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Nos mamamos de los políticos: Así comienza la revolución desde la vivienda

Proyecto San Antonio: el proyecto que demuestra que sí se puede vivir en el campo y de modo sostenible.

¿Alguna vez ha querido mandar todo a la mierda y vivir en el campo? Se puede. Eso sí, hay que producir y trabajar para mantenerse. De hecho, en el mundo hay una movida grande de gente que está huyendo al trancón de la ciudad y haciendo ese trayecto a “lo básico”: a vivir lejos del humo, a cultivar su propia comida, mantenerse con la energía del sol y, sobre todo, utilizar y reutilizar lo que tiene a la mano; sin producir en masa, sin hacer fila en un restaurante de cadena y, sobre todo, colaborando con los productores locales.

¿Qué se necesita? Una inversión no muy grande en dinero y una de por vida en trabajo y creatividad. Eso es lo que propone Proyecto San Antonio, un laboratorio creativo ubicado en el campo, a unas dos horas de Bogotá, en el municipio de La Calera.

Una villa de buses abandonados que hoy funcionan como viviendas autosostenibles y diferentes proyectos artísticos relacionados con una subsistencia cada vez más independiente del flujo comercial de la ciudad, conviven en este espacio.

Si quiere trabajar, intercambiar conocimiento, aportar o ir a escaparse del ruido por un rato, Proyecto San Antonio está abierto para el público. Puede consultar la información en la página web pslab.org o buscarlos a través de Facebook  o Instagram

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