Ellas son las matronas del dancehall

Desde la década de los setenta un género empezó a expandirse en las calles de Jamaica y en los salones de baile populares. Era el dancehall, el primo descarado del reggae con canciones construidas para destruir las pistas de baile; pero también un género que parecía estar hecho para los hombres, criticado por sus letras machistas y en algunos casos homofóbicas, donde la mujer era más un objeto. Pero no pasó mucho tiempo antes de que las mujeres se aburrieran de ese papel decorativo, empezaron a sacar su lado más furioso, a explotar su sexualidad al máximo y su talento innegable para la música. 

Nombres como Sister Nancy, Lady Saw o Patra abrieron la trocha y despertaron a las generaciones venideras, a punta de letras y bailes alzaron la voz; se empoderaron y cambiaron el rumbo del dancehall para siempre. Y si no creen, preguntenle a Rihanna.