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Hablamos de cómo joder políticos con el Detective Marañón y su director

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El 26 de noviembre se estrena en salas de cine una nueva cinta colombiana, Detective Marañon. Protagonizada por Manuel Sarmiento y dirigida por un debutante, Salomón Simhon. Nos visitaron y hablamos de su obra, de la industria cinematográfica, del trabajo musical que hicieron con Juan Galeano (ganador del grammy con Diamante Eléctrico) y de cómo joder a los políticos corruptos. 

Por: Fabián Páez López @Davidchaka

Marañon es un detective geek, incorruptible y con una pronunciada torpeza social que trata de ubicar al responsable de extorsionar a un procurador… (!) Digo, a un senador conservador con una bífida y contrariada visión de la vida sexual. La tensión del misterio se enreda con la tensión sexual que respiran Marañon y su compañera detective, la típica asistente guapa y naif: Valeria. 

La historia es tremendamente sencilla y ligera, sin ser la película llenadora de salas para pasar el guayabo del 25 de diciembre; pero sin descuidar la pulcritud cinematográfica.  Aunque en el fondo hay temas que hubieran podido propiciar una trama más compleja, como la extorción, o el hecho de que el senador en campaña que promueve abiertamente la censura a las parejas homosexuales tenga una inquieta y secreta vida nocturna, la película no se complica. Se desarrolla en un tono que por momentos raya en lo caricaturesco y lo satírico. La única que se conflictúa con lo truculento de los pedidos de los clientes del detective es Valeria, y lo hace tímidamente. Pero Marañon lo responde claro: “La mayoría de nuestros clientes no son un ejemplo de virtud y decencia...A veces, por nuestro trabajo, nos toca hacer cosas que no queremos". . 

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La idea de la cinta llegó a Salomón Simhon para que la dirigiera; él le puso el ambiente, la personalidad y encontró en ella su oportunidad de iniciarse en el mundo de los largometrajes. Detective Marañon es su ópera prima y cayó justo en medio de una avalancha de nuevas producciones colombianas. 

Simhon estudió en la Escuela de Cine Black Maria y después pasó por el International Film School de Sydney. En el mundo del cine alternativo es bien conocido por ser uno de los fundadores de Cine Tonalá. 

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La nómina que lo acompaña es casi toda debutante. Desde la vestuarista, pasando por el director de fotografía, hasta los encargados de ponerle música a la cinta (Juan Galeano del Diamante Eléctrico y Bruno Toro), están dando sus primeros pasos en la pantalla grande. El que le pone la cuota de recorrido es Manuel Sarmiento, quien encarna al detective. Lleva unos 20 años de carrera actoral y ha participado en series como Cumbia Ninja y El capo; y en las películas El colombian dream y 180 segundos. 

Hablé con Manuel y Salomón de la película, de los dilemas éticos de Marañon, de la industria del cine colombiano, del trabajo musical que hicieron con Juan Galeano y de cómo joder a los políticos corruptos.   

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"Ahora con internet tenemos la libertad de boletear al que se nos dé la gana. Probablemente pondría un tweet sobre el senador que jode a los homosexuales cuando a él es al que más le gusta morder almohada".

¿Cómo fue la experiencia de dirigir su primer largometraje, qué creen que va a pasar?

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Salomón: Fue muy buena. El rodaje estuvo muy ameno, todo estuvo muy calculado y funcionó como un relojito. No alargamos las horas de trabajo y nos parchamos todas las escenas.

Manuel: No sabemos como le vaya. Cuando se estrene veremos. Es una peli sencilla, cero pretenciosa
 
¿Y la distribución? ¿Dónde la vamos a poder ver?
 
Salomón: La película la va a distribuir Cine Colombia y va a estar en todas las salas, pero el tiempo que dure en cartelera depende del flujo de gente.
 
Manuel: El cine colombiano está dependiendo de eso; las colombianas no duran más de un fin de semana, y a una película que le vaya bien, como un Rápido y Furioso, le dan palo.
 
Como lo que pasó recientemente con Siempreviva, que tenía buen tema, buenos actores y no duró mucho en salas comerciales…
 
Manuel: ¿Ya la sacaron? No mames, y eso que tuvo toda la publicidad. Hasta encontraron a la vieja de la que hablaban en la película.
 
¿Qué hay que hacer para que veamos más cine colombiano?
 
Salomón: Yo creo que meterle más estrategias publicitarias. Después dependemos del voz a voz de la gente
 
Manuel: La vaina es que somos un país que no está acostumbrado a ir a cine, sino a quedarse en la casa. La forma de divertirse de nuestras familias no tiene mucho que ver con consumir cultura. Las películas que van a ir a ver son las agringadas: Transformers o Rápido y Furioso. No somos un público acostumbrado a ir a teatro, creo que falta una gran película colombiana que haga un boom como lo hizo Amores Perros en México o 7 cajas en Paraguay, que son películas que tienen reconocimiento mundial. Cuando eso pase ahí si podríamos tener un interés extra para ir a cine, pero de resto es una suerte.
 
