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Lo que deben recordar de Breaking Bad antes de ver 'El Camino'

Refrescamos la historia de Jesse Pinkman, el nuevo protagonista en la película de Breaking Bad.

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El camino - Breaking Bad

Ya pasaron seis años desde que terminó Breaking Bad, una de las mejores series de la historia de la televisión. Ahora que El Camino, la película que continúa con aquella historia, está al aire en Netflix, naturalmente, hemos perdido el hilo.

Acá puede ver los anuncios previos de la película (tráiler, actores, etc.)

Para retomarlo, ubiquémonos en el nuevo filme y hablemos del cambio principal. El camino cambia de foco. Breaking Bad estaba centrado en la vida de Walter White, el profesor de química convertido en leyenda de las metanfetaminas. Se ubicó en dos años particulares de su vida que significaron muchas rupturas: con su profesión, sus amigos, su salud, su familia. Pero ahora, el protagonista será su socio: Jesse Pinkman. El camino narra la historia de Jesse luego de haber sido la mano derecha de la leyenda de Heisenberg.

Jesse Pinkman (Aaron Paul), exalumno de Walter White, fue el joven reclutado como socio cuando Walter, afectado por el cáncer, entra en el negocio de la metanfetamina. 

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Walter White murió al final de la serie, salvando y liberando a Jesse. Así que recapitulemos el perfil del nuevo protagonista.

Jesse había sido un alumno problema en la escuela en la que trabajaba Walter White, aunque tenía talento para el arte y las manualidades (no precisamente para la química). Desde muy joven dejó la casa de sus padres y se mudó con su tía que se estaba muriendo de cáncer, convirtiéndose en su cuidador. Al mismo tiempo, se sumergió en el mundo del microtráfico, aunque de un modo más inocente y precario. Con la aparición de White en su vida, su lugar en el mundo de las drogas cogió vuelo.

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Su primer alias como fabricante de metanfetaminas era Capitán Cook (utilizó ese nombre porque adicionaba chile en polvo a la droga, ese era su sello). Cuando la DEA estuvo a punto de detenerlo, huyó ante la mirada cómplice de Walter White, que acompañaba a su cuñado de la DEA Hank.

De hecho, ahí empezó la sociedad. White chantajeó a Jesse para preparar metanfetamina juntos. Sus primeras producciones grandes empiezan a generar buenas ganancias trabajando para Tuco (Raymond Cruz), un narcotraficante desequilibrado, despiadado y cuya familia era de origen mexicano. Tuco los secuestó, pero finalmente fue asesinado por Hank, cuñado de Walter.

Breaking Bad: tan adictiva como la metanfetamina azul Después de la experiencia traumática con Tuco Jesse intenta recomponer su vida, consigue un apartamento nuevo y conoce a Jane (Krysten Ritter), una artista y adicta en recuperación con quien comienza una relación.

Sin un jefe, Jesse y Walter distribuyen las drogas por su cuenta. Y allí es donde se involucran en el negocio los amigos de Jesse: Combo (Rodney Rush), Badger (Matt Jones) y Skinny Pete (Charles Baker). Cada uno se encarga de la distribución en una zona diferente.

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El negocio crece, pero Combo es asesinado por traficantes rivales. Fue baleado por un niño de 11 años. Jesse cae en depresión y pierde el control de su consumo de drogas. Skinny Pete y Badger aparecerán en El Camino. 

Walter intenta involucrar en el negocio a Gus Fring (capo de la producción de drogas, nexo con los carteles mexicanos y dueño de los Pollos Hermanos), pero los problemas con el consumo de drogas de Jesse chocaba con sus intereses. Es este punto cuando Walter es testigo de la sobredosis de Jane. La ve, pero no hace nada para evitar que se atragante con su propio vómito. En medio de la tristeza de Jesse, Walter lo lleva a rehabilitación. Jesse se limpia por un tiempo y Walter convence a Gus de contratar a Jesse como su asistente.

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Cuando todo parece haberse normalizado y Jesse tiene una nueva novia, que tiene un hijo llamado Brock y un hermano mayor llamado Tomás, que resulta ser el niño que mató a Combo, descubre que la pandilla que empujó a Tomás a matar a Combo trabajaba para Gus. Jesse le reclama y, finalmente, Tomás es asesinado.

Gus entra en conflicto con la presencia y los cuestionamientos de Jesse y, para que Jesse continúe trabajando con White, su única alternativa es asesinar al químico asistente que había puesto Gus para remplazarle en el laboratorio.

Las relaciones con Gus y los carteles se complicaron. Un niño murió y cayeron algunos cargamentos de metanfetamina. Así que, pese a las dudas, Jesse ayuda a Walter a sacar a Gus del negocio. Le ponen una bomba que le destroza media cara. Para ese entonces, Mike (ex trabajador de Gus) y Jesse deciden que es hora de retirarse del negocio, pero Walter quiere seguir. 

Jesse se entera de que Walter estaba detrás del envenenamiento de Brock (el hijo de su novia), lo delata con Hank, su cuñado de la DEA y unen fuerzas para capturarlo. Walter se alía con un grupo de supremacistas blancos y el intento de captura termina con la muerte de Hank. 

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El grupo de supremacistas no logra producir drogas de la calidad de Jesse y Walt, así que encierran a Jesse durante meses y lo obligan a cocinar al nivel de Heisenberg, mientras lo mantienen encadenado.

Jesse intenta escapar, pero es atrapado y, en venganza, lo llevan a ver cómo asesinan a su antigua novia, Andrea. Walter reaparece, lo rescata y con un sistema de ametralladoras automatizado desde su carro propicia un tiroteo en el que mueren él y todos los supremacistas.

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Jesse escapa en un vehículo 1978 El Camino.

 

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