La manoseada mediática a Yalitza Aparicio

El 14 de diciembre de 2018 llegó a la plataforma de Netflix la película mexicana Roma, que supuso todo una revolución en la industria del cine y que seguramente cambiará la forma en que se empiecen a ver películas en el futuro. Desde ese momento empezó todo un bombardeo de publicaciones que elogiaban el trabajo de Alfonso Cuarón y de Yalitza Aparicio, la actriz principal de la cinta.

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Han pasado solo tres meses desde que el rostro de Yalitza Aparicio se hizo conocido entre los cinéfilos. En ese tiempo ha compartido mesa con estrellas como Rami Malek, Lady Gaga, Bradley Cooper y Glenn Close, honor que pocos actores mexicanos y latinos han tenido. La oaxacana tiene 25 años y jamás había hecho parte de una película o telenovela, por el contrario, su vida profesional estaba destinada a la educación, pues se graduó de maestra antes de que la película fuera lanzada.

Fácilmente Yalitza Aparicio es el personaje del año en México, su nombre ha sido más twitteado y comentado que el de Andrés López Obrador, nuevo Presidente de México. El nombre de la oaxaqueña ha aparecido en todos los medios de su país y, en torno a su papel, se han creado todo tipo de polémicas. Algunos aplauden su reconocimiento y nominaciones a premios como el Óscar y otros, como la actriz Laura Zapata, han sido ácidos al decir que tuvo “suerte” por ser “fea” e “indígena”.

La intérprete de Cleo en Roma se ha hecho la de los oídos sordos y ha callado las críticas con educación, asegurando que para ellas es un honor que una mujer indígena con sus características esté en lo más alto de la industria cinematográfica.

Hoy todos los medios quieren entrevistar a Yalitza, todas las revistas la quieren de portada en sus ediciones y medio Hollywood anhela lograr una foto o selfie con ella. Pero algunos han caído en un error gravísimo; el de desdibujar su imagen indígena y convertirla en una mujer que evidentemente no es.

Recientemente Lenovo escogió a Yalitza como imagen de su campaña “Todas Podemos” y en las forografías le aclararon la piel, quitándole una de las características que la ha hecho reconocida a nivel global.

El mismo error cometió la Revista Hola de México, que realizó una sesión de fotos a Yalitza en la que parece una modelo italiana y no la actriz oaxaqueña que hemos visto. En ese shooting la edición digital es más que evidente; le aclararon la piel, adelgazaron sus brazos, le pusieron curvas 90-60-90 y hasta la pusieron más alta de lo que en verdad es.  Sin embargo, en la entrevista resaltan que Yalitza “siempre se ha sentido orgullosa de lo que es y lo que representa”.

Otras publicaciones, tal vez con mayor sentido común, han resaltado sus rasgos haciendo intocables cosas básicas como su nariz y labios. Así fue retratada por Jesús Soto para la portada de BadHombre, fotografías en las que evidentemente tiene extensiones, pero en la que proyecta una mujer actual, empoderada y orgullosa de su herencia indígena.

Lo mismo ocurrió con Vogue que realizó una editorial enfocada en lo que representa Yalitza para la comunidad indígena. Aquí la maestra y ahora actriz aparece vistiendo ropa de diseñadores que resaltan la cultura mexicana. ¡Bravo!

Hoy todos quieren con Yalitza, es la mujer del momento, aclamada y criticada en igual medida. ¿Será que en algún punto los mexicanos se darán cuenta de lo importante que es para los latinos que una actriz como ella sea premiada por las academias gringas y británicas? ¿Será que en los próximos 6 meses van a seguir queriendo hablar de ella como lo hacen ahora? Ojalá, a partir de ahora veamos a muchas Yalitzas en el cine y la televisión de México. Es momento de demostrar, en verdad, lo orgullosos que estamos de la sangre indígena.

¡A por el Óscar Yalitza!

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