Los gamers no somos hackers

Por: Alejandro Cifuentes Solano - @Shigeru_San 

Esta semana, Colombia se vio impactada por la noticia de la supuesta interceptación ilegal a miembros del Gobierno involucrados en el Proceso de Paz que se adelanta con miembros de las FARC en Cuba, todo un escándalo por donde se le mire. Sin embargo, durante las últimas horas el caso dio un giro bien interesante al conocerse que para dicha tarea se utilizaron las habilidades de hackers que fueron reclutados en diferentes escenarios; entre los que se habla de Campus Party.

Por el afán de informar, lo cual está bien ya que es su función primordial, algunos medios de comunicación están cayendo en el grave error de mezclar términos, y al lado de los hackers están mencionando a los gamers; dos comunidades con algunas bases similares pero que no son lo mismo.

Veamos la definición básica de ambas comunidades:

Gamer: Jugador que se caracteriza por dedicarse con gran pasión e interés a los videojuegos en general.

Hacker: Pirata informático que también desarrolla software o plataformas que ayudan al desarrollo de muchas áreas. 

Los gamers somos una comunidad que durante los últimos 30 años ha venido en un vertiginoso crecimiento y gracias a plataformas como Wii y Nintendo 3DS, ya podemos catalogar dentro de ella a mujeres, niños, niñas y personas de la tercera edad por igual, todos aportando económicamente a una de las industrias más lucrativas de la actualidad. Podemos jugar solos en casa, hacer parte de clanes para disfrutar en grupo de nuestros videojuegos favoritos o hacerlo en línea a través de una de las muchas plataformas que ya existen. 

El gamer siempre ha tenido un perfil mucho más social, y se le reconoce gracias al inmenso mercado que gira entorno a él: consolas, videojuegos, computadoras, periféricos, revistas, periódicos, canales en Youtube, etc. Toda una industria que se retroalimenta de sus opiniones y gustos. Por decirlo de alguna manera es una comunidad siempre expuesta a la luz pública. 

Por tanto, es infortunado que algunos medios de comunicación, seguramente desconociendo su definición y naturaleza, estén mencionando a esta comunidad dentro de un caso como lo es el espionaje de Estado. Aunque, si nos remitimos a otro tema importante como lo son los aranceles que tienen los videojuegos, nos encontramos con que ellos están en la misma categoría que los juegos de azar. ¿Desde cuándo un videojuego se puede comparar con un casino? Esta es una pregunta que se le ha hecho muchas veces al Ministro TIC, Diego Molano Vega, y que nunca ha respondido. Entonces es desde el mismo Gobierno que el concepto de “gamer!” está desdibujado ligándolo a temas como el espionaje y tratándolo como un burdo casino donde las personas pueden perder todo lo que tienen. 

Al otro lado del ring están los hackers (generalmente una comunidad underground), personas de las que la sociedad no tiene un buen concepto ya que son aquellos que roban contraseñas, se meten a tu correo, roban información privada, etc. 

Aunque, vale la pena reconocer que también hay hackers que ayudan a las naciones a capturar peligrosos delincuentes que con un clic podrían poner a tambalear el mundo, luchan por una sociedad más justa para todos, como los que pelean por el software libre, los que crean plataformas que facilitan la comunicación en el mundo, usualmente son jóvenes inteligentes que no piensan en hacer el mal, solo que la comunidad ya los ve como agentes malignos, sin saber bien cómo ayudan a la evolución de la sociedad. (Ejemplo de ello son Mark Zuckerberg de Facebook, Aaron Swartz de Reddit y Jack Dorsey de Twitter).

No podemos satanizar una comunidad por el comportamiento de algunos de sus integrantes ya que en todo campo siempre habrá esa oveja negra que mancha la dignidad de los demás. 

Esperemos que algún día se sepa bien qué pasó en este nuevo caso de espionaje, por el bien del país, y de dos grandes y especiales comunidades que se han visto manchadas por este triste caso, especialmente la comunidad gamer del país.