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Comedores de perros calientes: así se preparan para sus competencias

Comer mucha comida no es tan fácil como parece.

646308_Comedor competitivo Takeru Kobayashi. Foto:Mario Tama // Getty Images
Comedor competitivo Takeru Kobayashi. Foto:Mario Tama // Getty Images

La comida competitiva es una disciplina con miles de fans en todo el mundo. Estados Unidos y Japón y Canadá son algunos de los países en los que esta práctica es particularmente exitosa y existen incluso ligas para quienes la practican y sus seguidores.

La Major League Eating es la organización al frente de los concursos de comida competitiva y supervisa más de 70 concursos de este tipo cada año en varias ciudades de Estados Unidos y Canadá. Tal vez es el Nathan’s Hot Dog Eating Contest, que se realiza cada 4 de julio, independencia de los Estados Unidos, en Coney Island, Nueva York. Reúne a cerca de 40.000 espectadores y lo ve casi un millón de personas en ESPN.

Este concurso nació en 1972. Para llamar la atención del público, sus organizadores se inventaron un mito sobre su origen, según el cual 4 inmigrantes hicieron un concurso de comer perro caliente en Coney Island a ver quién era el más patriota. A finales de los 90, el japonés Takeru Kobayashi marcó un antes y después en el concurso al romper contundentemente el récord con 50 perros calientes consumidos en 10 minutos (el récord estaba en 25 perros). Kobayashi ganó todos los años la competencia entre 2001 y 2006. Joey Chesnut superó a Kobayashi en 2007 y hoy mantiene el récord con 71 perros. 

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En la categoría femenina, Miki Sudo ostenta el récord con 31 perros comidos. 

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Así es como se preparan Joey, Miki y todos los competidores que quieren llevarse la gloria de ser el mayor comedor de perros calientes (y 20.000 dólares). No lo intenten en casa sin consultar a un profesional de la salud.

Ejercitan la mandíbula

Los comedores competitivos trabajan ejercitando su mandíbula, específicamente el músculo masetero, que es el que entra en acción para masticar. Para ello, mastican varias barras de chicle al tiempo para ganar fuerza en su mordida (entre más grande sea el chicle, mejor). Mientras la fuerza de la mordida del ser humano promedio es de 73 kilogramos por centímetro cuadrado, la de un comedor competitivo puede ser hasta de 127 kilos. Eso les permite procesar mayores cantidades de comida en cada mordisco. 

Aumentan el tamaño de sus estómagos

Un comedor competitivo puede aumentar la capacidad de su estómago hasta en un 400%. Algunos lo hacen solo con agua, otros con comida y otros con una mezcla de ambos. Esto permitirá que puedan almacenar una gran cantidad de comida en sus cuerpos. Algunos entrenan comiendo grandes cantidades de comida baja en calorías, como lechuga. La grasa corporal ocupa espacio que le sirve al estómago, por eso muchos comedores competitivos hacen ejercicio para reducir sus niveles de grasa y mantenerse en su peso ideal. Contrario a lo que muchos podrían pensar, no tienen sobrepeso. 

Usan la fuerza de gravedad a su beneficio

En algunas competencias es permitido dar pequeños saltos arriba y abajo. Esto ayuda a que la gravedad haga su trabajo y la comida baje más rápido hacia el estómago. Otros recurren a una presión suave en el estómago. 

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La respiración es fundamental

A varios comedores competitivos les ayuda entrenar natación o yoga, con el fin de encontrar un ritmo adecuado de respiración para las competencias para evitar quedarse sin aliento y perder tiempo valioso en la competencia. 

Entrenar la mente también es clave

Además de entrenar su cuerpo, los competidores también entrenan su mente, para asegurarse de superar cualquier miedo que tengan. Yasir Salem declaró a Mentafloss que recurrió a terapia de hipnosis para superar el miedo a vomitar que le impedía seguir. Se requiere esfuerzo mental para seguir comiendo aunque el cuerpo dice "ya no más". 

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