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¿Vale la pena ver 'Battle Angel: la última guerrera'?

Reseña libre de spoilers.

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Battle Angel

Cuando el mundo vio el primer tráiler de Battle Angel: La última guerrera, quedó horrorizado. Fueron los ojos. Esos ojos grandes ‘estilo animé’ en un rostro hiperrealista eran algo que estaba simplemente mal. Un efecto de valle inquietante desatado por completo. Muchos declararon que esto era suficiente para arruinar la película, que nadie iba a querer ver un filme protagonizado por una chica que lucía tan... ‘rara’.

Pero, honestamente, no cuesta mucho acostumbrarse a esa curiosa apariencia. Pocos minutos después de que la película comenzará, Alita incluso llega a parecer bonita. Al contrario de esto, a sus problemas de guión no es tan fácil acostumbrarse.

Por Julián Ramírez // @Sir_Laguna

Battle Angel: La última guerrera está basada en el manga Alita: Battle Angel (o Gunnm, como lo conocen los puristas). Este se desarrolla muchos años en el futuro, en un lugar de la tierra arrasado por una guerra con las ‘Repúblicas Unidas de Marte’ hace 300 años. Zalem es la última de las grandes ciudades y se mantiene suspendida sobre la ‘ciudad de hierro’. Los ricos y poderosos viven arriba mientras los pobres trabajan en las fábricas abajo. Mientras buscaba repuestos robóticos entre la chatarra de Zalem, el doctor Dyson Ido encuentra el torso de una cyborg, el cual lleva a su laboratorio para traer de vuelta a la vida.

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Alita, el nombre que el doctor da a esta nueva hija adoptiva, no tiene memoria de quién era, pero es increíblemente fuerte y ágil. No pasará mucho tiempo antes de que los agentes de Zalem se fijen en ella y envíen a los peores criminales a cazarla.

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Conozcan al ángel de combate

Esta trama es sorprendentemente fiel a los primeros tomos del manga original. Gracias a eso se crea un buen arco argumental, aunque algo apresurado, para el personaje principal. Vemos a Alita aprender sobre este mundo, descubrir más sobre sí misma, enfrentar la injusticia como ‘guerrera-cazadora’, dedicarse a un peligroso deporte y hasta enamorarse. Ella termina siendo un personaje bastante carismático y agradable. Es tan poderosa que prácticamente nada se puede meter en su camino (excepto cierto enemigo a mitad del filme). Afortunadamente la trama le pone retos que no puede solucionar simplemente con golpes y patadas.

Y es aquí donde entran en juego esos enormes ojos. En un mundo tan diverso como el de esta película, Alita no hubiera resaltado sin importar su género, raza o implantes mecánicos — una de cada tres personas en la ciudad de hierro tiene un brazo o pierna robótico — son sus ojos lo que la hacen diferente a los demás. Aunque aquí no hay un trasfondo de discriminación contra los cyborg ni nada por el estilo (algo que resulta refrescante dado lo común que se ha vuelto este cliché en historias ‘cyberpunk’), sus ojos nos recuerdan a cada momento que ella es especial.

Pero hay una sorpresa, y es que la historia de la protagonista, que sigue la fórmula básica de ‘origen de superhéroe’ está empaquetada dentro de un desarrollo y tono mucho más adecuado para una película basada en una ‘novela para jóvenes adultos’. Ya saben a qué me refiero: Los juegos del hambre, Insurgente, Máquinas mortales, El corredor del laberinto y Cazadores de sombras. Películas en mundos distópicos usualmente con una heroína dispuesta a cambiar la sociedad y con mucho énfasis en la relación romántica. Este es un enfoque inesperado para una obra tan violenta y oscura como Gunnm, pero uno que es bienvenido, ya que al menos le da un soplo de aire fresco a un género que ya asombra poco.

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¿Estilo sobre sustancia?

