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¡Atención! Mamarla también da gonorrea

Cuando tenga dudas, mejor encapúchelo o póngale barreras de látex. No hay de otra.

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Foto: Getty
Ian Forsyth

Para sorpresa mía todavía hay quienes creen que el VHI es solo asunto de gays, proliferan la gente que piensa que no necesita usar condón porque “saben con quién se meten” y juran que “tener cara de limpio/a” es una barrera infalible contra las enfermedades de transmisión sexual. Por eso es que andamos como andamos y por eso es que en estadísticas mundiales el número de personas infectadas con algún tipo de ETS aumenta en 357 millones cada año.

Por: Trilce Ortiz // @trilceo

Si usted es de los que piensa que la única forma de contagiarse de pendejaditas como, qué sé yo, la gonorrea, sólo pasa por tener sexo vaginal o anal, permítame bajarle de su nube. Los ilustrísimos señores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) andan con los pelos de punta: la infección ha mutado a una versión hasta ahora intratable que está pasando, literalmente, de boca en boca, a la velocidad de chisme de amanecida.

Resulta que la gente de todo el mundo está dejando de usar condón, pero no es la penetración quien va a la delantera con los casos de gonorrea, esta vez la indiscutible ganadora es la mamada. Sí señores: el sexo oral ha dejado ya varios casos de esta versión intratable de faringitis por gonococos -es decir gonorrea de garganta- en España, Francia y Japón.

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Antes de aplaudir pensando que eso es “al otro lado del charco”, permítame informarles que la gonorrea es la segunda ETS más común a nivel global y que la, por todo lo demás maravillosa, viajadera de los millenials ha hecho del sexo un territorio sin fronteras, sin mayores leyes y sí, muchas veces sin protección.

Según los especialistas de la agencia para la salud de las Naciones Unidas, la “súper gonorrea” es un microbio súper pilo y va desarrollando mecanismos de resistencia a cada nuevo tratamiento. Es decir, nos llevó el que nos trajo.

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Volviendo a las creencias mitológicas, puede que la ricurita o el bizcochito de turno tengan caritas de ángel, pero “caras vemos, genitales no sabemos”. Los síntomas de la gonorrea pueden ser tan esquivos como bombomcito en arroz bajo y pueden aparecer y desaparecer sin que uno se entere. Además de tratar de ser monógamos y de hacernos exámenes regulares, la solución no parece gustarle a casi nadie: hay que protegerse la boquita antes de ponerse a mamar. Eso aplica igual para hombres como para mujeres.

En el caso de los penes la tarea es un poquito más sencilla: ensayar con la infinidad de condones que existen, hasta encontrar uno que no sepa tan maluco ni se sienta como bolsa negra de basura, si ninguno va a sentir nada, ¿cuál es el sentido de chuparlo? Si de vaginas y anos se trata, la organización Planned Parenthood -mamá gringa de Profamilia- recomienda el uso de las barreras bucales de látex, que no son más que rectángulos delgados de ese material o poliuretano que se usan como protección durante el sexo oral.

La vaina es que a casi nadie le gustan. “Termina uno chupando plástico en vez de coño”, comenta Esperanza, una lesbiana madrileña que dice que las ha usado sólo un par de veces y prefiere el riesgo del contagio al sexo aburrido.

Rosa, una colombiana de 24 años y su pareja Sebastián llevan juntos tres años y siempre se ponen condón para el sexo vaginal; “hemos sido muy juiciosos con lo de las enfermedades y embarazos, pero nunca hemos pensado en lo del sexo oral”, explica él. “No creo que me gustaría para nada hacérselo a Sebas con condón”, agrega ella.

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Allá cada quien con sus gustos, pero la realidad es que la gonorrea bucal no sólo afecta a las amígdalas y la laringe, eventualmente se propaga a otras zonas del cuerpo -sí, las guevas, por ejemplo- y los medicamentos que existen actualmente no la están pudiendo tratar.

Lo más jodido es que los síntomas de la enfermedad pueden parecerse a los de cualquier gripa hedionda: irritación de garganta, dolor al tragar, dolor de cuello, mocos, dolor muscular y de cabeza. Es decir, tranquilamente puede andar uno por ahí tranquilito sin saber que tiene gonorrea, o que se la puede pasar a cualquiera en cuestión de una mamadita.

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La Psico Woman nos deja un videito explicando el meollo con las barreras de látex.

 

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