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8 libros para entender por qué Colombia está en Paro

Estos 8 libros, listados sin ningún orden en particular, nos ayudan a poner nuestra realidad en contexto.

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Los ejercitos, El país de las emonicones tristes, Parar para avanzar
// Portadas de Libros

En nuestras bibliotecas se alojan historias que registran muchos de los motivos que han convocado al país a manifestarse. El actual Paro Nacional no se explica solo por el presente, sino por un acumulado histórico que tiene mucho que ver con lo que está plasmado en estos 8 libros.

Por Vanessa Velásquez Mayorga @Ficcioncitas

Los humanos siempre hemos buscado dejar registro de nuestras vidas. Desde las pinturas rupestres, pasando por los libros hasta las publicaciones de Facebook y Twitter, hemos querido amplificar nuestras ideas y narrar los hechos que han consolidado nuestra historia; hemos querido nos escuchen y que nos lean.

En Colombia, donde llevamos siglos sufriendo los efectos de la desigualdad, la pobreza, la corrupción y la violencia, quienes se dedican a la escritura llevan todo este tiempo registrando, retratando y recordando en novelas, cuentos, poemarios, crónicas, ensayos y cartas esta realidad.

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Para la muestra, los 8 libros reseñados en este artículo, que dan cuenta de muchas de las historias que quieren ser escuchadas, y que hicieron que Colombia se manifestara por más de un mes desde el 28 de abril.

  • 1. El país de las emociones tristes, Mauricio García Villegas

García Villegas es abogado y doctor en ciencias políticas. En este libro de no ficción se dedica a analizar, desde el punto de vista de las emociones, el comportamiento político colombiano. El libro empieza con los hallazgos de la llamada revolución cognitiva para explicar el peso que tienen las emociones en la naturaleza humana y termina con una discusión sobre el mal, la polarización política y una defensa ética de la tolerancia y otras emociones plácidas.

El libro parte de los planteamientos de Baruch Spinoza y lo que él llamaba las emociones tristes (el odio, la venganza, el resentimiento, la envidia, el miedo) y explica cómo entran en conflicto con las emociones amables o plácidas (la benevolencia, la civilidad, la compasión, el respeto y la simpatía).

Cada país adopta un determinado balance entre estos dos abanicos emocionales, de lo cual obtiene su identidad cultural. Dice que es algo así como el temperamento de los grupos sociales. En Colombia ese balance, sobre todo en el ámbito de la cultura política, ha estado inclinado hacia los odios y las venganzas. Pueden leer, en la página de El Espectador, un fragmento de la primera parte de este libro.

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  • 2. Los estratos, Juan Cárdenas

Desde el título, esta novela del payanés Juan Cárdenas nos advierte uno de sus temas principales: la desigualdad en una ciudad anónima, pero que bien puede ser Bogotá, Cali, Medellín, la misma Popayán natal del autor, o cualquier ciudad en América Latina.

El protagonista, un hombre privilegiado económicamente cuya empresa y matrimonio están en la quiebra, sale en busca de su origen.

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Busca a su nana, quien es la protagonista de sus recuerdos. y mientras llega a ella se encontrará con personajes con condiciones de vida distintas a las suyas que le incitan a una reflexión y una construcción autobiográfica que, como dice Jorge Carrión en su reseña para la Revista Otraparte, “escarbar en la propia biografía es hacerlo en una historia colectiva de desigualdad, de superstición, de explotación, de chistes racistas, de verbo hecho carnes”.

  • 3. Los ejércitos, Evelio Rosero

Es la historia de Ismael, un anciano profesor que vive, junto a su esposa, en el pueblo de San José. La pareja lleva una vida lo más normal posible en medio de una guerra anónima, en un pueblo que es escenario de encuentros entre ejércitos que no siempre se pueden identificar.

¿Guerrilla, paramilitar o Ejército Nacional? Ismael no lo sabe, pero lo que sí sabe, está seguro, es que uno de estos ejércitos se ha llevado a sus vecinos, y la violencia se ha instalado en el pueblo, haciendo que todos quienes ahí vivían decidieron buscar un nuevo hogar.

