Ramiro Meneses: "Esa sensación de no futuro sigue presente en las nuevas generaciones”

En 1990 se estrenó una película que fue determinante para el cine y la música colombianas: Rodrigo D: No Futuro, dirigida por Víctor Gaviria y protagonizada por Ramiro Meneses. El filme dio a conocer el entonces incipiente movimiento punk en Colombia y se convirtió en objeto de culto. Dos bandas formaron parte de la banda sonora de este filme, considerada una de las mejores en la filmografía nacional: Mutantex, de Omar Arroyave y Ramiro Meneses, y Peste, con Oswaldo Restrepo y Harlyn Urrego.

"De todas las bandas sonoras que el cine nacional ha editado oficialmente desde los años 90, esta sin duda es la que mejor retrata el drama, la humanidad y el marco histórico y social de la historia para la cual fue creada y recopilada; y sin duda el momento musical al que alude el filme: en este caso, los sonidos más subterráneos, viscerales y extremos que experimentó Medellín a finales de los años 80, y que por sus características estéticas, su mensaje e influencia en el resto del país es un capítulo fundamental en la historia del rock colombiano", escribe Chucky García.

En 2011, ambas bandas decidieron unirse y presentarse en varios festivales de Colombia para mantener vivo su legado y darles la oportunidad a nuevas generaciones de conocer su música.

“Rodrigo D ya forma parte no solo de la historia del rock underground sino que también representa a los nuevos jóvenes colombianos. Es un clásico”, opina Ramiro, quien agrega que las nuevas generaciones también se han conectado con la película y su mensaje. “Pelados entre los 14 y 22 años ahora escuchan la música de Rodrigo D y hacen covers de canciones que escribí cuando yo tenía 14. Son casi 3 generaciones”. El músico y actor recientemente lanzó un nuevo restaurante, llamado Perro Hachepe, en Chapinero (Bogotá).

¿Por qué Rodrigo D. no pierde vigencia? según cuenta Ramiro: “Porque sigue existiendo la misma inconformidad. Todo el mundo sigue buscando en la rebeldía una respuesta. Las personas tienen desasosiego, el país muta, pero sigue siendo el mismo, los problemas son muy similares, nada ha cambiado. Esa sensación de no futuro sigue presente en las nuevas generaciones”.

Ramiro cuenta que llego “de rebote” a Rodrigo D. “Me fui a acompañar a un amigo que no tenía quien lo acompañara. Fui, y con el tiempo terminé siendo el protagonista. Realmente a mí me empiezan a poner atención en Rodrigo D por la música. Cuando yo les mostré lo que hacía, ahí me volví interesante”.

¿Cómo era la Medellín de los 80?

“Era una Medellín rocanrolera. Se me parece mucho a la época nadaísta, estos nuevos “demonios” que hacían parte de la historia de la ciudad, y se apropiaban de los iconos, las esquinas. Ellos proponían una nueva manera de ser, de hacer poesía, una manera de decir “no estamos conformes con lo que hay”.

Ramiro agrega que “(Medellín) no era tan violento, era muy posthippie. Después de esa era, apareció mucha gente que no quería seguir con la paz, el amor y las flores, prefería decir “hey, eso está pasado de moda, mucho pachulí. Vamos a usar aguapanela para peinar los pelos, no importa si se rompía la ropa sino tener más cosas para decir, que no aceptamos las cosas como venían. Así nació el punk en Colombia”.

"Ahí se sembró algo que no era nuestro, pero nos lo apropiamos", agrega Ramiro. "No teníamos información, hicimos lo que nosotros pensábamos que era el punk inglés, le dimos interpretación y nuestras ganas de decir algo de una manera. No teníamos el Támesis o reina para decir God Save the Queen como Los Sex Pistols, pero teníamos gobiernos que no servían para nada, una policía que nos cuestionaba la manera de ver la vida y de ahí en adelante una cantidad de líos que no eran tan diferentes a eso”.

De acuerdo con Ramiro, el punk llegó a Colombia por chismes. "No había manera de confrontarlo, llegaban poquitas fotos, a la televisión y las revistas no les interesaba, solo se decía que había unas tribus que venían finalizando los 70. Los acetatos eran muy caros y el que llegaba se derramaba por la ciudad de Medellín. Never Mind the Bollocks era el único, había bandas como Siniestro total o Ramoncín, que tenía una canción que era El rey del pollo frito. De ahí en adelante, fue inventar el punk nuestro.

Sobre Perro Hachepe

Desde hace varios días y tras su victoria en un conocido reality de cocina, Ramiro inauguró el restaurante Perro Hachepe, con el que busca dar un giro a un plato conocido por todos: el perro caliente. Junto al chef Jorge Cantor, crearon varias recetas de perro, con ingredientes como langosta o camarones, que normalmente no están en preparaciones así. "Es una idea gringa, pero con ingredientes locales", nos cuenta Cantor.

Perro Hachepe: Calle 67 # 6 - 32. (Bogotá)