Al mejor estilo de esas confiables investigaciones sobre las relaciones de pareja que hacen en alguno de los más lejanos países nórdicos, nos encontramos con este estudio cinematográfico realizado en Alemania, en el Instituto Max Planck, con mayor credibilidad que los triunfos de Christopher Froome.
El hallazgo publicado por el diario Independent del Reino Unido fue realizado por un estudiante de doctorado utilizando entre otras herramientas múltiples entrevistas.
Las investigaciones fueron dirigidas en primera instancia a encontrar la respuesta de por qué la gente veía tantas películas basura y la respuesta encontrada fue por qué son abundantes y fáciles de adquirir.
También concluyeron que los que más ven este tipo de producciones son los más aficionados al cine, los cinéfilos empedernidos. La razón, sencilla, para criticarla y luego hablar paja sobre ellas.
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"Para este tipo de espectadores, las películas malas aparecen como una desviación interesante del cine. Además nos encontramos ante una audiencia con la educación superior a la media, lo que se podría describir como 'omnívoros culturales'. Este tipo de espectadores interesados en un amplio espectro del arte y los medios que sobrepasan los límites tradicionales de la alta cultura y cultura popular", dice Keyvan Sarkhosh.
Solo queda decir: ¡Genios! y dar las gracias #GraciasFaryd
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*Foto: Gettyimages.
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