varias partes del mundo. Protagonizada por Lilly Collins, tiene todo para ser un hit: detrás de ella está Darren Star, creador de Sex and The City, madre de todas las series de comedia romántica. También llamaron a Patricia Field, diseñadora de vestuario de Sex and The City, y responsable de que la serie se convirtiera además en un referente de moda y estilo. Todo sumado a que Emily es experta en redes sociales, así que las frases y momentos “instagrameables” no pueden faltar.

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Emily in Paris es sobre Emily, una mujer que trabaja en marketing digital en una empresa reconocida en Chicago y es trasladada a París, donde debe hacer el mismo trabajo sin saber el idioma y en un nuevo lugar en el que no están tan abiertos a sus ideas o a su cultura. Todo esto mientras se convierte en influencer y logra ganar miles de seguidores en Instagram en pocos días (incluso logra que la Primera Dama de Francia comparta su post), un caso que pondría a estudiar a cualquier analista de social media en charlas y conferencias, pero que en el universo de las comedias románticas es totalmente normal.

La serie es una lista de todos los posibles clichés que existen sobre París: las boinas, el baguette, los cafés, el vino, los perfumes, la ropa, y el amor, algo que no ha caído bien entre los parisienses, quienes han criticado la visión estereotipada de la serie sobre su ciudad. “Rara vez habíamos visto tantos clichés de la capital francesa desde los episodios en París de Gossip Girl o el final de El diablo viste a la moda”, dijo el portal RTL.  "Tienes que amar mucho la ciencia ficción para ver esto. Los escritores pueden haber dudado en poner una baguette debajo de cada francés, o incluso una boina para distinguirlos claramente, en cambio todos fuman cigarrillos y coquetean hasta la muerte", afirmó Sens Critique. 

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Esto por supuesto no es nada nuevo, dado que París es una de las ciudades extranjeras más representadas por Hollywood. Desde Moulin Rouge en 1952 a Midnight in Paris en 2011, la capital francesa siempre ha sido sinónimo de romance, lujo y aventura. En 1945 conocimos a Pepe Le Pew, un zorrillo francés muy apasionado. Por supuesto, existen también algunas creencias con una connotación negativa, como que los franceses son arrogantes o sucios. Para bien o para mal, los franceses tampoco se han escapado a los estereotipos hollywoodenses y Emily in Paris se suma a la lista.

Además de los clichés sobre Francia, también tiene todos los clichés sobre las comedias románticas: una protagonista carismática que se encuentra con un obstáculo que la hace crecer laboral y emocionalmente, un trabajo atractivo, una amiga divertida, varios hombres que llaman su atención, una ruptura que la hace replantear aspectos de su vida, entre muchos otros. 

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A pesar de sus clichés, o más bien gracias a ellos, Emily in Paris logra cumplir su propósito de hacer una historia entretenida ideal para maratonear. Ver esta serie es una experiencia similar a hacer scroll en Instagram: aunque en el fondo sabemos que no todo es como nos lo pintan, no podemos dejar de pasar horas viendo gente atractiva, paisajes espectaculares y comida deliciosa.

 

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