¿Le ha pasado que se sube en el bus y le toca sentarse en un rinconcito porque el hombre, o algunas mujeres, abren tanto sus piernas que no queda más espacio disponible? Es entendible que los caballeros tengan problemas para acomodar sus cosas en el momento de tomar asiento, pero es hora de pensar en el espacio de los demás. A ese práctica de abrir las piernas se le llama ‘manspreading’ o en otras palabras desparramarse y es tal la molestia que causa que se han levantado varias campañas para que se tome conciencia.
Nueva York fue la primera en reaccionar. La empresa de trenes decidió colgar carteles en sus estaciones y vagones para alertar sobre el molesto hábito.
Campaña anti manspreading en el metro de NYC. #ManSpreading https://t.co/nzssnbdEVV pic.twitter.com/4Cv8fe5HuL
— AnarcoFeminismo en PDF (@Afeminismoenpdf) May 26, 2017
En Madrid se pegaron stickers con advertencias sobre el respecto al espacio de los demás.
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La @EMTmadrid añade una nueva señal a bordo del bus para evitar el #manspreading: "Respeta el espacio de los demás". https://t.co/Xg5LFWb4TA pic.twitter.com/KSyeU45gAi
— Ayuntamiento Madrid (@MADRID) June 6, 2017
Filadelfia hizo lo mismo con una campaña bajo el lema de "Amigo, es de mala educación".
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En Madrid, donde ha sido fuerte la tendencia, comenzó con la recolección de firmas por parte de un colectivo de mujeres llamado "Mujeres en lucha", ellas argumentaban que era bastante común ver a mujeres incomodas debido al desparramiento de hombres y en una primera pasada alcanzaron a recoger 12.000 firmas y volvieron tendencia el #MadridSinManspreading.
Así que amigo o amiga desparramado no se le haga raro si en una próxima ocasión lo juzgan por andan de "pati abierto"