La calidad de los efectos visuales es impresionante. Las vistas de la ciudad de hierro, tanto de día como de noche, son realmente evocadoras; las competencias del roller derby ultraviolento llamado ‘motorball’ son tan coloridas que parecen sacadas de Speed Racer y los cyborgs y demás elementos tecnológicos harán las delicias de los fanáticos de los robots. Personajes como Zapan y Grewishka son más metal que persona y cuentan con diseños muy intrincados, exagerados y llenos de partes móviles que impactan sobre todo a la hora de verlos en combate. Cuentan con los rostros de actores como Ed Skrein (Deadpool) y Jackie Earle Haley (Watchmen) y por culpa de ello la frontera entre lo humano y lo creado por computadora se desdibuja. El efecto no siempre engaña, dando el aspecto de estar viendo una escena de un videojuego más que de una película de acción real.

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El director Robert Rodríguez es conocido por crear películas muy vistosas, llenas de acción, energía y muchas locuras como La balada del pistolero, Sin City y Machete. Pero ha sido acusado de dar prioridad al espectáculo por encima del ‘contenido’ del filme. El mundo de Battle Angel, con su escenario ‘cyberpunk’ y sensibilidades de historia para jóvenes, está más que dispuesta a hacer algo de comentario social mediante la idea de “los ricos arriba y los pobres abajo”, pero no se molesta en hacer nada con eso. La premisa está ahí, los personajes hablan sobre movilidad social y lo mucho que les gustaría vivir en Zalem, pero esa supuesta ‘opresión’ en la que viven nunca se muestra. La ciudad de hierro se presenta como un lugar bastante normal y diverso, con la gente trabajando y apoyándose entre sí. Hay crimen y violencia, pero es algo que no parece afectar mucho el día a día de sus habitantes. Es realmente una oportunidad perdida.

Al comienzo de este texto mencioné problemas de guion. Eso se origina aquí. Hay tantos elementos, ideas y personajes que la película, que ya es bastante larga (dura más de dos horas), no tiene tiempo para desarrollar bien todo esto. Lo que es peor: su tono, historia y los objetivos de sus personajes entran en conflicto. Ideas como los guerreros-cazadores, el ‘motorball’, el romance, una conspiración misteriosa o el sueño de escapar de la ciudad se desarrollan de un modo muy acelerado sin darles la profundidad que merecen.

Por si fuera poco, la batalla climática ocurre a mitad del filme y la película termina dejando su historia incompleta, prometiendo su desenlace en una secuela que no es segura. No es fácil comprimir tantos tomos del manga en tan poco espacio.

Tremendo talento actoral

Battle Angel: La última guerrera dedica bastante tiempo explicando su mundo a Alita y, en consecuencia, a la audiencia. Esta exposición funciona bien porque la ponen en boca de actores de la talla de Christoph Waltz (Bastardos sin Gloria), Jennifer Connelly (Requiem por un sueño) y Mahershala Ali (Luke Cage), además de un actor sorpresa que no está en los créditos y que solo vemos en la toma final. Todos ellos hacen un trabajo fantástico que sorprende en una ‘simple película de ciencia ficción’ como ésta. Son arquetipos conocidos: el doctor con el pasado trágico, la científica sin alma y el jefe mafioso, pero le ponen el alma a la hora de interpretarlos.

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La verdadera revelación es Rosa Salazar. Esta joven mujer, que hace poco vimos en Bird Box, es irreconocible como Alita, pero dota al personaje de mucha humanidad a través de la captura de movimiento. Con ayuda del CGI logra expresar ternura, rabia, amor, curiosidad y violencia de una manera realmente sincera. Es un gran personaje que fácilmente hubiera podido caer en el error del “personaje femenino fuerte”: la típica chica cool que es definida simplemente por su habilidad y fuerza. Gracias a esta actriz logra ser mucho más que eso.

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¿Vale la pena verla?

Quiero decir que sí. A pesar de sus defectos, su larga duración, su falta de enfoque y su exceso de exposición, Battle Angel: La última guerrera es una película realmente interesante, con una protagonista increíble y efectos especiales que dejan con la boca abierta. Pero no puedo recomendarla con total libertad. Los espectadores que mejor conozcan los clásicos de la ciencia ficción e historias distópicas conocen de memoria sus elementos y clichés, por lo que podría parecerles aburrida. Otros pueden confundirse ante la cantidad de ideas que presenta y la falta de cierre en su final.

Pero, si las cosas que mencioné en este texto sobre su protagonista, efectos especiales y mezcla de géneros les llama la atención (y no los asustan esos ojos de animé), pueden darle una oportunidad, creo que la merece.

 

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