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Hace 13 años, Britney Spears se rapó la cabeza y esto nos enseñó

Un momento clave en la cultura pop que nos dejó varias lecciones.

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Pantallazo Youtube

Un 16 de febrero de 2007, Britney Spears se rapó la cabeza y golpeó a varios paparazzis con una sombrilla. Tras este comportamiento errático, la cantante recibió tratamiento por adicción al alcohol y drogas y estuvo hospitalizada. 

El caso fue sumamente atractivo para los medios: Britney, la princesita inmaculada del pop que durante años fue modelo a seguir para muchos jóvenes y símbolo de mantenerse virgen hasta el matrimonio, estaba en medio de una profunda crisis: enfrentaba problemas con su esposo de entonces, el bailarín Kevin Federline, y temía que le quitaran la custodia de sus hijos. 

 “La gente pensó que yo estaba volviéndome loca, pero las personas se rapan la cabeza todo el tiempo. Estaba sufriendo muchas cosas, pero esa era yo pasando por una etapa algo rebelde en la que me sentía libre, con ganas de deshacerme de muchas cosas, ¿Sabes?”, dijo Britney en una entrevista del documental For the Record.  Muchos interpretaron el que se haya rapado como una forma de huir del aspecto sexy que la hizo famosa. 

Pronto su vida se convirtió en un circo mediático: la historia nos atrapó: queríamos saber cualquier detalle sórdido y nos causaba risa su situación. Britney fue la comidilla de revistas y programas de farándula durante meses. En 2008, un capítulo de South Park la muestra deprimida e intentando suicidarse. 

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En los Grammys de 2017, Katy Perry bromeó al respecto: “lo único que me falta es raparme la cabeza. Eso lo estoy guardando para un colapso público”.

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Aunque muchos pensaban que Britney jamás se recuperaría (en especial luego de su desastrosa presentación en los VMA del 2007), ella se encargó de demostrar lo contrario: desde esa fecha ha lanzado 4 álbumes de estudio y su exitosa residencia en Las Vegas ha recaudado millones de dólares. Sigue siendo una de las artistas femeninas más importantes de la historia de la música. 

El colapso de Britney y su recuperación se han convertido en un símbolo de que sí es posible sobreponerse a un momento difícil. Su “rapada” fue un llamado de auxilio y el mundo la tomó como un chiste, como suele suceder con las enfermedades mentales. Estos trastornos suelen ser satanizados o menospreciados. Nunca nos burlaríamos del que tiene diabetes o cáncer, pero no bajamos de “loco” al que sufre de ansiedad y depresión.  La depresión no es chiste ni "ganas de joder": Hay que hablar de ella

Si bien todavía existen muchos mitos alrededor de la salud mental, hoy hay una mayor conciencia de ellos. Ahora somos más conscientes de que no es delito pedir ayuda profesional o admitir que tenemos una enfermedad o que simplemente, la vida no es tan fácil de sobrellevar como pensábamos. Tal vez si la rapada de Britney hubiera ocurrido hoy, habríamos sido (un poquito) más empáticos con su situación. 

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Britney no aguantó la presión de ser perfecta y mientras tocó fondo, nos burlamos y criticamos sin hacer nada. Aunque el mundo quería verla fracasar, ella salió adelante y nos dejó la mejor frase de superación de la historia: “Si Britney Spears pudo con el 2007, tú puedes con esto”.

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