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'Lovecraft Country' enfrenta los Mitos de Cthulhu con el racismo de su autor

Una de las series más interesantes del año.

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Foto: HBO.

“La más antigua y fuerte emoción que puede sentir la humanidad es el miedo. El miedo más antiguo y fuerte que puede sentir la humanidad es el miedo a lo desconocido”.

Por Julián Ramírez // @Sir_Laguna

Esta es la frase con la que el escritor americano Howard Phillips Lovecraft comenzó su reconocido ensayo de 1927: Horror Sobrenatural en la Literatura. Esa fue toda una declaración de intenciones sobre los elementos y temas que en el futuro llegaríamos a conocer como “Horror Lovecraftiano”. Verán. Aunque los vampiros, fantasmas y muertos vivientes eran elementos comunes en el trabajo de este autor, su enfoque estaba en algo “mucho más allá”, en horrores absolutamente ilógicos e irracionales que rechazaban cualquier intento de comprensión. 

El horror cósmico podía hacer enloquecer a cualquiera que lo experimentara, ya que sus mentes simplemente no podían entender lo que estaba pasando. Es un horror de dioses primigenios, entidades imposibles y cultos a conocimientos prohibidos. Criaturas como Cthulhu, Shub-Niggurath y Nyarlathotep forman parte de un panteón de terror que ha inspirado a muchos otros artistas, como Stephen King, Alan Moore, Mike Mignola, Guillermo del Toro y muchos más. No podemos desconocer su influencia en la literatura de horror y la cultura popular moderna.

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Otra cosa que no podemos ignorar es que, a todas luces, H.P. Lovecraft no era una buena persona. Era alguien supremamente racista, incluso para los estándares de la sociedad norteamericana de comienzos del siglo XX. Si ponemos atención, podemos notar que su desprecio hacia personas que no fueran de raza blanca permea todo su trabajo, desde La Llamada de Cthulhu hasta el Horror de Red Hook. Él exageró los rasgos de las personas de color para convertirlas en muchos de los monstruos de sus cuentos. El extremo de su racismo queda completamente expuesto en un poema de 1912 cuyo nombre es tan ofensivo que preferimos no escribirlo aquí.

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A causa de esto enfrentamos un feo dilema. ¿Cómo podemos declararnos fanáticos de un autor con posiciones tan desagradables? ¿Es posible separar la obra de su creador al momento de disfrutarla?

Este ha sido un largo debate que se aplica a infinidad de artistas ‘problemáticos’, desde H.P. Lovecraft hasta Woody Allen.

“Las historias son como la gente. Amarlas no las hace perfectas, pero podemos tratar de apreciarlas, pasar por alto sus fallos”

“Pero los fallos siempre estarán ahí”.

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Esta conversación pertenece al primer episodio de Lovecraft Country, una serie cuyos nuevos episodios podemos ver en Colombia los domingos a las 8:00 p.m. en HBO y aplicaciones como HBO GO. Está basada en una novela del mismo nombre, escrita por Matt Ruff, y llevada a la pantalla por Misha Green en colaboración con J.J. Abrams (LOST) y Jordan Peele (¡Huye!).

Los mitos de Cthulhu han sido usados como inspiración de, literalmente, miles de historias, pero Lovecraft Country resulta especial gracias a algo que Howard Phillips nunca hubiera hecho: es contada desde un punto de vista completamente afroamericano.

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Los dos protagonistas de esta serie son Atticus “Tic” Freeman (Jonathan Majors), un veterano de la guerra de Corea que regresa a su pueblo en Estados Unidos tras la desaparición de su padre, y Letitia Lewis (Jurnee Smollett), una joven activista que busca un rumbo para su vida. Ambos deben enfrentar tanto monstruos y cultos fantásticos como el rampante racismo que marcaba todos los aspectos de la vida en los años 50 y que, tristemente, no es demasiado diferente al de hoy en día.

Los horrores, monstruos y magia del mundo de Lovecraft Country no son los mismos de los mitos de Cthulhu, pero están claramente inspirados en ellos. De hecho, Tic es un fanático de las historias de horror y fantasía al que le encantan los cuentos de Lovecraft, por lo que debe lidiar con el hecho de que el autor de los libros que ama era un racista inclemente. La fascinación por la ficción, la cultura pop y el género ‘pulp’ es una parte importante de la serie. Hace referencias a muchas obras con el respeto que estas merecen y una necesaria mirada crítica, algo de lo que carecen historias como Ready Player One.

Mientras Tic y Leti enfrentan casas embrujadas, cultos centenarios, bóvedas que exploraría Indiana Jones y monstruos que parecen venir de otras dimensiones, también deben hacer cara al racismo de la sociedad norteamericana. Para ellos, un simple viaje de carretera puede convertirse en una experiencia de vida o muerte si se detienen en el lugar equivocado, manejando mucho mejor el tema que cierta película ganadora del Óscar. El racismo que vemos, que no solo fue real en los cincuenta, sino que sigue presente en el mundo, es tan horrible e incomprensible como los más extraños terrores cósmicos de Lovecraft. El título de la serie no solamente se refiere a que Estados Unidos es un país lleno de horrores fantásticos, sino que también representa las creencias más enfermizas del autor de En las Montañas de la Locura

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Lovecraft Country contará con 10 episodios en total y terminará de emitirse el 18 de octubre de 2020. No podemos dejar de recomendarla. No solo es una excelente serie con buenos efectos especiales, personajes carismáticos y una trama intrigante, sino que ofrece una mirada muy interesante al horror lovecraftiano. Permite recontextualizar los mitos de Cthulhu desde una perspectiva que muchos no habíamos considerado. Lo mejor de todo es que se ‘apropia’ del trabajo de un racista de forma que subvierte sus temas y los usa para criticar no solo las obras originales, sino la sociedad de la que surgieron.

 

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