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Vivir deprisa, amar despacio: ¿Por qué verla?

Una historia de amor que le enseñará mucho sobre la vida.

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Vivir deprisa, amar despacio

Jacques (Pierre Deladonchamps) y Arthur (Vincent Lacoste) se encuentran en esta historia del “primer amor y el último amor”: el primero para Arthur, un estudiante de provincia, y el último para Jacques, un escritor poco reconocido y padre soltero. Como en todo romance, se enamoran de la idea que tienen el uno del otro. Uno se lanza al vacío, el otro intenta no dejarse llevar. Esa es la sinopsis de Vivir deprisa, amar despacio, cinta del director Christophe Honoré, que se estrenó en Colombia el pasado 18 de abril. 

Aquí es contamos por qué deben ver esta película, disponible en Tonalá, Cinemateca San Rafael, Atlantis (Bogotá), Cámara de Comercio (Pereira), y el MAM y el Colombo Americano (Medellín). 

Su director 

Christophe Honoré es hoy uno de los directores franceses más importantes hoy y un icono queer. Se ha ganado su reconocimiento con películas transgresoras y arriesgadas, como la incestuosa Mi madre, o Hombre e el baño. Otras reconocidas son Los Bien Amados o Canciones de amor. Vivir deprisa, amar despacio es considerada una de las más sólidas de su carrera. "Más que una historia de amor imposible, esta es una película sobre una vida imposible", según a describe él. 

Su temática 

Vivir deprisa, amar despacio es una historia de amor en la que el SIDA tiene un papel importante en la manera en que ambos protagonistas ven su vida y se aproximan a las relaciones. Pero el tema no se aborda de una manera victimizante o trágica, al contrario: hay mucha dignidad y fortaleza. Ha sido comparado con Filadelfia, con la que Tom Hanks se llevó un Óscar a Mejor actor. 

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"Pertenezco a un colectivo de artistas y personas homosexuales para quienes abordar el tema del SIDA es particularmente difícil y complicado. Era necesario que las víctimas del SIDA hablaran antes de que personas como yo, testigos, pero no víctimas, pudieran hablar. Así que había una brecha, un momento necesario antes de que estuviera listo para hablar. Incluso hoy, todavía me duele la muerte de personas que conocí y de aquellas a las que nunca conocí pero a las que hubiera soñado conocer, y que aún continúan
inspirándome", dice Honoré. 

Sus personajes 

Ante varias representaciones estereotipadas de la comunidad LGBTI y quienes padecen de SIDA, es refrescante ver personajes que se salen de esos esquemas para presentarnos relaciones genuinas y honestas que trascienden la orientación sexual.  Más allá de ser etiquetada como una cinta queer, es una reflexión sobre el amor, la juventud, la pérdida y la vejez. 

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Su ambientación 

La película retoma decenas de referentes culturales de París durante los 90, así como algunas obras libros y películas que marcaron a Honoré. "Las citas, las películas  evocadas en Vivir Deprisa, Amar Despacio, e incluso las pilas de libros que vemos en las habitaciones están tomadas directamente de mi juventud. Creo mucho que estamos formados e influenciados en nuestra forma de sentir y pensar, por los libros leídos, la música y las canciones que escuchamos, y por las películas que importaron en nuestras vidas". Esto sumado a una impecable banda sonora que evoca lo mejor de los 90, con canciones de Massive Attack, MARRS y Cocteau Twins. 

 

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