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7 autobiografías que lo van a inspirar a ser mejor persona

Imposible no querer salvar el mundo después de leerlas.

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Drew Angerer // Getty Images

¿A veces se levantan con crisis existencial? Tranquilos, no son los únicos. Muchos estudios han confirmado que los millennials no encuentran la satisfacción exclusivamente en el dinero, y que el éxito significa mucho más que un trabajo de oficina. En vez de eso, nuestra generación quiere crear felicidad no materialista en la que juega un rol esencial ayudar a los demás y mejorar el mundo en el que vivimos.

Por Vanessa Cervini // @vcervini

Si no sabe por dónde empezar y necesita un empujoncito para encontrar una causa que lo apasione, tiene que leer estas autobiografías, en las que personajes inspiradores de todo el mundo comparten su experiencia en primera persona y cuentan qué los llevó a convertirse en ejemplos de vida.

Mi historia de Michelle Obama

Michelle LaVaughn Robinson Obama es la epítome de la mujer moderna. Abogada graduada de Princeton y Harvard; directora de múltiples empresas y organizaciones; madre de dos; y esposa de uno de los personajes más importantes de la historia de Estados Unidos. Pero después de leer su autobiografía seguro se preguntará ¿Quién pensaría que se pueden tener tantas cosas en común con una primera dama?

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Reviviendo lo que ella misma ha llamado "un viaje trepidante", lleno de momentos felices y otros en los que ha sentido dolor y rabia, no hay duda de que Michelle no ha perdido el humor y calidez por los que la Casa Blanca alcanzó sus mayores índices de inclusión social en la historia, y que la hicieron estrella de excelentes memes y gifs. Rompiendo el record como la autobiografía más vendida (ya van más de 10 millones de copias), este best-seller traducido a  24 idiomas lleva meses en los primeros lugares.

Y si queda con ganas de más, buenas noticias, porque el próximo año se viene la segunda parte escrita por su marido.

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Un largo camino hacia la libertad de Nelson Mandela

Mandela pasó casi la mitad de su vida en la cárcel por defender el sueño de la democracia. Luego de leer su relato, es imposible no preguntarse qué habría sido de la historia, no solo de Sudáfrica sino del mundo entero, si este pionero de los derechos humanos no hubiera dedicado su vida a luchar por la libertad.

Pareciera que nació en el momento para el cambio. Fue llamado Rolihlala, que en xhosa, uno de los seis idiomas oficiales de Sudáfrica, es interpretado como 'alborotador' o 'rebelde' (más tarde una maestra le pondría Nelson porque usar un nombre que no fuera blanco era mal visto). El terremoto en el ámbito político y social del país comenzaría con su experiencia de primera mano con la jurisprudencia y política en el African National Congress Party. Su Carta de la libertad, en la que pedía igualdad y eliminación de la segregación, lograría poner en el papel lo que la mayoría discriminada pensaba desde hace décadas. Al final, todas sus iniciativas terminaron en la abolición de la dictadura Afrikaner, convirtiéndolo en el primer presidente africano del país y poniendo en marcha la política de reconciliación nacional.

Una vida excepcional que ha inspirado a políticos y activistas. Y que ha sido mostrada en libros y películas, incluyendo Invictus, la premiada película de Clint Eastwood en 2009. Pero nada iguala a conocer a Mandela con sus propias palabras.

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Paula de Isabel Allende

Una de las autoras latinoamericanas más influyentes del último siglo, Isabel Allende ha encantado a miles de lectores con sus cuentos, novelas y series. Su primera obra, La casa de los espíritus, creó una visión del realismo mágico única, que en los años 80 lograría mezclar un género ya cargado con fuertes ideales políticos y sociales, con el movimiento feminista. Pero es en Paula que podemos leer a Allende en primera persona.

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Esta obra autobiográfica nació de una tragedia, cuando la hija de la autora entró en coma a causa de la porfiria. Con solo 28 años, Paula estuvo internada en un hospital de Madrid durante un año, y fue durante este tiempo que Allende comenzó a escribirle una larga carta que le contaría de todo lo que se había perdido mientras estaba inconsciente.

Paula nunca despertó, y la carta se convirtió en un libro que lleva a sus lectores a recorrer múltiples generaciones de la familia de Allende. Los verdaderos protagonistas son los sentimientos, y es que las últimas palabras de Paula hacia su madre antes de entrar en coma fueron: “Te quiero mucho, mamá". 

Esta obra no solo es una joya de la literatura latinoamericana, sino que también deja muchas enseñanzas, recordando a sus lectores que hay que vivir la vida intensamente, siguiendo los propósitos propios y no los de los demás.

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En movimiento de una vida de Oliver Sacks

Nadie ha sido tan prolífico como Oliver Sacks cuando se trata de contar historias basadas en la complejidad del cerebro humano. Quien no reconoce su nombre seguramente no ha tenido el placer de conocer los relatos de Musicofilia, Alucinaciones, o su best-seller El hombre que confundió a su mujer con un sombrero.

