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Ant-Man, el respiro que Marvel necesitaba

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Las adaptaciones cinematográficas de comics son la principal razón de batalla entre los fanboys de Marvel y DC.

Por: Andrés Perdomo - @aperdomo_

Días atrás, Marvel presentó en sociedad a una de sus principales apuestas de este año: Ant-Man, un filme que para fanáticos y extraños fue puesto en reserva, tal y como sucedió en 2014 con Guardians of the Galaxy.

La cinta nos narra la historia de Scott Lang  (Paul Rudd), quien trata de reiniciar su vida tras salir de la cárcel, algo que es muy difícil para un ex-convicto y más cuando alguien como el Dr. Hank Pym (Michael Douglas) lo tiene entre ojos para darle una oportunidad que puede ayudarle a enderezar su camino y convertirlo en un héroe – cuya primera misión es recuperar la tecnología del Dr. Pym de manos de su antiguo protegido Darren Cross (Corey Stoll), un codicioso personaje que busca vender al mejor postor un prototipo de tecnología similar llamado “Yellowjacket” –.

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La película se destaca por no contar con la oscuridad que han tenido los últimos largometrajes de superhéroes, se aleja por completo de la violencia de Daredevil y del existencialismo de Iron Man 3: El ascenso del hombre de hierro. Ant-man tiene la habilidad de combinar la acción, el drama y la comedia en un mismo marco – en compañía de magníficos efectos especiales –, una mezcla de elementos que la convierten en una cinta fácil de ver y de disfrutar en todo momento…. Es el respiro que la compañía necesitaba para saber que va por buen camino.

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Sin embargo, no todo es color de rosa con este filme. El guión cae en el mismo punto cliché de todas las películas de superhéroes: contar la historia desde sus inicios, mostrarle al público que no sabe nada del cómic cómo este personaje adquirió sus habilidades, qué lo hace un héroe y cuáles son sus pecados; algo que no está nada mal para, pero que sí es monótono, le quita importancia al villano y al tiempo de la batalla final – como sucedió en la primer entrega de Iron Man –.

Un punto para resaltar de Ant-Man, es la actuación del actor Michael Peña, quien interpreta a Luis, el amigo ex convicto de Scott que le brinda ayuda luego de salir de la cárcel. Este personaje se destaca porque aparte de ser el cómico y entretenido, es uno de los que más definen el enfoque del filme llevándolo a ese contexto agradable y sorpresivo que tiene esta nueva apuesta de Marvel.

Aunque el largometraje está alejado a lo que muchos fanáticos, amantes del cómic, fanboys extemistas o “Starkbelievers” (si se les puede denominar así) querían encontrar en el nuevo baluarte de Marvel éste cumple con entretener y mostrar a cabalidad la historia del “Hombre Hormiga”. Atrás deben quedar los prejuicios que muchos tenían sobre Paul Rudd – reconocido por sus papeles en series y películas románticas – ya que su trabajo en el filme es impecable, rompe paradigmas y entrega al espectador algo nuevo, atractivo y fresco, que de seguro no nos cansaremos de ver.

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Sin más palabras, les recomiendo ver Ant-Man y no olviden quedarse hasta el final de los créditos para descubrir un poco lo que será ‘Captain America: Civil War’.

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