“Todos somos feministas por pedir igualdad”: Natalia Ponce de León

En marzo de 2014 la vida de Natalia Ponce de León dio un giro de 180° al ser atacada con ácido por un hombre en la entrada de su conjunto residencial, una tragedia que aún recuerda el país y que puso en la mira las agresiones de género a mujeres con químicos casi letales. Tras sobrevivir a este ataque y perdonar a su victimario, Natalia se ha convertido en activista e imagen de campañas para llamar la atención sobre la violencia hacia las mujeres. Ahora, cuatro años después del trágico momento, confiesa que su recuperación psicológica no hubiera sido posible sin el acompañamiento de su familia y motiva a muchos otros a refugiarse en el amor que le ofrecen sus seres cercanos, “uno no sale solo de esto, se necesita el apoyo tan grande que te la familia en especial, allegados y hasta el mundo entero"

FOTOS: EL ESPECTADOR // CAMILO PONCE PARA CROMOS Y GETTY IMAGES

Desde 2015 tiene su propia fundación para ayudar a cientos de personas, principalmente víctimas por ataques con ácido. Gracias a su fortaleza logró sacar adelante la ley ‘Natalia Ponce de León’, que endurece las penas y protege a quienes sean víctimas de ese tipo de agresiones. De acuerdo con Medicina Legal en los últimos 12 años más de 526 mujeres han sido agredidas con sustancias químicas que les daña alguna parte visible del cuerpo humano. La lucha y esfuerzo de Natalia Ponce la han llevado a varios países del mundo a contar su historia y así motivar a más mujeres a empoderarse para no permitir ser violentadas por nadie y de ninguna forma, “los éxitos y volverse una persona victoriosa no llega de un momento a otro, hay que entender que solo tenemos dos caminos en esta vida; o te quedas como una víctima acostada en una cama, que yo lo hubiera podido hacer, o te paras y sigues adelante con la frente en alto y luchas por ti y por un mundo mejor”.

Los movimientos a favor de las mujeres han tenido gran auge en los últimos meses, pero eso es solo una pequeña parte de lo que debemos hacer como sociedad para frenar definitivamente los casos de violencia contra la mujer (aunque sabemos que hombres e integrantes de la comunidad LGTBI también hacen parte de agresiones), “Esta violencia lleva pasando desde que el ser humano llegó al planeta. Esto de la violencia de género no es algo nuevo, pero por fortuna las mujeres están hablando más que es lo que se necesita. Uno no puede quedarse en silencio”
 

Natalia es consiente que su caso llevó a muchas mujeres a no callar más y de esta manera evitar terminar ser agredidas, con cicatrices de por vida o, en el peor de los casos, con la muerte, “violencia hay que reconocer que no solamente es un golpe, hay violencia física, económica, verbal y todas esas violencias si se van callando van matando un alma y acabando con la sociedad. Está comprobado que hay más denuncias y que las mujeres han venido empoderándose y no se están dejando”. Esta problemática social tiene que cambiar ahora y no en unos 20 años cuando tengamos que lamentar agresiones o llorar muertas inocentes, “eso viene en la educación, no es que salgamos todos con Me Too o Time’s up, por supuesto yo apoyo todas esas campañas, pero el cambio viene en la educación y ese cambio generacional tiene que empezar ya. Enseñarles a los niños a respetarse, a amarse a ellos mismos para amar a los demás. Porque la violencia empieza en el hogar”.

En los últimos 5 años se ha visto más la participación de hombres en foros y conversatorios que antes se pensaban eran exclusivos para las mujeres y muchos de los ‘machos’ del hogar se han dado cuenta que la mujer tiene el mismo valor que cada uno de los individuos de la sociedad. Para Natalia el tema ha ido avanzando, pero aún falta mucho camino por recorrer, “falta mucho aún, y eso viene en la educación esto es unión de todos y fuimos creados, tanto hombres como mujeres, para apoyarnos, querernos, unirnos y trabajar juntos y no para matarnos o tener que soportar que las mujeres ganen menos plata. Ya basta de que las mujeres sean vistos como objetos sexuales, nosotras somos humano que sentimos y no es que yo sea la feminista extrema, todos somos feministas en cierta forma por pedir igual de derechos para todos”.

En marzo de 2017 Melania Trump, Primera Dama de los Estados Unidos, entregó a Natalia el Premio Internacional Mujeres de Coraje para reconocer su lucha a favor de las mujeres víctimas de ataques con ácido. La colombiana es y seguirá siendo ejemplo para que hombres, mujeres, niños y ancianos entendamos que la equidad e igualdad de derechos es necesaria para tratar de vivir en un país y un continente en verdadera paz.

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