Todos menos Ismael, quien se queda en el pueblo que fue su hogar durante cuarenta años. La novela retrata la cotidianidad de un hombre que debe convivir con la ausencia del estado, con la violencia a la vuelta de cada esquina. Pueden leer el primer capítulo de esta novela en esta entrada de Diario de Paz.

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  • 4. Viaje al interior de una gota de sangre, Daniel Ferreira

Durante un reinado local, un pequeño pueblo es tomado por encapuchados que perpetúan una masacre. Esta es una novela que replica hechos que han ocurrido en más de 60 municipios de Colombia durante las últimas seis décadas, cuanto menos.

Ferreira lleva al plano de la ficción la repetición de los relatos que los sobrevivientes a las masacres perpetradas por grupos paramilitares han compartido durante años: llegan cuando menos se les espera, encapuchados o sin identificación, con una lista en mano de la que llaman nombres de sus próximas víctimas, una demostración de la capacidad enorme que tienen de asesinar para así aterrorizar a todos los posibles testigos y obligarles al silencio.

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Después del primer capítulo en el que el autor interrumpe la cotidianidad de un pueblo cualquiera, los fantasmas de las víctimas de la masacre terminan de perfilar lo que era su vida.

  • 5. Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón, Albalucía Ángel

Esta novela polifónica de la autora pereirana se centra en narrar el Bogotazo no solo desde los hechos de aquel 9 de abril de 1948 que muchos marcan como el inicio de la Violencia en Colombia.

Es una novela que muchos lectores describen como “complicada”, pues es un collage de voces que no están explícitamente nombrados ni enmarcados en un tiempo específico. El lector a veces no tiene ninguna pista sobre quién habla y en qué momento de la línea del tiempo de la historia de Colombia está ubicado.

A pesar de esto, la novela, completa, es una especie de radiografía detallada del esqueleto de un país violento en el que se asesinan caudillos y curas y se masacran estudiantes, todo esto mientras al tiempo hay millones de ciudadanos, representados en un personaje, que intentan sobrevivir a la violencia. Pueden leer el inicio de la novela en esta entrada de Diario de Paz.

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  • 6. Cartas a Antonia, Alfredo Molano Bravo

La sinopsis del libro póstumo del sociólogo y periodista colombiano es suficiente para entender cómo este libro, escrito desde el amor de un abuelo hacia su nieta, es también el registro de un hombre que recorrió Colombia y la narro con la intención de entender la violencia que se reproduce en todos nuestros territorios.

“Este es el libro inédito que Alfredo Molano Bravo le escribió a su nieta durante más de una década, en el que reúne sus historias y pensamientos más íntimos para explicarle el país en el que nació, y le relata muchos de los viajes que lo llevaron a recorrer casi 14.000 kilómetros del territorio colombiano, a pie, subido en sus Converse de colores”.

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  • 7. El canto de las moscas, María Mercedes Carranza

La poesía también ha sido un lenguaje en el que autoras colombianas han registrado la dolorosa historia de Colombia. En el poemario El canto de las moscas, que pueden leer completo en la biblioteca virtual del Banco de la República, cada uno de los poemas lleva el nombre de una de las masacres perpetradas en las últimas décadas del siglo XX.

  • 8. Parar para avanzar, Sandra Borda

En este libro de no ficción la politóloga e internacionalista indaga sobre las bases del movimiento estudiantil colombiano que, en 2019, fue el responsable de una de las manifestaciones sociales más grandes en la historia reciente del país y de la que podría decirse que sentó precedente para las manifestaciones que se vienen dando desde el 28 de abril.

¿Quienes son estos jóvenes? ¿Qué exigen las organizaciones estudiantiles? ¿Cómo se han organizado para tomar vías de hecho y abrir espacios de diálogo con el Gobierno? ¿Qué podemos aprender de estos jóvenes en el contexto de este paro y para las próximas movilizaciones? En este libro Borda intenta.

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