The Smiling Lombana: mentiras, ambición y secretos familiares

Tito Lombana es conocido por la escultura ‘Los zapatos viejos’ en Cartagena. Lo que no sabíamos es que el artista, que en su momento fue uno de los más destacados del país, tuvo varios problemas con la justicia de Estados Unidos. La encargada de desentrañar la vida oculta de Tito es Daniela Abad Lombana, su nieta, quien nos presenta un retrato honesto y personal de su familia, así como lo hizo con su documental Carta a una sombra sobre su abuelo, el médico y activista Héctor Abad Gómez. 

The Smiling Lombana, en salas de cine desde el 17 de enero, es la oportunidad para conocer los secretos de un personaje enigmático y atrapante, mientras hacemos un repaso de la sociedad colombiana en las últimas décadas. Es la historia del ascenso y descenso de un hombre cegado por la ambición. El escultor cartagenero nació en el seno de una familia humilde. Poseía un talento innato que lo llevó a obtener cierto reconocimiento y una beca de estudios en el exterior. Sin embargo, prefirió dejar de lado su arte y dedicarse, a espaldas de su familia, a negocios no muy claros en una época marcada por la ambición en Colombia.

Recoger la historia de Tito les llevó a Daniela Abad (directora del documental) y al productor Miguel Salazar más de tres años en los cuales adelantaron toda una labor “detectivesca”. Según cuenta Daniela, “Había algo de policíaco, algo de cine negro en la película que queríamos explorar y que los abogados nos iban a ayudar a dilucidar. Nunca pensé que los abogados de Tito fueran a estar vivos. Los encontramos gracias a un trabajo de meses de Ana María Hanssen, quien nos ayudó en toda la parte de investigación en Estados Unidos y que incluyó miles de llamadas e investigaciones. Ellos estuvieron siempre muy receptivos con la película, era un caso que había sido en su momento muy importante y que hizo que estos dos jóvenes abogados inexpertos, se ganaran el respeto de la corte con una causa que era casi imposible". 

Sin embargo, su familia no fue tan receptiva a que se dieran a conocer los detalles de la vida del escultor. “Creo que se sintieron un poco ofendidos por cómo se habla de su padre en algún momento, pero yo tenía que hacerlo, tenía que contar la verdad sobre esta escultura que fue tan importante para Tito y que es tan icónica para Cartagena. Que las obras de arte lleven un crédito falso habla mucho de nuestra sociedad, es una ‘colombianada’ que no debería pasar y que la Alcaldía de Cartagena debería conocer y corregir.  Estoy segura que este es un caso entre miles”.

Tito Lombana es ese familiar que todos tenemos del que siempre escuchamos en las historias de nuestros papás, pero al que se prefiere no mencionar. Según Daniela, "creo que en muchas familias hay una persona polémica de la que no se habla y de la que se debería hablar, precisamente para poner el tema en discusión. Si no se discute es más fácil que las cosas se repitan", dice ella. 

“Una conversación honesta te da la posibilidad de revaluar lo que piensas y es la única manera de que los otros te muestren quiénes son. Por eso me gusta contar mis secretos, pues solo así el otro me dirá los suyos y juntos entenderemos que al final no son tan importantes, que lo que importa es la discusión, el diálogo, la confrontación”.