¡Lamentable! La incoherencia de National Geographic sobre el medio ambiente

A principios de mayo la revista National Geographic sorprendió al mundo con una portada impactante que contiene una fotografía e ilustración realizada por el mexicano Jorge Gamboa, en la que una bolsa sumergida en el mar se asemeja a un tempano de hielo. En este especial se realizó una gran investigación sobre los efectos del plástico en el medio ambiente y advierte que el mundo se está empezando a ahogar en un mar de basura a raíz del uso desmedido de este material. La portada se hizo viral e inicialmente logró que miles de personas sintieran impacto por el mensaje contundente que quiere llevar la edición. 

La revista empezó a venderse en quioscos de Estados Unidos forrada con un papel en el que se lee el mensaje: “¿Esta envoltura de papel podrá salvar el planeta? No, pero es un inicio”.

Sin embargo, su llegada a América Latina se hizo polémica porque el mensaje que plantean se desdibuja por completo. La revista por suscripción viene forrada por una bolsa delgada de plástico que muy seguramente no va a tener un segundo uso. Además, en puestos de venta la Nat Geo ambiental también viene sellada con un plástico que evita que sea leída antes de su compra.
¿Qué pasó ahí señores?

Lo más triste e incoherente es que Nat Geo lanzó un reto en el que invita a que todos se comprometan a reducir el uso de plástico para cuidar el planeta. Esa campaña ya no es vista con buenos ojos después de ver que es incoherente con la forma en que se está vendiendo en territorios selectos
¿Acaso sólo importa el mensaje en algunas regiones? ¿No se supone que nos afecta a todos y todos debemos ser conscientes de este tipo de problemas?

Debido a la avalancha de críticas la revista lanzó un comunicado oficial explicando por qué en algunos países la revista se vendía de formas diferentes. La respuesta no logró convencer a muchos y ha sido tildada de ridícula e improvisada. Juzgue usted

OTROS CASOS
Muchos almacenes de cadena en Colombia y en el mundo hacen campañas publicitarias sobre el cuidado del medio ambiente, se muestran pro reciclaje y hasta hacen campañas para evitar el uso de la bolsa de plástico. Pero da mucho coraje ver que para pagar menos de 5 productos te den por factura una larga tira de papel llena de información que JAMÁS lee el comprador.
Esta problemática lleva varios meses y, a pesar de las críticas, son pocos los almacenes que han cambiado la forma de facturar.
CERO COHERENTE, CERO AMBIENTALISTA

En Colombia y en miles de países se creó un impuesto al plástico para que bajara el uso de la bolsa de plástico al momento de hacer compras, sin embargo, son pocas las empresas que han promovido el uso de bolsas de tela o bolsas de cartón y por el contrario motivan a la compra de plásticos al momento de hacer el pago.

Y, como las empresas no dan puntada sin dedal, venden en sus estantes bolsas de compra en otro tipo de materiales más amigables, pero con una publicidad gigante que los beneficie por partida doble.
Pierde el planeta, pero ellos siempre buscan la manera de lucrarse y "ganar". ¿No sería mejor dejar de vender del todo bolsas de plástico y obligar al comprador a que busque nuevas alternativas para cargar las compras de mercado?

Pero no todo es culpa de las grandes compañías, usted y yo, ciudadanos de a píe también fallamos a la coherencia ambiental con pequeños actos. De nada sirve ir en contra del uso del plástico si cuando fuma un cigarrillo lanza la cerilla a la calle. Esos pequeños restos no desaparecen cuando se lanzan al suelo, es más viajan, por las alcantarillas, contaminan el agua con sustancias como nicotina, plomo o cianuro y pueden terminar en ríos y mares que deben ser prioridad para cuidar.

El uso de las baterías debería ser anunciado en los medios como un tema de importancia alta. Aunque ya vemos que se han creado lugares de depósito para este tipo de objetos, aún hay muchas personas que los consideran una basura normal. Pero la verdad es que una sola pila puede contaminar 3.000 litros de agua, sí ¡3.000 LITROS!. Así que la próxima vez que tenga una pila que ya no sirva para nada en su poder, guárdela y deshágase de ella en lugares de reciclaje para ese tipo de objetos que contienen arsénico, plomo y mercurio. ¡Hagámosle pasito al ambiente!

Algunos lo considerarán una bobada, pero tirar goma de mascar o chicle al suelo es gravísimo para nuestro entorno. Cada chicle representa un foco de infección y riesgo para la salud pública, además contiene cantidades mínimas de materiales peligrosos para el medio ambiente. Animales como las aves, pueden consumir ese tipo de masticables y morir después de ser digerido y, también, afecta el comportamiento de otras especies como las abejas, al alterar su comportamiento. Acciones pequeñas que se multiplican pueden llegar a ser muy perjudiciales para usted, para mí, para todos. A ponerle más atención a eso que consideramos pequeñeces.

5 COSAS PARA PONERLE FIN A LA ERA DE PLÁSTICO

1) ¿Imagínese cuantas botellas de plástico con agua se compran al minuto? Una solución efectiva es embotellar su propia agua en casa y mantener una botella reutilizable. La mayoría de este plástico no es reciclable y ni usted, ni yo, sabemos dónde va a parar

2) Sabía que los pitillos son los objetos de plástico que más se encuentran en el universo marino? Pues ahora la sabe y como cliente exprese su opinión en contra de estos ‘sorbetes’ en los restaurantes o cafeterías que frecuenta. Rechácelos y hágale saber a las personas que están con usted sobre el daño de estos objetos.

3) En Colombia y gran parte del mundo compramos para cada celebración de cumpleaños platos y cubiertos de plásticos para repartir el postre o la lechona. Es momento de dejar de hacer esta práctica y utilizar elementos de comida reutilizables. A partir del 2020 Francia prohibirá el uso y la venta de tazas, platos y cubiertos de plástico y se espera que esta medida fomente la innovación de productos ambientalmente amigables.

4) Dígale NO, NUNCA, JAMÁS a las bolas de plástico. Recuerde, y no olvide, que una bolsa de este material tarda 1000 años en degradarse. Compre morrales de algodón para cooperar un poco con el planeta y así deja de pagar por las bolsas que ahora le compran los almacenes.

5) ¡Vuélvase desechable! Enamórese de la cultura del reciclaje y evite el uso de productos de higiene personal o cosméticos que tengan micropartículas de plástico como la crema dental o productos de limpieza facial. ¿Cómo afecta esto al medio ambiente? Fácil, las micropartículas llamadas microbeads afecta a la salud humana y causan daño a la vida marina de la siguiente manera: cuando se baña o lava el rostro, las microfibras se van por el agua, llegan a los océanos y podrían ser ingeridas por peces u otros animales marinos.

Señalar a una revista a una empresa es demasiado fácil, pero debemos empezar a hacer autocríticos y entender que también estamos asesinando al planeta que nos dio la vida. Como dice Juanes: es tiempo de cambiar.

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