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‘Baby Shark’: ¿canción viral o instrumento de tortura?

En una cárcel de Oklahoma prisioneros fueron expuestos a la canción durante horas mientras estaban esposados.

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Baby Shark, Youtube

Dos guardias de seguridad y su supervisor en una cárcel de Oklahoma han sido acusados de crueldad hacia los prisioneros por presuntamente obligarlos a escuchar Baby Shark durante horas, reporta Buzzfeed News.

Según declaraciones juradas, los guardias acusados, Christian Miles y Greg Butler Jr. forzaron a cuatro prisioneros a escuchar la canción infantil mientras permanecían esposados en celdas solitarias durante horas. Al menos dos de los prisioneros permanecieron de pie durante más de dos horas mientras escuchaban la canción repetidamente. 

Dice Buzzfeed News que según los investigadores “la canción se puso en un loop para ser reproducida repetidamente y con un volumen alto, agregando estrés emocional en los prisioneros que seguramente ya estaban sufriendo por las condiciones físicas dadas”. 

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El reporte indica que reproducir la canción era un chiste interno entre los guardias, que dijeron que solo estaban intentando disciplinar a los prisioneros y enseñarles una lección. El supervisor de Miles y Butler, Christopher Hendershott, presuntamente estaba al tanto de esta técnica utilizada en los prisioneros.

Hendershott, Miles y Butler han sido acusados ​​de delitos menores de crueldad hacia los prisioneros, castigo corporal a un prisionero y conspiración. 

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En 2014 un reporte del Senado de los Estados Unidos sobre las torturas que utilizaba la CIA incluyó información sobre técnicas de sonido utilizadas para desorientar a los prisioneros. El reporte indica que la CIA utilizaba la música para influenciar en las reacciones de los prisioneros y debilitarlos. “La música era utilizada como un método de tortura sin contacto. Los detenidos eran mantenidos en completa oscuridad y usualmente esposados en celdas solitarias”, cuenta Vox en un artículo que habla de estas técnicas. 

El artículo agrega que, con evidencia recogida en otros reportes de tortura como el de Guantánamo que normalmente “se reproduce la misma canción o el mismo álbum repetidamente y con un volumen alto para mantener a los detenidos despiertos durante horas”.

 

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