Aunque nos gustaría pensar que el anuncio de Scarlett Johansson fue censurado porque se desnudó o mostró más de la cuenta, este no es el caso. La organización del Super Bowl tomó la decisión de no aprobarlo para sus costosos espacios, porque la marca SodaStream se burla explícitamente de Coca-Cola y Pepsi. Así es el negocio, ya que estas empresas de refresco hacen parte de los mejores anunciantes del popular evento deportivo.
El año pasado a SodaStream le ocurrió lo mismo, razón que nos hace pensar que todo hace parte de una estrategia comercial para viralizar el comercial de la actriz Scarlett Johansson. Así que se lo dejamos a su consideración, para que se divierta un rato.
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