Y cómo hay que hacer para que la gente consuma otro tipo de cine y no siempre se llenen las salas solo con los chistes de 25 de diciembre o con las agringadas. 

Manuel: Esta es una película que, por ejemplo, está un poco en la mitad de las tendencias del país. En este momento hay una tendencia que pretende tener actores naturales, contar sobre los aspectos sociales que nos mandan. Ese es un cine pretencioso, que pretende gustarles a otros países, a otras culturas. Y es buenísimo. El otro se va al otro extremo; el de 25 de diciembre, el de Dago, que también está muy bien pero no tiene mucho lenguaje cinematográfico, sino más bien es como una historia de televisión en cine, y tiene divertimento. Detective Marañon está en la mitad. No es una película que busca ser reconocida en festivales, pero tampoco es irresponsable a la hora de concebirla como una película de cine. 

Algo parecido pasa con el personaje de Marañon. En medio de lo caricaturesco, en su trabajo, es un tipo neutro que se tiene que enfrentar a un dilema ético y no toma posición…

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Manuel: El dilema ético a él se le acaba cuando entrega las pruebas. No tiene el moralismo que puede tener la víctima o cualquier otro actor de la sociedad

Salomón: Él tiene un trabajo como el de cualquiera. Es un trabajo como limpiar los baños. La gente lo busca a él precisamente por eso, porque no va a tomar partido, es neutro. 

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¿Y ustedes que harían en la situación de Marañón?

Manuel: Como Manuel yo boletería a ese procurador. Soy rebelde, un activista, yo haría lo opuesto obvio.

Salomón: Yo no sé qué haría. Creo que lo especial del personaje es que la gente va a donde él buscando soluciones porque saben que no los va a juzgar, porque no se va a salir de lo que tiene que hacer. Tiene muy claro para qué lo contratan y por qué lo contratan. Aunque personalmente, si conociera a un senador que tiene una doble vida lo ideal sería boletarlo para que el man no siga ganando votos. Ahora con internet tenemos la libertad de boletear al que se nos dé la gana. Probablemente pondría un tweet del senador que jode a los homosexuales cuando él es al que más le gusta morder almohada. 

Qué papel tienen los espacios alternativos como Tonalá en la distribución de las películas

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Salomón: Tonalá digamos, la va exhibir en sus salas porque es una película de género. Una película que se hizo con un presupuesto reducido. Es la apuesta que hacen las salas alternativa, buscar maneras de contar las historias con una visión un poco diferente de lo que se suele contar acá que es el chiste barato. Entonces tenemos un hibrido respecto a lo independiente y o comercial.

¿Por qué será que vende tanto el chiste barato?

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Salomón: Es algo que acá se vive en el día a día. Es a lo que estamos acostumbrados. Cuando uno se sale de las costumbres la gente se demora un poco en entender por qué funciona.

Manuel: Yo si personalmente no tengo ni puta idea porque vende tanto. No entiendo. La verdad no entiendo porque no me divierte. No me dan ganas ni de verlo. Ahora, yo acabo de hacer una película así, que por cierto ahora vamos a hacer la segunda parte. Y me divertí mucho porque no me tocó payasear ni meterme el dedo en el ojo, o resbalarme y caerme. Yo participé en una película de ese tipo pero aun así me sentí tranquilo. Me parece del putas que haya, pero lo que me parece mal es que no haya otro tipo de cine. 

Cuáles son los autores o el tipo de cine que los ha influenciado

Salomón: Yo creo que a mí me han influenciado los directores que no se encasillan en un tipo de cine. Ni cine arte, ni cine independiente, o comercial, sino que solo son películas buenas. Por ejemplo, las de Paul Thomas Anderson, como Magnolia, o todas las de Kubrick, que simplemente son buenas y trascienden esos estigmas.

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Manuel: Claro, donde las situaciones o los personajes se destacan más allá del chiste o del morbo que exista a través del tema.

¿Y las colombianas?

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Manuel: Para mí el mejor director del país es Víctor Gaviria; es un poeta ese guevón, me trasciende. Y yo no tengo trabajo ahí, él trabaja con actores naturales de un grupo social específico. Todo el cine de él me parece fascinante, me encanta, desde Rodrigo d, Sumas y restas, La vendedora de rosas.

Y creo que ahora también con el Abrazo de la serpiente y La Tierra y la Sombra hay una gran tendencia hacia este tipo de cine. Ahora, reducir a que el cine colombiano sea solo eso, me parece tenaz. 

