¡Oh Dior, que desaparezcan estas tendencias de moda en el 2017!

Siguiendo la tradición de esta columna de comenzar el año con recomendaciones aptas para depurar su armario y su estilo, ha llegado el día de elevar la sagrada plegaria por las prendas que se quedan y aquellas que se van para empezar el 2017 libre de todo pecado. Estas son las tendencias y estilos que ojalá se extingan del paisaje urbano antes de que empiece el segundo mes del 2017 y esté condenado a ser una víctima más de la moda.

Por Mayra Hernández 

Año nuevo, vida nueva. Y como dicen y repiten la mayoría de predicciones astrológicas, es bueno  empezar el año cerrando ciclos y haciendo limpieza de todo tipo. Sí, ha llegado la hora de dejar ir esas prendas a las que el año pasado le dio palo hasta hacerlas casi desaparecer. Dejar ir ese choker que ya casi está despegado; esas botas de gamuza hasta la rodilla que aunque no estén desgastadas, nunca debió comprar; o ese abrigo peludo de leopardo que tanto espacio ocupa en su closet. Incluso es un buen año para dejar ir las obsesiones por las las dietas extremas y los cuerpos extremamente delgados, y sentirse orgullosa de sus curvas. Claro, en el caso de la ropa, dejar ir no es botarla al traste así sin más: es reinventarla o soltarla y dejarla en manos de alguien que le dé un segundo ciclo de vida, o enviarla al proyecto de reciclado y donación de ropa más cercano. Porque, eso sí, de todas, la única tendencia que no debe desaparecer es la moda consciente.

Ctrl+Alt+Supr a…

Tacones imposibles

Basta con pasearse un viernes por las zonas rosas de nuestras ciudades para darse cuenta que el combo minifalda con tacón de más de 7 centímetros tiene bastante acogida entre las chicas , sobre todo las más jóvenes que salen a darlo todo en la pista. El misterio es, ¿cómo carajos lo logran? ¿No le temen al frío? Pero más que eso, ¿no temen perder un pie por una doblada irreversible de tobillo? Es cierto que los tacones modelan unas piernas largas dignas de un Avatar, pero también es cierto que son incómodos. Y en cuestiones de moda, el confort sigue contrapunteando.

Aproveche el papayazo, deje descansar sus pies y sus piernas y apuéstele mejor a unas botas de tacón grueso o a uno zapatos tipos oxford que no le quitan comodidad y sí le suman puntos a su estilos y sus looks.

Adiós tenis blancos impecables

Entre el 2014 y el 2016 los tenis blancos en todas su formas y presentaciones tuvieron sus 15 minutos extendidos de fama. Fue un preámbulo al posterior furor que tuvieron los tenis en general cuando entraron al campo de la formalidad en la onda sport chic.

Seguirán siendo unos clásicos, pero este año es hora de abrirle campo a un par con un poco más de color. Y no necesariamente tiene que comprar unos nuevos; en la personalización está el placer. Aproveche la alta circulación de pins y parches que hay en el mercado, ojala de diseño nacional, o a sus dotes artísticas que también aplican para  engallar los zapatos deportivos.

Prendas Fake

Si no tiene en el bolsillo ni en la tarjeta el dinero suficiente para incluir a su colección la última cartera de Marc Jacobs o Chanel, la colección de Puma con Rihanna o las últimas gafas Ray Ban, y piezas de marca en general, absténgase de comprar las copias de mala calidad que venden en la calle. No solo no está engañando a nadie, sino que también está contribuyendo a una industria de trata de personas y  trabajo infantil. Recuerde, las compras conscientes no son el futuro, son el ahora.

Menos logos, más activismo

Con el furor noventero, regresaron en el 2016 los tiempos  en que los logos sobredimensionados y notorios  eran más importantes que la ropa misma. De Calvin Klein a Guess la historia se repitió con cuerpos sagrados como los de Justin Bieber, Kendall Jenner y Joe Jonas como ejemplo. No podía faltar Moschino como siempre con su logo invasivo en varias de sus prendas.

Pero en lugar de seguirle la cuerda a la nostalgia noventera,  siendo carteles andantes, es mejor apostarle al activismo sobre prendas que este año, con tanto revolcón mundial, prometen tomar más fuerza.

Maxibotas

Es justo y necesario, nuestro deber y salvación, que esas botas que llegan a la parte superior del muslo desaparezcan del panorama oficinero, nocturno y ojalá de la faz de la tierra. Sobretodo porque son una oda a la mojigatería. Llegaron a ser un icono pop por cortesía de Julia Roberts cuando caminaba por las calles de New York en Mujer bonita con unas botas de este modelito. Sí, son las mismas con las que se suelen relacionar a las prostitutas y travestis, que sí las saben llevar con mucha actitud, pero sí usted lo hace por simple moda, y no las va a usar con el suficiente descaro que exigen, escuche la voz de la conciencia y déjelas ir.

Looks sobreactuados

Menos es más, y en el 2017, la tendencia natural se seguirá manteniendo vigente aunque a muchas les cueste dejarlo. La idea es irse por rostros naturales por encima del exceso de maquillaje, decirle adiós a las cejas delineadas, escotes y tacones, y abandonar la extravagancia para días casuales. Sea usted, en su mejor presentación, la real, sin perder en el intento.

No más leopardo

Saque de una vez por todas ese abrigo, pantalón, sandalia, blusa con estampado  de leopardo o derivados gatunos. Sí, los 90 estuvieron de vuelta, pero no la lobería noventera.

Más curvas, menos hueso

Más que decirle adiós a esta tendencia que tomó fuerza en el 2016, hay que darle la bienvenida en el 2017. Mujeres empoderadas de su cuerpos en su estado natural como Barbie Ferreira, ícono de las modelos de tallas grande,  siguen demostrando que  las dietas extremas y la búsqueda de cuerpos que no nos pertenecen, son desgastantes e innecesarias. Lo mejor es aceptar nuestros cuerpos tal y como son y tratar de cuidarlos con un poco de ejercicio, yoga, meditación por más mamerta que suene la cosa.

Gorras no tan elegantes

Increíble, pero cierto. Mientras escribo este texto, pasa por la ventana un personaje con pinta de oficinista y gorra beisbolera y me pregunto, ¿por qué? ¿En qué momento se encontraron esos dos mundos opuestos? Mientras hay hombres que la lucen en sus días laborales, con camisetas informales y blazers, hay mujeres que las combinan con abrigos que se verían mejor sin la presencia de la vasca beisbolera. Hágase un favor y evite está combinación a toda costa así Rihanna lo haga.

Cosa los rotos y bote el stretch

Cuando la moda se reproduce como pan caliente, es un tanto fastidiosa. No se puede negar que es un poco aturdidor ir en busca de un par de jeans, y ver que el 99.5 por ciento de ellos tienen rotos por aquí y por alla. Dicen los expertos que eso quedará en el amargo recuerdo del 2016 junto al falso denim o stretch para ser reemplazados por jeans de hormas más volátiles, amplias y cómodas.