Los hubo de gusto sangriento, también eróticos. Otros hicieron creativas comparsas y otros pecaron de cusumbosolos. Sin importar el formato o la apuesta conceptual, y mucho menos la ambientación en una clásica noche lluviosa bogotana, la gente se gozó como siempre Halloween.
Las Harley Quinn pecaron por su ausencia, por lo menos en nuestra selección, aunque los payasos asesinos si cumplieron con las expectativas.
Una buena dosis de creatividad motivada bajo la promesa de una farra inolvidable. Estuvimos por la Zona T y la 85 cazando talentos y terminamos en I Love Halloween.
*Fotos: Daniel Álvarez / Producción: Alfred Lord.
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