Salomón: El abrazo de la serpiente me parece un buen ejemplo. Combina lo mejor de los dos mundos. Se sale un poco de lo independiente y de lo comercial. Es una película de misterio y de aventura, casi que parece una película de Hollywood de aventura. Y combina actores naturales y profesionales. Ese es el ejemplo de un cine que puede trascender más allá de un estilo de cine o de género de cine. Y es una película que ha salido muy bien y yo creo que si llega a entrar a los Oscar tiene una muy buena oportunidad de ganárselo. A la Tierra y la Sombra, que es un poco más contemplativa, más real, le iría mejor en otro tipo de festivales, como en Sundance.

¿Y dónde pondrían al Detective Marañon ahí?

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Manuel: Creo que tiene más de comercial. Es una película de entretenimiento, una película de detectives y además es uno muy particular. No es este tipo barbado, de gabán, con la corbata desapuntada, medio alcohólico y que no tiene esposa, pero que es un genio para resolver misterios. Nosotros nos alejamos de ese estereotipo. Eso creo que puede ser muy atractivo para la gente: es un tipo que se aleja de o pinta, es inseguro, parece un niño. Hay una cantidad de elementos que se alejan completamente de lo que la gente ha visto, inclusive en los detectives colombianos del Baúl rosado y esa vaina, que siempre están siempre como muy pilos con su sombrero y con la libretica apuntando todo. 

Salomón: Detective Marañon tiene una narrativa que se podría decir entretenida comercial, pero que habla de un tema muy típico colombiano con el que hemos crecido. Desde que yo me acuerdo siempre hemos tenido un conocido o familiar que ha sido extorsionado. Pero de un punto de vista muy sarcástico, muy de sátira, como los senadores manejan las cosas, como un chiste, como se maneja todo en este país. 

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Salomón ¿y ya tiene planeadas las próximas películas?

Salomón: Tengo dos proyectos. En uno llevo ya tres años nadando, es una película más seria. Se llama Lourdes; es el reencuentro de un padre que es cantante bolerista con su hija, y hacen un pacto de matarse juntos. De trascender (risas) juntos.

La otra es una adaptación de una novela que se llama El rumor de Astracán, escrita por Azriel Bibliowicz, y es una película sobre la inmigración de los judíos a Bogotá en los años 30. Unos judíos que estaban haciendo negocios con los nazis. Tengo esos dos proyectos ahí en el tintero...por si alguien me quiere regalar un millón de dólares. 

Nota del director dirigida a algún alma caritativa: "Se busca donación de un millón de dolares, o se hace vaca para financiar las próximas dos películas". 

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La música merece una mención especial. Juan Galeano del Diamante Eléctrico, que ya fue nominado a un Grammy, se inició musicalizando una cinta, ¿cómo fue eso? 

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Salomón: Cuando me contacté con Juan Galeano, él estaba tocando en su proyecto y yo no entendía como un man que había estudiado en un conservatorio en Holanda estaba haciendo un disco tan comercial. Casi que se parece a mí en la película. Yo lo conocía de antes por un amigo que fue el supervisor musical de la película, que es el hijo del primer manager de los Rollling Stones. 

Nos reunimos con Juan Galeano y el man estaba haciendo como un álbum y yo le dije espere usted está haciendo música para imágenes. Toda la música de la película son creaciones de él. Yo me reuní con él para hablar en el tono que se quería expresar, porque la música siempre es peligrosa, porque indica lo que el espectador tiene que sentir. La idea era enfatizar un poco más en este ambiente sarcástico y el humor medio negro que tienen los personajes. La idea era enfatizar si el momento es cómico o incómodo. Le metió la parte misteriosa sin perder la melodía sarcástica

¿Cómo lo produjeron?

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Lo hicimos en la casa de un amigo de Juan que vive con la abuela. Fue un trabajo totalmente hecho en casa. Ahora no importa dónde lo haga uno. Lo grabamos en un cuarto igual de grande a una mesita. A Juan le tocaba tocar el bajo de para arriba porque casi no cabía. Para eso teníamos a un monstruo haciendo música. 

Solo suena una canción en toda la película, en la escena que Valeria tiene una misión especial en un bar. 

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Si, esa es la única canción, y que no es de Juan. Es de un cantante que se llama Bruno Toro, que ahora vive en México. Él tiene un proyecto medio andrógeno y en su álbum crea un personaje que es electrónico-gay-ochentero-pop. 

La canción que interpreta Bruno Toro en esta escena de la película se llama Camino, y fue un sencillo que en 2013 estuvo nominado a mejor videoclip en los premios Shock y en Bogoshorts. Mientras le da play a la canción puede irse programando para ir a  ver la película. 

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