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La psicología detrás de los disfraces de Halloween

Tranquilo póngase lo que quiera que nadie lo va a juzgar

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Foto: Alejandro Gómez Niño

Alguna vez se ha hecho alguna de estas preguntas, ¿por qué la gente elige tal disfraz o tal otro, por qué Halloween se convierte en esa noche donde las personas se transforman, se desinhiben sin sentirse juzgados, salen a las calles vestidos como se le dé la gana utilizando máscaras o maquillaje? Todas esas dudas hacen parte de una época llena de supersticiones y muchos prejuicios.  

Sin embargo, tal parece que la Noche de Brujas se ha convertido en la excusa perfecta para asumir una nueva identidad y dejar salir ese yo interno que está reprimido. Esta fecha en los últimos años es tan anhelada (tanto como la navidad o las benditas vacaciones) por miles de personas que cada vez es mayor la afición por disfrazarse. Pero, ¿qué hay detrás del disfraz?, ¿será que revela algo de la personalidad?, ¿qué connotación tiene el disfraz en los niños y en los hombres?

¿El disfraz revela algo de la personalidad?

“El disfraz permite, por una noche, salir de la cotidianeidad, ser alguien diferente, alguien que no sea aceptado en la rutina diaria o que haga parte del mundo de la fantasía y la imaginación”, asegura el psicólogo Julio César Pineda.

Es un momento para sacar a flote “esa especie de otro yo que socialmente no puede expresarse”, según el psicoanalista Luis Fernando Orduz quien además afirma que Halloween se convierte en ese escenario de libertad para que las personas se pueden desinhibir.

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El hecho de disfrazarse sí genera ese éxtasis de lo estrafalario, lo permisivo, un libertinaje que le da a las personas una seguridad en sí mismas al poder arriesgarse y salir de lo convencional. De esta manera, queda claro que un disfraz no determina la personalidad de una persona, pero sí brinda elementos necesarios de descubrirse sin ser juzgado y poder expresar su yo reprimido.  

¿Diferencia entre disfraz de niños y de adultos?

La psicología del disfraz en este aspecto es clara. “En los niños, los disfraces giran alrededor de un ‘yo ideal’, quién quiero ser, cómo me gustaría ser en un futuro; esto los empodera e incrementa su amor propio”, razón por la que su principal ideal es disfrazarse de superhéroe creando un sentimiento de poder, según César Pineda.

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Por el contrario, para el psicólogo en los adultos, “el disfraz le permite jugar con su imaginación y actuar diferente (y quizás contrariamente) a su vida diaria”. En este punto, los adultos buscan ser reconocidos, llamar la atención, fortalecer su egocentrismo y de esa manera mejorar su autoestima.

¿Qué hay detrás de los famosos ‘putidisfraces’?

La elección podría estar vinculada con la posibilidad de ser algo o alguien que no está permitido en los estándares de nuestra sociedad, ya que va en contra de la moral, los valores y la ética del contexto. Halloween es esa fecha que libera y permite actuar diferente, sin el temor de ser señalados, en un momento específico donde los tabúes o estereotipos no hacen parte de la dinámica como seres humanos.

En conclusión y aunque en algunos contextos religiosos Halloween representa una celebración pagana, diabólica o de adoración al mal o al diablo, lo único cierto es que los disfraces se han convertido en una forma diferente, llamativa de diversión y entretenimiento. De generación en generación el diseño de los disfraces ha ido transformándose y teniendo mayor acogida por parte de las personas. Es más, entre más original sea mucho mejor

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¿Cuál será su disfraz de esta noche?

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