Aunque Emma Watson pase de odiosa y muchos piensen que se le subió a la cabeza la fama o se fue de radical en sus ideas feministas, la verdad es otra y muy convincente.
La actriz le argumentó a la revista Vanity Fair que el motivo para no tomarse más selfies con sus fanáticos responde enteramente a su seguridad: "Si alguien me hace una foto y la publica, en dos segundos han creado una marca exacta de dónde estaré dentro de diez metros. Además pueden ver lo que llevo y con quien estoy. Yo no quiero proporcionar esos datos de seguimiento".
La protagonista de la nueva versión de La Bella y la bestia le pidió a sus seguidores comprensión, porque para ella "es la diferencia entre tener la posibilidad de tener una vida o no".
De todas formas dijo que bajo ninguna circunstancia le niega fotos a los niños, aunque considera que de su popularidad esta práctica es lo único que le disgusta, por su significado intrascendente y peligroso. Foto: Gettyimages.
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