¿Qué tan grave es que no veamos tanto cine iberoamericano? Esta desconexión es responsabilidad de los directores y sus historias, de la falta de formación del público o de la desigual distribución que no nos permite competir contra Holyywood? Viajamos a Madrid, España, para preguntarle sobre este dilema a varios de los protagonistas de los Premios Platino, los Óscar de Iberoamérica que este año alcanzaron su cuarta versión.
Hablamos con las actrices Angie Cepeda y Juana Acosta, quienes estaban nominadas este año por las películas La Semilla del Silencio y Anna. Además reunimos a dos de los buenos directores del continente, Luis Ospina y Gastón Duprat, el primero por el documental autobiográfico Todo comenzó por el fin, y el segundo por EL Ciudadano Ilustre, que se alzó con el galardón de la Mejor película.
Un panorama lo menos ñoño posible de la salud de la industria cinematográfica y el inclemente juicio de los espectadores que quieren ver lo que les venga en gana.