El pasado 24 de octubre los capitalinos disfrutaron de la programación de Ciclo Rosa en la Cinemateca de Bogotá. En la Sala Capital fue proyectada Tongues United como parte de la retrospectiva de Marlon Riggs y La liberta en la mirada, del programa de cortos latinoamericanos. El ciclo de Pelis por Bogotá, presentó Dopamina de Natalia Imery y los cortos Invasión de Alejandro Morales, Fuertes para ser libres de Johana López y Alex Parrado. La poesía también fue protagonista, cuatro poetas del Burdel Poético hicieron un homenaje a poetas latinoamericanos que cantaron a la diversidad del amor.
Este año la Pandemia cambió la forma de celebrar eventos que son importantes por su contenido y porque cada año generan un dialogo necesario para conectarnos con temas como la diversidad, la expresión y el arte. El Ciclo Rosa, tuvo la fortuna de realizarse en un momento donde vuelve a abrir sus puertas la Sala Capital de la Cinemateca de Bogotá. Con un cupo reducido pero con la oportunidad de ver películas de manera presencial.
“El reto es muy grande primero combinar la presencialidad y la virtualidad con la apertura de la Sala Capital y toda la programación de A cielo abierto y el cine a cielo abierto, pero lo principal es una reflexión que va más allá de la diversidad sexual, hablar de lo queer, de lo no binario, poner ese relato en la sociedad colombiana y bogotana, y eso es lo poderoso de este Ciclo Rosa, que cada año sigue poniéndose temáticas importantes, quizá diálogos improbables que no serían posibles sino fueran posibles por las artes y sobre todo las artes audiovisuales” – Catalina Valencia directora Idartes.
La cuota musical estuvo a cargo de LadyLaura y Cobra Tamara, que hacen parte de House of Tupamaras un colectivo que enaltece el mariconeo, han creado un sello particular en las fiestas con sus beats y su sonido latino mezclado con ritmos tropicales. Para ellas hacer parte del Ciclo Rosa es clave. “Este es un lugar de encuentro, es el primer y más importante aporte a la ciudad. Mantenerse con la temática, llámese rosa o de otra manera, y conservar una programación, incluso en este año, con todo tan incierto es un logro. Es un patrimonio de Bogotá, no solo para el cine, sino para las apuestas artística alrededor de la disidencia, el Festival ha logrado un discurso bastante sólido con los años. Precisamente el hecho de mantenerse vigentes y la constancia, han logrado darle fuerza a una propuesta bastante transgresora para la cultura y las expresiones artísticas mariconas, eso demuestra el interés que hay por apoyar artistas emergentes de la ciudad” - LadyLaura y Cobra Tamara.
Fotos Stefano Garni // @stefanogarni
