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Lo que en verdad nos asusta de 'IT' no es el payaso, es el abuso infantil

Un payaso debería ser un personaje gracioso y adorable, pero solo es una máscara que oculta el horror.

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Getty.

Aquellos que fueron niños o adolescentes durante la primera mitad de los noventa seguro recuerdan bien los comentarios en los pasillos del colegio o los susurros a la hora de jugar con los amigos. Se hablaba de una “película” (no era realmente una película) sobre un payaso maligno y era lo más aterrador que hubieran podido ver. Muchos, a escondidas de sus padres (o en raras ocasiones en su compañía) pudieron ver en la televisión las dos partes de la miniserie It.

Por: Julián Andrés Ramírez @Sir_laguna

Esta historia basada en uno de los más reconocidos libros de Stephen King nos presentaba a un grupo de niños enfrentando un ser maligno que toma la forma de un payaso llamado Pennywise, el cual atraía a los más jóvenes habitantes de un pueblo de Maine llamado Derry para devorarlos. La historia continua 27 años después cuando los protagonistas, ya adultos, regresan a su pueblo para continuar la batalla.

Era una experiencia realmente aterradora para los chicos que la veían. Pennywise es un monstruo espeluznante y aparentemente imparable, capaz de aparecer y desaparecer a voluntad por lo que los héroes no estaban a salvo en ningún lugar. Si los espectadores no tenían miedo a los payasos era seguro que lo desarrollaran luego de verlo. Por estas razones ver “Eso” se convirtió en una especie de prueba de valentía para los niños de la época.

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Ver esta miniserie como adulto, más de dos décadas después de su estreno, es una experiencia muy diferente. No ha envejecido bien. Los efectos se notan anticuados, la historia se torna incoherente y a pesar de que la interpretación de Tim Curry como Pennywise sigue siendo increíble, el personaje en sí resulta algo ridícula. Carece del carácter mítico y aventurero de antes... Pero aún así había algo más en ella, algo que sigue espantando a las personas aunque conscientemente se digan que “esto ya no da miedo”. Hay un terror oculto ahí.

En 2017 tenemos una nueva adaptación de “IT”. Esta vez una película “de verdad” dirigida por Andrés Muschietti  y que se enfoca solo en la parte de la historia en que los protagonistas son aún niños. Es una muy buena película y una más que necesitada actualización de sus personajes. Pero lo realmente importante es que esta nueva versión deja mucho más clara la naturaleza ese “horror oculto”. Nos dice que el miedo que nos causaba no se debía sólo a su colorido villano. “IT” nos habla de un horror mucho más real.

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“IT” nos muestra el horror del abuso infantil

Cada uno de los miembros del “Club de los perdedores”, el grupo de niños protagonista, tiene un historial de abuso en su hogar. La nueva película muestra claramente como Beverly es acosada sexualmente por su propio padre, Eddie es manipulado por su madre para hacerle creer que está enfermo y hacerlo dependiente de ella, Mike es forzado a trabajar y Stan es objetivo de los insultos de su padre. Aparte de esto mucho de ellos pertenecen a minorías o sufren de condiciones que los convierten en víctimas de bullying y discriminación social (algo que es mucho más evidente en el libro). Aunque como vemos incluso el bully que los atormenta, Henry Bowers, sufre de abuso por parte de su padre.

La fuerte amistad entre los protagonistas es su mecanismo de defensa ante los horrores tanto reales como sobrenaturales que los acechan. Cuando finalmente descubren lo que está ocurriendo y se dan cuenta que alguien tiene que detener a Pennywise. No recurren a sus padres o a sus maestros. Saben que tienen que hacerlo ellos mismos porque están solos. Los adultos solo son para ellos parte de un sistema de abuso y desinterés que los minimiza y que está perfectamente representado en el payaso asesino.

De acuerdo a la mitología de “IT”, Pennywise es en cierta forma el mismo pueblo Derry. Su influencia sobre las personas que lo habitan es tan fuerte que ha logrado causar masacres y tragedias sin actuar directamente. Esa maldad se ve en la forma tan perturbadora en que Beverly es tocada por su padre, en el insidioso control que la madre de Eddy ejerce contra su hijo, en la forma en que el farmaceuta no ve problema en coquetearle a una niña de 15 años o la pareja en el auto decide no hacer nada cuando Ben es amenazado con un cuchillo al lado de la carretera. ¡Hasta el policía resulta ser un hombre capaz de amenazar a su propio hijo con una pistola! 

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La misma apariencia de Pennywise es una metáfora de esta realidad. Un payaso debería ser un personaje gracioso y adorable, pero solo es una faz que oculta el horror. Su engaño representa la forma en que en ocasiones el abuso infantil se disfraza de padres, profesores, sacerdotes y familiares que a vista de la sociedad son ciudadanos ejemplares.

Este es el verdadero terror de “IT”. Las apariciones de Pennywise y sus transformaciones pueden asustar y hacernos saltar del asiento, pero no se comparan con la tragedia que representan y que son los millones de niños alrededor del mundo que son víctima de maltrato, esclavitud y abuso sexual. ¿Será que inconscientemente esto es lo que aterró tanto a los niños que vieron la versión de los 90’s? ¿Será que reconocieron en la historia la realidad en la que la infancia es violentada ante la indiferencia de la sociedad?

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Porque tristemente el mundo real no necesita de la influencia un ente macabro con forma de payaso para que ocurran cosas horribles y si hay algo que podemos aprender de esta historia es que no tenemos porque dejar que los niños las enfrenten solos.

 

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