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El porno colombiano es muchísimo más que sólo Esperanza Gómez

En el país se hacen películas de sexo explícito de forma legal desde hace 15 años

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Captura de Youtube

Colombia tiene uno de los mercados más variados del mundo en cuanto a pornografía se refiere. Las producciones de películas de alto contenido sexual muestran en todo su esplendor la diversidad de la mujer y el hombre colombianos: chicas atléticas, acuerpadas, tetonas, planas, rubias o morenas y hombres altos, chaparros, jóvenes, trigueños y negros que responden a la necesidad de un público nacional y global que lo solicita.
Por Sebastián Peña // @SebasNews
En los años 80 y 90 existieron varias empresas dedicadas a la realización y exhibición de películas porno en salas de cine xxx, es más una de ellas, Tropico Producciones, fue fachada de Pablo Escobar para poder delinquir de forma más sencilla, pero en 2006 dos jóvenes aparecieron en el mapa para darle un nuevo aire a la industria, esta vez, a través de la red. Ellos son Christian Cipriani de Venezuela y Andrea Garcia de Manizales; esta pareja de esposos lleva 15 años haciendo escenas de sexo explícito para todo tipo de público en internet y, como equipo, se han convertido en una leyenda de la industria xxx en América Latina. Hablamos con él, quien le ha dedicado gran parte de su vida a dirigir películas porno en Colombia.

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Hacia el 2008, con la llegada de los conocidos “tubes”, como PornTube, xVideos o YouPorn, desapareció la venta de películas en DVD, las escenas de pornografía se volvieron más accesibles al usuario por medio de internet y rápidamente esos portales empezaron a mostrar contenido de manera gratuita. En Colombia, la empresa de Cipriani creó la primera plataforma de pago para ver contenidos exclusivos. “Nosotros fuimos los primeros que montamos una página en internet llamada '7 labios' que tenía pago con tarjeta de crédito de contenido para adulto 100% hecho en Colombia”. Motivar al usuario a que pague por contenido xxx puede ser un poco complicado cuando tiene al alcance de su mano acceso a películas de grandes productoras o videos amateur. Para ello es necesario identificar al público y el contenido que desea consumir, “siempre habrá la forma de rentabilizar el contenido para adultos porque estamos hablando de la era digital. Ahora hay dos modelos de negocio básicos; uno que es suscripción por membresía como lo haces con Netflix o el modelo de ver contenido gratuito y así los millones de visitas dejan ganancias, es lo mismo que en Youtube pero en el porno”, explica Cipriani.

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El espectador colombiano, en su gran mayoría, consume colombiano por una sencilla razón: busca sentirse identificado con los actores que ve en pantalla y se siente a gusto cuando productoras como 1726 Media logran identificar eso y crean escenas hechas en su mismo lenguaje, cuando actúan en su mismo sector y cuando ve producto de calidad. Por ejemplo, hay un tipo de películas realizadas en el país llamadas Carne Del Mercado y allí logra mostrar hombres y sobre todo mujeres naturales y normales que fácilmente se podrían ver en la calle. Ese tipo de escenas son grabadas tipo documental recreando una velada de sexo casual entre dos personas, se graba en diferentes ciudades y las calles de Colombia son protagonistas al inicio de cada video.

Más allá de Esperanza Gómez

La caldense Esperanza Gómez es una mujer imponente de 1,70 cm de estatura que ha grabado menos de 30 películas en toda su carrera como actriz porno. Su imagen se ha hecho popular en la cultura colombiana y parecería ser la reina de la pornografía en el país, sin embargo, la industria xxx colombiana es mucho más que esta mujer, “tu vas a Estados Unidos y mencionas a Esperanza y la gente del negocio no la tiene en el radar y no saben mucho sobre ella. Nosotros hemos grabado más de 4.000 actrices de cine porno y son reconocidas en el circuito donde nosotros las movemos. A nivel mundial hay más de 100 actrices colombianas que en verdad son reconocidas por sus películas, pero acá los medios de comunicación se han encargado de difundir el nombre de Esperanza, porque esa es la campaña que ella ha hecho. Canela Skin, Verónica Leal, Matilde Ramos son algunos nombres de las que empezaron con nosotros y que son pornstars identificables en Europa". Verónica Leal ha hecho películas en Europa con Nacho Vidal