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El camino que vivió Sacks antes de convertirse en neurólogo, autor y profesor en la Escuela de Medicina de NYU fue largo y lleno de aventuras y obstáculos. En su autobiografía, los lectores pueden seguir su infancia; el descubrimiento de su sexualidad, cuando después de salir del clóset su mamá lo echó de la casa diciéndole que era una abominación; sus viajes por el desierto de California, experimentación con las drogas, amor por las motos y la velocidad; y su eterna pasión por la escritura. Esta última lo acompañó hasta el final de sus días (junto con la natación y la halterofilia).

En éste, su último libro, Sacks muestra quién fue, cuáles fueron sus aciertos y errores, y cómo su pasión por la ciencia y la literatura cambiaron su vida. 

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Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado de Maya Angelou

De Angelou se puede decir que vivió múltiples vidas. No solo fue una prestigiosa artista, cantante, bailarina, y la primera directora cinematográfica afroamericana; sino que también se desempeñó como defensora de los derechos humanos; fue periodista en África; y trabajó junto a figuras públicas como Malcom X y Martin Luther King. Por sus logros obtuvo más de cincuenta títulos honoríficos (incluidos cinco Grammys, varias nominaciones al Pullitzer y los Tony), múltiples becas, una estampilla con su nombre, la Medalla Nacional de las Artes, y la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos.

Sin duda es una de las poetas más importantes de Norte América. Sorprendentemente también es una de las más censuradas.

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En este primer volumen, de los siete que componen sus novelas autobiográficas, cuenta sus experiencias desde los tres hasta los dieciséis años, trasladando a sus lectores a una de las décadas más difíciles para las personas de color. Poniendo todo el corazón en su relato, no se detiene a minimizar lo malo y maximizar lo bueno, sino que cuenta su verdad sin pena, incluyendo el peso de las tradiciones, segregaciones, y la Iglesia.

Hasta el día de hoy, este volumen sigue siendo prohibido en las bibliotecas de los colegios en varios lugares de Estado Unidos por su "profanidad" y "descripciones de abuso de drogas, conducta sexualmente explícita y tortura". Pero para quienes desean encontrar un propósito y trabajar por causas importantes, es un clásico que se debe leer y re-leer.

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Yo soy Malala de Malala Yousafzai y Christina Lamb

Un grupo de talibanes  se suben a un bus de colegio, preguntan "¿Quién es Malala?" y le disparan en la cabeza a una adolescente porque se negaba a dejar su educación de lado. Esa fue la historia que estremeció al mundo en el 2012. Pero también fue el momento de catarsis que llevó a Malala Yousafzai a convertirse en un símbolo para los derechos humanos. 

A los once años, Malala era ya un ídolo cibernético. Bajo el seudónimo Gul Makai, relataba para la BBC las atrocidades que la comunidad vivía después de la entrada del régimen talibán a su natal Valle de Swat. Lo que siguió luego del terrible momento que casi le quita la vida sería el inicio de un camino agridulce. Por un lado, llegó la ilimitada atención mediática, el Premio Nobel de la Paz, la revista Time nombrándola como Persona del Año, y el discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas en la que enunció su icónica frase “Un lápiz, un libro y una escuela pueden cambiar el mundo”. Pero también llegaron las amenazas de muerte que la obligaron a mudarse lejos de Pakistan, su hogar y todo lo que conocía, imponiéndole el exilio.

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Este interesante acercamiento a una joven mujer que todavía se está formando, y aún así ha vivido más de lo que cualquier niño debería haber vivido, llena de esperanza a sus lectores. Sus palabras han ayudado a jovenes en todas partes a no rendirse en la lucha por su educación y derechos fundamentales, e inspira a trabajar por un mundo libre de violencia y opresión.

Autobiografía de un científico transgénero de Ben Barres

Ben Barres fue el primer científico abiertamente transgénero en formar parte de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos. Aunque uno pensaría que los obstáculos de su carrera se manifestaron por ser parte de una de las minorías más discriminadas, irónicamente no fue así. Como él mismo lo dijo: "Me respetaban más como científico transgénero que como mujer". Durante los 43 años en los que Barres vivió como Barbara, estableció una brillante carrera en neurobiología como académico y profesor en Stanford. Pero no fue nada fácil. Desde el principio lo desanimaron de aplicar al MIT y desacreditaron su trabajo.

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Después de su transición, pudo ver el otro lado de la moneda y decidió hablar de la discriminación en contra de las mujeres en la ciencia. En el 2006, escribió un artículo titulado ¿El Género importa? en la revista Nature, respondiendo con fuertes argumentos al discurso público en el que un presidente de Harvard declaró que en el campo de la ciencia las mujeres nunca serían igual de capaces a los hombres.

La biografía de Barres, escrita en los 21 meses posteriores a un diagnóstico de cáncer terminal, relata su legado y recuerda a los lectores de hablar de este puntilloso tema para que deje de ser la norma y se vuelva una cosa del pasado.

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