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Homenaje a uno de los discos fundamentales del rock inglés

¡Felices 30 años “The Queen is dead”!

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En pleno gobierno de Margaret Thatcher y en lo que se conocería como el principio del neoliberalismo, una agrupación de Manchester manifiesta su inconformidad a través de este tipo.

Por José “Pepe” Plata Foto: Getty

1986 fue uno de los más fuertes para la sociedad británica. La huelga de los mineros que se realizó entre 1984 y 1985 había dejado severas huellas en los movimientos sindicales de aquella nación. Mientras algunos empresarios vivían momentos fastuosos ganando y especulando con bienes y servicios justo cuando la primer ministro decía que no existía tal cosa como la sociedad, pero sí el mercado, otros pasaban momentos complicados.

La música no era ajena a esto. El pop era vanidoso y llenaba titulares. Wham, Phil Collins, Duran Duran, Bananarama y otros artistas eran los consentidos de las multinacionales. Sus videos eran opulentos, llenos de color, ellos aparecían en portadas de la prensa musical y del corazón, ocupaban los primeros lugares en los listados de popularidad y tenían amplia presencia en la radio. Pero existían otras voces que disentían y que justamente estaban listas para decir que no todo lo que brillaba era oro o que estaban todo bien. Justo como una alternativa musical que rechazaba esta imposición y que reivindicaba la disidencia, la tristeza, la inconformidad, la depresión, la angustia, la ironía, el sarcasmo y hasta la alegría medida, llegaba con este disco.

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Bajo el nombre de The Queen is dead (La reina está muerta), un grupo de cuatro personajes de Manchester con un nombre tan sencillo como The Smiths, mostraba cómo la diferencia merecía ser escuchada. Tan solo cuatro años antes, mientras el Reino Unido comenzaba su participación en el conflicto contra Argentina por la soberanía de las lslas Malvinas, cuatro personajes de esa ciudad, comenzaban una meteórica carrera que bien supo estar en la independencia a través del sello Rough Trade.

Y como si fuera poco, la legendaria foto de la banda tomada frente al Salford´s Lads Club convirtió al edificio en un lugar de peregrinación musical hasta la actualidad. 

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Steven Morrissey (voz), Johnny Marr (guitarra), Andy Rourke (bajo) y Mike Joyce (guitarra), hacían este disco justo para aquellos que encontraban un refugio sombrío y que no participaban en la alegría masiva. De plano se abre el disco con una sátira acerca de la monarquía. Si en 1977 los Sex Pistols habían dicho que Dios salve a la reina por no ser un ser un humano, en 1986, The Smiths decía que ella había muerto (The Queen is Dead). Era una manera de expresar su inconformismo ante las instituciones y su influencia en la vida diaria.  A través de sus canciones se cuentan historias que expresan temor ante el futuro de una muerte prematura: There is a light that never goes out (versionada entre otros por Mikel Erentxun de Duncan Dhu), el aprecio por la literatura de Keats y Yates (Cemetry Gates) y también una declaración acerca de la soledad en Never had one ever.

El disco fue un sol o tal vez mejor, una grieta dentro de aquel fulgurante pop de los ochenta. Si bien había sido terminado de grabar en noviembre de 1985, tuvo que esperar seis meses para salir debido a líos con su compañía discográfica. La banda comenzaba a tener fricciones entre sus integrantes debido a problemas de drogas y egos.

Su presentación en sociedad valió la pena. Fue uno de los mejores discos de aquel año para publicaciones como NME y Melody Maker. Diez años después, la revista francesa Les Inrockuptibles le rindió un homenaje con un disco tributo en el que estuvieron agrupaciones como Placebo o Supergrass. Y como si fuera poco, la legendaria foto de la banda tomada frente al Salford´s Lads Club convirtió al edificio en un lugar de peregrinación musical hasta la actualidad. Una de las más recientes y recordadas es la que el proyecto del mexicano Camilo Lara comanda bajo el nombre de Mexrrissey.

Tres décadas después, la banda se recuerda. No existe, pero este disco sigue siendo pieza fundamental para comprender cómo lo que se conoce como indie, no es solo ser parte de algo independiente, es también vivirlo. Al año siguiente, la banda se despidió con otro disco y en vano han sido los intentos de reunirlos de nuevo.

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