Una duda frecuente que tienen las personas del común es conocer el monto que le pagan a una actriz por una escena de sexo explícito frente a cámaras y, para sorpresa de pocos, el pago depende de varias cosas, “muchas veces las actrices ponen su precio, pero en realidad eso depende de los presupuestos. Ese presupuesto varía por muchos factores, uno esencial es la experiencia que tiene la modelo, porque si llegas por primera vez a hacer una escena porno no va a ser la misma experiencia que si llevas ya 10 escenas”. El reconocimiento es esencial al momento de asignar el valor a pagarle a una actriz y las productoras evalúan el número de gente que las sigue en redes sociales, porque muchos buscan que la actriz promocione el producto que realiza para generar más ventas y llegar a más público, “una actriz profesional en Colombia se puede más o menos ganar un millón de pesos al día o millón y medio y en Estados Unidos les pueden pagar 500 o 1.000 dólares, la verdad la diferencia no es tan amplia".

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La industria porno, de forma legal, lleva 15 años en Colombia y gracias a esa experiencia Cristian Cipriani ha podido identificar que grabar en el país es diferente a grabar en el exterior, “el lugar dónde estás localizado es muy importante a la hora de grabar porno. En Colombia la producción de una película es más barata que si estás en España o en Las Vegas, pues porque estás en Colombia. Es como la droga; comprar acá un gramo de Coca es más barato que hacerlo en Estados Unidos”.
Esta productora tiene varias escenas grabadas bajo el modelo point of view en la que, aunque hay un actor masculino, no se muestra la cara del hombre para que aquel que está viendo la película se transforme mental mente en ese personaje que sí está teniendo sexo con la actriz. Otra de las ramas del negocio de la pornografía a nivel mundial son las escenas de sexo gay que cada vez tiene más auge en los tubes xxx, en Colombia aún no se ha explorado mucho ese mercado, más allá de películas caseras o salas de sexo en vivo por web cam, “no hemos producido nunca esa categoría, hacemos porno lesbi pero no porno hombre con hombre. No conozco nadie que en Colombia haga a gran escala porno gay, para hacer ese tipo de escenas el director tiene que ser homosexual y como yo soy hetero no sé cómo hacer una escena de esa categoría”.

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Muchos han dejado de consumir porno con alta producción para pasarse a los videos amateur o a los shows de modelos web cam que cada vez son más populares en Colombia, sin embargo, los creadores de cine xxx no lo ven como una competencia, “es otro modelo de negocio, tiene sus reglas y normas. Nosotros hacemos producción de contenidos y ese tipo de entretenimiento para adultos no tiene nada que ver con lo que hacemos”.

Documentales como Pornocracy, que está disponible en Netflix, denuncian que la industria cada vez pide contenidos más agresivos y que el espectador que antes se conformaba con una escena de sexo vaginal o sexo anal, quiere que en la siguiente película todo vaya a un nivel más alto en el que, por lo general, la más afectada es la actriz femenina. En esta investigación francesa se muestra cómo la llegada de internet cambió la industria del porno volviéndola pervertida, peligrosa y, a veces, humillante para aquellos que aparecen en pantalla. Hasta el momento, esa problemática no se ve en la industria xxx de Colombia, “el porno que se hace de manera legal tiene ciertos reglamentos y contenidos prohibidos que no se pueden hacer bajo ninguna circunstancia. En Colombia tenemos un equipo de abogados que vela porque no cometamos ningún error. No hacemos cosas extremas, tratamos de hacer el porno clásico, agradable y no buscamos en ningún momento insultar a la mujer. Seguramente hay personas que comercializan de manera oscura ese tipo de contenidos en internet”.

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Muchos han dicho que el porno tiende a desaparecer en los próximos años, pero la industria sigue generando tanto o más dinero que hace una década y entre más fácil sea el acceso a internet más personas lograrán consumir y aficionarse por el porno que se hace en todo el mundo y, sobretodo, el porno colombiano que va creciendo año tras año a pasos de gigante.

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