El grupo estadounidense Bon Jovi consiguió satisfacer a sus admiradores, la gran mayoría entre los 85.000 asistentes a la quinta jornada del Rock in Río de este año en Río de Janeiro, pese a actuar sin el guitarrista Richie Sambora ni el baterista Tico Torres, dos de sus fundadores.
Sambora se despidió de la banda de hard rock de New Jersey hace cinco meses por tiempo indeterminado y Torres fue hospitalizado pocas horas antes del concierto con dolores abdominales.
El carisma del cantante Jon Bon Jovi y un repaso de varios de sus éxitos en 30 años de carrera, así como el apoyo incondicional de sus seguidores, que no pararon de corear y balancear los brazos, garantizaron que la presentación superara las dos sensibles bajas.
El mérito también fue de Rich Scanella, el baterista llamado a última hora para sustituir a Torres, que demostró conocer la discografía de Bon Jovi, con el que ya había actuado.
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Tico Torres, que la semana pasada había sido operado por apendicitis, lo que obligó al grupo a suspender conciertos en México y Argentina, regresará al quirófano pero ahora por la vesícula.
Bon Jovi, en su quinta presentación en Brasil, prefirió hacer un repaso de su carrera que promover las canciones del álbum que lanzó esta año, "What about now", como lo viene haciendo en su actual gira mundial "Because we can".
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La banda, sin embargo, abrió la presentación con "What the water made me", del nuevo álbum, del que también interpretó "Because we can" y "What about now".
Tras una primera canción desconocida y que no entusiasmó, el veterano grupo se ganó al público con los éxitos románticos del disco "Slippery when wet" (1986) que lo lanzaron a la fama, como "You give love a bad name", "Raise your hands", "Wanted dead or alive" y "Livin'on a prayer", con las que comenzó y terminó su concierto.
También supo aprovechar míticas como "Keep the faith" e "It's my life", así como algunas de las canciones comerciales del disco country "Lost Highway" (2007).
El Rock in Río no sólo tuvo el pop rock y los éxitos comerciales de Bon Jovi, con sus 130 millones de discos vendidos, sino también de la banda canadiense Nickelback (50 millones) y del grupo estadounidense Matchbox Twenty (30 millones).
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Nickelback, liderada por el vocalista y guitarrista Chad Kroeger, sólo necesitó comenzar con dos canciones rápidas y de destaque instrumental como "Animals" (2005) y "Somethings in your mouth" (2008) para embolsarse al público y ponerlo a corear y a moverse al ritmo de dos de sus mayores éxitos del disco "All the right reasons" (2005): "Photograph" y "Far away".
La banda nacida en la ciudad canadiense de Hanna en 1996, en su primera presentación en un país suramericano, mostró por qué fue considerada como uno de los grupos más exitosos de la década del 2000 en Estados Unidos y Canadá con antiguos éxitos muy conocidos por el público brasileño como "How you remind me", "Rockstar", "Gotta be somebody".
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También en su primera presentación en Brasil y en un Rock in Río, Matchbox Twenty prefirió darle una pausa a la gira mundial de promoción del disco "North" (2012) para recordar los principales éxitos de sus otros cuatro discos.
El grupo nacido en Florida hace 17 años, con Rob Thomas nuevamente como líder y vocalista, abrió su presentación con "Bent" (2000) y remontó a las canciones del disco "Yourself or Someone Like You" (1996), como "Real World", "3 AM" y "Push" -con la que cerró su presentación-, que siguen siendo las más exitosas de la banda.
El público coreó y bailó las más conocidas y románticas como "Disease" y "She's so mean", uno de los éxitos de "North".
El guitarrista y cantante brasileño Roberto Frejat, que inició su carrera en 1981 como miembro de la banda Barao Vermelho al lado del legendario Cazuza, fue el encargado de abrir los conciertos de hoy en el palco principal.
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Frejat, que llegó a su cuarta presentación el Rock en Río, aprovechó la edición de este año para promover canciones de su nuevo disco, "A tal felicidade", en el que canta temas de conocidos compositores brasileños como Caetano Veloso y Gilberto Gil.
El cantautor, con canciones conocidas, populares y que fueron bailadas y coreadas por todo el público, cumplió con perfección su papel de telonero al encender los ánimos con los éxitos que compuso al lado de Cazuza como "Maior abandonado", "Malandragem", "Bete balanço", "Exagerado" y "Pro dia nacer feliz".
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En el Palco Sunset, el segundo escenario, la mayor atracción fue el veterano cantante y guitarrista californiano Ben Harper, que se junto a la gaita de Charlie Musselwhite para exponer la mezcla de rock, blues y soul con que ambos produjeron este año el disco "Get up".
El Rock in Río, que llegó en 2013 a su decimotercera edición, la quinta de ellas en la ciudad brasileña en que nació en 1985, concluirá el próximo domingo, tras seis jornadas de música, con otra noche de metal en que la atracción principal es Iron Maiden.
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